El fútbol femenino español contaba con vivir un 2021 histórico. Un antes y un después que situaría la competición a la altura de la ACB y LaLiga en cuanto a reconocimiento se refería. Una liga femenina considerada profesional, por primera vez en España, iba a ver la luz. El anuncio llegó en septiembre de 2020, pero en noviembre de 2021 los avances son más bien pocos. Las jugadoras miran hacia el CSD y el Consejo, ahora liderado por José Manuel Franco, pide consenso a los clubes para comenzar el proyecto con una imagen de unidad. La tensión e incredulidad son palpables.
La transición de una liga no profesional a una profesional no iba a ser de la noche a la mañana. Este era un escenario que se tenía claro entre las partes implicadas. Sin embargo, no se contaba con la lentitud que se ha visto llegando a final de año. Todo el proceso sería liderado por el Consejo Superior de Deportes, pero el hecho de tener que crear una nueva organización formada por los clubes daba a las directivas una implicación fundamental. Las jugadoras, con un Convenio Colectivo, ya tenían hecho su 'trabajo' para poder ser competición profesional.
Así las cosas, la situación en el sector no es de demasiadas esperanzas a corto plazo. Una reunión que se produjo hace menos de un mes parecía suponer el paso definitivo. Pero, como trasladaron diversas fuentes a EL ESPAÑOL, lo único que había claro es que se tenía que esperar como mínimo una semana más para ver un acuerdo pactado. El gran problema reside en el conflicto por los derechos audiovisuales, clave para acordar unos estatutos. Estos se deben presentar al CSD con un consenso entre clubes. Y, sin que haya acuerdo común, no hay liga.
En pleno parón de selecciones en el fútbol masculino, las jugadoras se han movilizado junto al sindicato mayoritario de AFE para pedir una intervención urgente. Una muestra de que el enfado entre las grandes protagonistas va a mayores. Por medio de un duro comunicado, las jugadoras reflejaron "su rechazo a la situación de ralentización en la aprobación de los estatutos de la liga profesional femenina".
"Un bloqueo que se ha alargado ya durante más de tres meses y que sorprende porque, siendo los mismos equipos básicamente que la liga profesional masculina, es en el femenino en el que muestran su incapacidad para el entendimiento y el acuerdo", destacaron en dicha nota oficial con una gran advertencia final: "No nos temblará el pulso a la hora de tomar medidas claras y determinantes".
Un año parados
La noticia que ilusionó al fútbol femenino se produjo en septiembre de 2020. Irene Lozano, por entonces presidenta del CSD, hacía oficial su intención de crear una liga de fútbol femenino profesional de cara a la 2021/2022. Pasaron los meses y la idea quedó ahí sin mayores cambios. El proceso ya empezaba a perder velocidad, pero el hecho de que Lozano dejara el cargo, la adaptación de José Manuel Franco como nuevo presidente del CSD y la relevancia de los JJOO 2020 servían para calmar los ánimos. Había asuntos importantes por delante que podían implicar esa ralentización del fútbol femenino.
El CSD, sin embargo, tenía clara su base: quería sacar adelante la competición con consenso. Por esa misma razón trasladó un documento, revelado por este periódico, en el que preguntaba a los diferentes actores del sector por sus ideas sobre la liga. Las respuestas no eran concretas ni concisas, pero no importó demasiado dado que no obtuvieron una réplica por parte del organismo. Llegó luego el cambio en la cúpula del CSD y el adiós de Lozano, que quiso que su último acto fuera significativo: confirmó el nombre de Liga Ellas junto a la entonces vicepresidenta Carmen Calvo.
Este acto no terminó de gustar en el fútbol femenino. Hay quien en las directivas de los clubes lo ha llegado a calificar de paripé de cara a la galería. Otros actores lo vieron como un simple acto político del Gobierno. Pero, más allá de esas valoraciones, era un hecho que la liga femenina daba un nuevo paso. El 15 de junio se consumó el hecho histórico y el CSD nombró profesional la competición por unanimidad. Comenzaba el trabajo duro.
Ahí es donde reside el problema. Desde junio, apenas ha habido cambios en la situación. Tras el último encuentro de hace unas semanas, el acuerdo parecía más cerca. Hubo incluso quien lo dio por cerrado, pero todo quedó en buenas sensaciones sin cerrar la herida de la lucha por los derechos audiovisuales. Sin consenso en este aspecto no habrá estatutos. Y sin estatutos no habrá liga. El CSD y el Gobierno piden unidad y dejan como fecha límite un "plazo razonable" para cerrar todo el proceso.
Críticas al Gobierno
La profesionalización del fútbol femenino, además de ser un objetivo deportivo, se situó desde un primer momento como un compromiso político. El Gobierno reafirmó en diversas ocasiones su promesa de crear la primera liga femenina y se convirtió en una propuesta del Ejecutivo por encima de un gesto futbolístico. Por ello, las críticas también se han centrado en los responsables políticos.
El comunicado de AFE, sin ir más lejos, recuerda el acto al que asistió Carmen Calvo y que sirvió como presentación de la conocida como Liga Ellas. Una presión que las jugadoras han trasladado al Consejo y que desde el CSD también orientan a los clubes. Son ellos, recalcan a este periódico, los que deben alcanzar un acuerdo para firmar unos estatutos. Y ante la falta de este, las jugadoras reclaman una intervención al CSD.
El Gobierno, trasladan a EL ESPAÑOL, mantiene sin duda alguna su compromiso de impulsar esta liga profesional de fútbol femenino. De hecho, cabe recordar, venía recogida su inversión en el Plan de Recuperación enviado a Bruselas. Sin embargo, sigue sin haber fecha para la conclusión de la negociación. Iceta recalcó que se iba a cumplir el objetivo y remarcó su actuación a un "plazo razonable" para que los clubes acuerden. Además, desde el CSD concretan que no se va a prolongar esta situación "eternamente". Si bien la intención es que los clubes pacten, si no hay avances dentro de ese plazo habrá intervención.
José Manuel Franco, en su última comparecencia en la Comisión de Cultura y Deporte, ha señalado que su "compromiso con la igualdad es indudable". Además, se destinarán cinco millones íntegros a la puesta en marcha de la competición. La situación es tal que incluso ha pedido "el esfuerzo de todos y todas" para que las negociaciones entre clubes se desatasquen. "No puede existir un atisbo de duda de la voluntad política de este gobierno".
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