El fútbol español ha iniciado su nueva etapa económica este 29 de octubre de 2021. El Intercity CF, club alicantino de 2ª División RFEF, vivió su salto a la Bolsa con acciones a 1,20 euros y con un valor de 5,56 millones. Un paso adelante en el que se espera que sea uno de los modos de financiación que se extienda entre los clubes de fútbol. Mientras la crisis de la Covid-19 empieza a reducir sus efectos en las cuentas deportivas, las diferentes entidades se preparan para impulsar nuevas vías de financiación.
El salto del Intercity a Bolsa ya llevaba mucho tiempo sobre la mesa. Sin embargo, y pese a que en 2020 ya se dieron a conocer las intenciones de la entidad, no ha sido hasta este 2021 cuando se ha materializado. Su presidente, Salvador Martí, ha explicado que se han sentido "como un futbolista cuando está a punto de jugar un playoff". Además, tiene claro que abrirán las puertas al resto porque "muchos clubes seguirán" su mismo camino.
Esa es la gran duda que hay sobre la mesa, aunque todo apunta a que será así. La crisis económica generada por la Covid-19 podría lastrar hasta tres ejercicios de las cuentas de los clubes. Y los acuerdos de las entidades para sostenerse económicamente tienen que ser seguros y rápidos. 'Lanzarse' a Bolsa es una solución y reflejo de la confianza en este movimiento es que hasta Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha estado presente en el acto.
El máximo representante de la patronal ha calificado la cita como "un día histórico para el mundo del fútbol" porque el club alicantino ya es "pionero" en esta nueva forma de financiación a la que Tebas ha calificado como una "locura hecha realidad". Al acto incluso acudió Albert Soler, director general de deportes del CSD.
El Intercity ha ascendido tres veces en los últimos cuatro años. Su valor ha aumentado y el objetivo es seguir escalando peldaños. Por el momento, la estela que pueden seguir los clubes de la élite deja un rastro de seguridad y está por ver si de éxito. Accionistas de este club como Juanfran Torres, debido a la categoría en la que participan, no están pudiendo obtener demasiados beneficios.
Otras ligas como la italiana, la francesa o la inglesa cuentan con clubes que están en Bolsa. La Juventus, sin ir más lejos, fue un ejemplo perfecto de cómo funciona un equipo de fútbol en el mercado: ficharon a Cristiano y se dispararon; perdieron al luso y cayeron. Por ello, el salto del Intercity es tan importante en el fútbol nacional. En sus primeras horas el impacto se notó y se disparó un 40% hasta los 1,68 euros por acción.
El experimento alicantino
Según trasladan expertos del mercado a EL ESPAÑOL, el caso del Intercity puede marcar un antes y un después. Todos los clubes seguirán muy de cerca su evolución y, pese a que los equipos de Primera y Segunda División están en un nivel muy superior, el Intercity puede permitir un análisis lo suficientemente contundente como para atreverse a salir a bolsa o no hacerlo.
Y es que, como recalcan las mismas fuentes, en los últimos meses ha habido numerosos clubes españoles de la élite del fútbol que han estudiado la opción de salir a Bolsa. El hecho de que sea un momento de crisis y las necesidades económicas de cada entidad influyen en el camino hacia ese nuevo parqué. Eso sí, antes de alcanzar la 'campana' de la Bolsa, hay que pasar diferentes fases.
Una de las claves es que el club debe ser una Sociedad Anónima Deportiva, aspecto que requiere del visto bueno del Consejo Superior de Deportes. Una vez cumplido dicho requerimiento, el club deberá pasar un análisis de cuentas de dos o tres años consecutivos para comprobar la situación financiera de la entidad.
Este control, que en el caso del Intercity se ha cumplido, aporta una de las características que cada vez se reclaman más en el mundo del fútbol: la transparencia de las cuentas. Los clubes españoles, a diferencia de otras entidades, no suelen detallar las cifras de todas las operaciones que realizan en el mercado. Por el contrario, la Juventus concretó los números del traspaso de Cristiano Ronaldo al Manchester United.
Si bien LaLiga mantiene un estricto control financiero sobre los clubes participantes, tal y como se ha podido comprobar con las limitaciones salariales impuestas al FC Barcelona, aún falta transparencia en los movimientos de los clubes. Algo que cambiaría en el caso de dar el salto a la Bolsa.
La evolución del Intercity será la que marque el camino para el resto de entidades. Mientras se recogen los efectos de este lanzamiento, las entidades deportivas optan por otras fuentes de financiación como son los Fan Tokens. Esta especie de criptomoneda tiene el objetivo de revolucionar el mundo del fútbol y la relación entre aficionados y equipos. Y, por el momento, lo están consiguiendo. Mediante su adquisición, los hinchas pueden decidir diseños de camisetas o de partes del estadio. Hasta Leo Messi, recientemente fichado por el PSG, cobrará parte de su salario en Fan Tokens.
La opción del Barça
El conjunto catalán es el club más lastrado en términos económicos. Los últimos datos aportados por el Barça doblaron hasta los casi 500 millones de euros la deuda de la entidad. Según los datos de LaLiga, esta temporada tendrán solo 97 millones de euros de límite salarial cuando el Real Madrid superar los 700. Y, por si fuera poco, deben afrontar tanto el pago de los créditos como la remodelación de sus instalaciones deportivas.
Un cúmulo de problemas que han puesto la conversión en Sociedad Anónima Deportiva sobre la mesa. De esta manera, el Barça podría salir a Bolsa y buscar financiación que solventara la crisis económica que atraviesan. Dirigentes culés aseguraron que de haber sido una S.A.D se tendrían que haber disuelto en abril por estar en quiebra, pero esta transformación cobra peso a la espera de que mejoren los datos económicos.
De momento, en la última asamblea del Barça hubo socios que propusieron pagar pequeñas donaciones destinadas a subsanar esa deuda. Laporta no negó esa opción y lo único que matizó es que debía realizarse de la manera más "profesional" posible. Un debate sin respuesta a corto plazo y que, en caso de solventarse con el Barça como S.A.D, dejaría a la entidad catalana como la primera en la élite del fútbol en lanzarse al mercado de la Bolsa.
El gran problema, pese a todo, es la mala imagen en cuanto a gestión económica se refiere. A pesar del potencial de marca con la que cuenta el Barça, la herencia financiera y los números rojos supondrían una complicación en este nuevo camino para obtener fondos.
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