La Generalitat de Cataluña apostará por proyectar la independencia a través del deporte en sus nuevos presupuestos para 2022. El acuerdo inicial, reflejado en el proyecto publicado, reafirma la intención del Govern de impulsar "el reconocimiento de las selecciones catalanas" para conseguir una mayor "presencia internacional del deporte catalán. Además, también se cita en varios apartados las opciones de albergar los JJOO" de invierno 2030 citándolo como 'Pirineus-Barcelona', una terminología que rechaza el gobierno de Aragón.

El proyecto de presupuestos para 2022 aún tiene que pasar la criba del resto de partidos políticos. Especialmente de la CUP, que no está por la labor de apoyar la candidatura olímpica tal y como viene repitiendo en los últimos meses. Este fin de semana será clave, pues el partido antisistema realizará una consulta con sus bases para saber qué hacer en la votación presupuestaria. Por el momento, ya han logrado que el Govern recule con la candidatura y retrase su oficialidad hasta 2022.

Los presupuestos, antes de cualquier modificación, prevén destinar al sector del deporte algo más de 70 millones de euros. Una cantidad que ven suficiente desde el ejecutivo catalán para convertirlo en una palanca de la recuperación tras la crisis del coronavirus y la prórroga de los presupuestos desde 2020. Además, también contarán con un respaldo al deporte femenino con el objetivo de "corregir las desigualdades actuales en el sector".

Pedro Sánchez y Pere Aragonés se saludan antes de la última sesión de la mesa de diálogo. Efe

Sin embargo, el deporte también servirá para llevar el nombre de Cataluña fuera de España y proyectar una imagen de país. Así se destaca en un apartado del proyecto de presupuestos. "Promover el deporte federado y de alto rendimiento en Cataluña, dando apoyo a los clubes y federaciones, impulsando el reconocimiento de las selecciones catalanas para promover la participación y la presencia internacional del deporte catalán", indica dicha memoria.

Este objetivo se logrará, entre otras vías, aumentando "las competiciones extranjeras de alto nivel en el CAR", potenciando "el CAR como miembro de la Asociación Mundial de Centros de Alto Rendimiento" o posicionando "el CAR y el INEFC -Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña- a nivel internacional como centros de investigación sobre el rendimiento deportivo y la educación deportiva".

La parte más llamativa es la de la impulsar "el reconocimiento de las selecciones catalanas" para proyectarse a nivel internacional. Una frase similar a la que ya había en los presupuestos de 2020, donde textualmente se recogía el objetivo de promover "el deporte federado y el alto rendimiento a Cataluña [...], dando apoyo a los clubes y selecciones catalanes para potenciar la participación y la presencia internacional del deporte catalán".

Xavi Hernández durante un encuentro con la selección de Cataluña en 2019. fcf.cat

Pese a este apartado en los presupuestos, la postura del Gobierno está lejos de aceptar el reconocimiento de selecciones autonómicas a nivel internacional. El caso más reciente es el de País Vasco, que incluso llegó a solicitar a UEFA y FIFA su inclusión en los respectivos comités. Una propuesta que desde el Ministerio no se apoyó y que fue rechazaba por ambos organismos.

El caso vasco, que es el que más avances ha tenido en los últimos tiempos, se sostuvo en el acuerdo entre PNV y PSOE en 2019 por el que el nuevo gobierno se comprometía a "abrir cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural". Sin embargo, ese apartado, según trasladaron a EL ESPAÑOL en su día, no estaba orientado a validar una selección vasca que no se apoya ni desde la Federación.

La candidatura 2030

Los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 podrían desarrollarse en España. Y concretamente en Pirineos. Sin embargo, el inicio de esta travesía no ha sido del todo positivo. El nuevo Govern lo situó como un objetivo de gobierno, pero la CUP, socio durante la legislatura, no está a favor. Por ello pidió como requisito una consulta ciudadana que aún no tiene fecha y que no contará con financiación. La CUP, después del reciente anuncio de la Generalitat de invertir 800.000 euros, ha logrado que se retire dicha partida y que no se presente la candidatura hasta 2022 una vez se conozcan los resultados.

Esa división dificulta y mucho el proceso de convencer al COI. Pero, por si fuera poco, hay que sumarle la tensión con Aragón. A lo largo del proyecto de presupuestos se habla de "concretar" la candidatura "Pirineus-Barcelona". "Por último, por el revulsivo que puede generar en el sector y el legado positivo que puede dejar en los territorios de montaña, se considera necesario colaborar, mediante la asistencia técnica y la dinamización deportiva, en el proyecto de candidatura olímpica Pirineus- Barcelona", llega a enfatizar la memoria de Presupuestos 2022.

La clave está en esa terminología que no gusta al gobierno aragonés. Los de Lambán han pedido igualdad de condiciones para apoyar la candidatura pirenaica. Y el primer paso es evitar que Aragón se quede sin protagonismo en el nombre. "Estamos todos expectantes a que acepte la Generalitat que los JJOO solo se organizan si los que hacen la propuesta se atienen a las normas del COI", aseguró hace unos días Lambán, que destacó que "las representaciones empresariales se pronunciaran a favor" y "en los términos que la plantea el Gobierno de España".

Por el momento, el español Samaranch, vicepresidente del COI, ya ha reclamado la necesidad de una mayor "unanimidad" para impulsar la candidatura. Sin embargo, la CUP puede frenarla con su votación en los presupuestos y las discrepancias con Aragón complicar esa unidad que reclaman el resto de instituciones.

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