El Mallorca se quedó a unos pocos minutos de sumar tres puntos en el Nuevo Mirandilla. El conjunto de Luis García dominó y se mostró seguró de su juego. Sin embargo, los minutos finales estuvieron marcados por la tensión. El colegiado primero rectificó una tarjeta roja que quedó en amarilla para el Cádiz, poco después expulsó al técnico bermellón y acabó pintando un penalti en los últimos minutos. Un cúmulo de acciones que acabaron con la paciencia del club de las islas, más todavía tras el empate.

Dani Rodríguez, jugador del Mallorca, mostró este enfado en redes sociales. El jugador fue quien forzó la roja que acabó en amarilla. Una acción en la que recibió una dura entrada de Carcelen y que fue revisada por el VAR. Tras ver las imágenes, el colegiado Pizarro Gómez anuló esa tarjeta roja por la existencia de una falta previa de un jugador del Mallorca. Por lo tanto, se pasó de una expulsión para el Cádiz a un dos tarjetas amarillas: una para cada equipo.

"Una puta vergüenza. Me da igual ser recién ascendido o la madre que me parió. Nos han faltado al respeto como profesionales y como club", escribió claramente enfadado en redes sociales. Un mensaje que, cabe recordar, puede suponer una sanción por parte del Comité de Competición si se entiende como un ataque frontal a la labor arbitral. 

Además, esta no es la primera vez que Dani Rodríguez muestra su malestar por las decisiones de los colegiados. Y es ese cúmulo de errores que denuncian desde el entorno bermellón el que hace pensar que por ser "recién ascendido" pueda haber menor respeto a la hora de señalar determinadas acciones. Ya tras el empate a dos ante el Valencia, Rodríguez bromeó con los fallos arbitrales. "Me imagino que a Guedes le habrán quitado el gol como a mí", escribió en su momento.

Luis García, molesto

El entrenador del Mallorca, que se mostró muy dolido con el empate por el dominio que habían ejercido durante todo el encuentro, también criticó su expulsión a manos del colegiado. Según el técnico, únicamente dijo que no les estaba pitando ninguna acción a favor. Palabras que el propio árbitro confirmó en el acta, pero que Pizarro Gómez vio suficientes para echarle del área técnica.

"Juro por mis hijos que solo he dicho a mi segundo "no nos pita una" y no ha sido despectivo. Solo he dicho eso y me ha expulsado. No lo entiendo. No podré hablar", indicó Luis García ante los medios de comunicación tras el partido. 

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