Xavi Hernández regresa al FC Barcelona como el Mesías de un club avocado al desastre salvo intervención de urgencia. El exjugador, ídolo de la afición y máximo exponente del estilo culé, lo hace después de varios días de negociación entre la directiva azulgrana y los líderes de Qatar. Pero, además, tras asumir el pago de parte de su traspaso ante las dificultades económicas de su nuevo equipo. Xavi, en un principio, iba a abonar la mitad de su cláusula de cinco millones antes de que se optara por cerrar el acuerdo -ya oficial- en forma de traspaso.
El exjugador de fútbol y desde 2019 entrenador, como muchos otros grandes nombres del sector, ha sabido sacar provecho de su talento futbolístico. Xavi no tuvo problemas económicos en el Barcelona, donde figuraba entre los mejor pagados de una plantilla que siempre lideraba Messi. Y, de igual manera, tampoco los ha tenido en Qatar, cuyo principal 'gancho' para estrellas como Xavi siempre fue el dinero que podían recibir en forma de salario y la vida de reyes para su entorno más cercano.
Así las cosas, su larga carrera en el Barcelona, su salto a Qatar en los últimos años y hasta su incursión en el mundo de los negocios por diferentes vías le han permitido amasar una fortuna suficiente como para permitirse pagar, como forma de ayuda temporal al Barça, parte de su traspaso. Una situación que cambiará notablemente en su primer curso en el conjunto catalán, donde los límites salariales le dejarán cobrando unos tres millones de euros junto a todo su cuerpo técnico en un claro retroceso en lo que a cifras se refiere.
Xavi deberá asumir este sacrificio económico para cumplir el sueño de su vida. Él y sus colaboradores, pues aquellos que designe como cuerpo técnico deberán repartirse dicho montante. Por delante está el reto de reflotar el Barça de forma inmediata para acabar con la crisis deportiva y dejar únicamente la económica en el horizonte culé.
El gran contrato en Qatar
La marcha de Xavi del Barcelona estaba prevista para 2014. Así llegó a constar durante varias semanas. Sin embargo, Xavi acabó quedándose un año más tras hablar con el cuerpo técnico culé. Su adiós se retrasó a 2015, cuando esta vez sí hizo oficial su traspaso al Al-Sadd con un contrato de dos temporadas más una tercera opcional. La decisión la consensuó con su entorno más cercano, con quien estableció sus próximos objetivos profesionales.
La marcha a Qatar se entendió como un paso más antes de la retirada definitiva del mundo del fútbol. Xavi no iba a colgar las botas en el club que le vio jugar durante 17 años, sino en una entidad en la otra punta del mundo con un proyecto muy diferente. Y, a cambio, se haría de oro. El catalán se convirtió en el máximo exponente del Al-Sadd con un contrato cercano a los 10 millones de euros por temporada y con el objetivo de implantar el 'estilo Barça' en su nuevo equipo. Un proceso que le costó más de la cuenta por las notables diferencias en el fútbol.
El tiempo, además, le daría mucho más poder que el simple liderazgo del equipo. Xavi tenía la opción de continuar como entrenador en el conjunto qatarí, propuesta que aceptó en 2019 tras su retirada como jugador, y de pasar a ser una de las imágenes del Mundial 2022 de Qatar en todo el mundo. Un papel que ha realizado en diferentes ocasiones, pese a la polémica generada, defendiendo los avances democráticos de Qatar.
El pasado verano firmó su esperada renovación con el Al-Sadd. Y el único cambio en su contrato se produjo como consecuencia de la Covid-19 que también paralizó su fútbol. Xavi asumió una reducción salarial del 40%. En el resto de temporadas, las cifras se mantuvieron intactas más allá de lo recaudado vía derechos de imagen. Qatar le dio 30 millones de euros como jugador y una cifra similar como técnico que solo la crisis de la pandemia logró reducir.
Estrella en el Barça, no en los negocios
Xavi Hernández, a lo largo de las 17 temporadas que estuvo vistiendo la camiseta azulgrana, fue ascendiendo hasta situarse como el gran capitán del equipo. Un respeto procedente de aficionados, directiva y compañeros que tuvo también repercusión en su ficha salarial. El catalán, en los últimos años, se movió aproximadamente en los 8 millones de euros por temporada, superado únicamente por Leo Messi. Y eso que en su última renovación, según anunció el Barça en 2012, no había ningún cambio en lo que a términos económicos se refería.
Por si no fuera suficiente, el centrocampista también buscó otras fuentes de ingresos. Una de ellas fue la de la creación de una empresa familiar dedicada al mundo de las inmobiliarias, un sector que más de un futbolista de primer nivel ha tanteado. Durante un tiempo se rumoreó con una quiebra de la empresa, Galileu 136 SL, pero su entorno descartó problemas y que su marcha a Qatar tuviera algo que ver. De hecho, consta en 2009 su revocación como administrador de la sociedad
Tras ello, Xavi esperó 10 años para volver a enrolarse en un proyecto. Fue mediante Optima Sports Systems SL, la empresa en la que figura como consejero junto a Victor Font, quien fuera candidato a la presidencia del Barça y que propuso a Xavi como General Manager de la entidad. Esta empresa, basada en el estudio del big data en el mundo del deporte, sigue teniendo al exjugador como consejero.
Además, en los últimos meses Xavi ha continuado con su apuesta por los negocios deportivos y se unió a Iker Casillas en el impulso de Kognia, una empresa que recientemente desarrolló un software basado en la inteligencia artificial que sirve para estudiar desde un punto de vista táctico el fútbol.
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