La NFL ha vuelto a dar que hablar y otra vez por un caso de violencia. Esta vez no ha tenido que ver con asuntos raciales, si no con el escándalo que ha protagonizado una de las estrellas de la competición. Se trata de Dalvin Cook, una de las grandes estrellas de los Minnesota Vikings, quien ha quedado señalado tras las denuncias de su pareja.
El runningback del equipo de Minnesota ha sido acusado por su pareja de haberle agredido físicamente después de haber mantenido una relación durante los últimos tres años. La que hasta ahora ha sido su novia, Gracelyn Trimble, asegura que Dalvin le agredió en repetidas ocasiones y que por eso ella se vio obligado a denunciarle.
De hecho, en las repetidas acusaciones que pesan ahora contra el jugador de los Minnesota Vikings, Gracelyn aportó varias fotos donde se apreciaban las repetidas lesiones que este le habría provocado supuestamente. Pero estas no eran las únicas pruebas con las que Trimble pretendía probar sus palabras.
Dentro de las denuncias interpuestas contra el jugador de la franquicia de Minnesota, Gracelyn también añade varias conversaciones telefónicas en las que Dalvin aparece suplicando por su perdón tras haberle propinado repetidos golpes. De esta forma, la expareja de Cook señala que si hay peticiones de perdón es porque ha habido agresiones previas y de esa manera prueba las acusaciones contra él.
Dalvin Cook en un calentamiento con los Minnesota Vikings
El caso de Dalvin es uno más que se une a la larga lista de denuncias y acusaciones que pesan contra jugadores de la liga de fútbol americano que deberían estudiarse de manera inmediata por parte de la dirección de la competición. Ya son muy repetidas las ocasiones en las que jugadores de la NFL se han visto salpicados por algún tipo de incidente similar, casi siempre relacionados con la violencia, pero también tocados por tintes sexuales y en ocasiones racistas.
El origen del conflicto
El conflicto entre Dalvin y Gracelyn tiene una importante historia detrás que hace todavía más cruel la actuación de la estrella de los Minnesota Vikings. La relación de pareja de ambos se empezó a torcer poco después de que ella se quedara embarazada de Cook. Cuando todo parecía que iba viento en popa, se produjo el desastre.
Gracelyn sufrió un aborto espontáneo que, lógicamente, le obligó a estar un tiempo en el hospital. Fue justo durante ese periodo cuando Dalvin aprovechó para serle infiel con otra mujer y comenzar una relación paralela que, por otro lado, tenía los días contados. El engaño no duró mucho tiempo, ya que Trimble se enteró de lo sucedido todavía estando en el hospital.
Esto puso contra las cuerdas al jugador y la relación entre ambos estuvo de quebrar, ya que el comportamiento de Cook no podía haber sido más ruin. Mientras su pareja se recuperaba maltrecha en el hospital de la pérdida del hijo que habían tenido en común, el jugador de los Vikings pasaba el rato con su amante.
A pesar de que la relación parecía estar herida de muerte, finalmente no fue así ya que Gracelyn accedió a perdonar al icono de la NFL y a comenzar de cero su historia con él. Ella, que era veterana del ejército de Estados Unidos, tiró de paciencia para reconducir sus pensamientos hasta que estalló el escándalo por violencia sexista entre ellos.
Dalvin Cook en un partido con los Minnesota Vikings
Después de haber conseguido su perdón, Cook habría agredido en varias ocasiones a su pareja antes de dar por finalizada una relación que ha sido de lo más tormentosa casi desde su arranque. Una unión que ha durado poco más de tres años y que ha terminado de la peor manera posible.
El año 2020 fue la clave de todo, ya que fue entonces cuando decidieron separarse para, unos meses después, volver a entablar una relación. Sin embargo, la calma duró poco, ya que aparecieron esas acusaciones de supuestos malos tratos contra Cook y todo estalló de nuevo por los aires.
La defensa de Cook
El caso, que va para largo, no termina con la denuncia de Gracelyn Trimble sobre su expareja, ya que la defensa del jugador de la NFL, con su equipo de abogados a la cabeza, se ha propuesto dilatar la contienda más allá de lo que nadie podría sospechar, lo que ha provocado un efecto devastador en la pareja de la estrella de los Vikings.
La primera de las artimañas ha sido utilizar en su favor el aborto sufrido por Gracelyn, alegando que esta triste circunstancia había provocado una cierta debilidad mental en la demandante que había degenerado un desequilibrio. Una pérdida muy dura que no había podido superar y de la que culpaba a Cook en un arrebato de locura.
De hecho, las acusaciones en este caso son tan graves que se llega a hablar hasta de un cierto trastorno de personalidad por parte de ella. La definición que han querido dar por parte de la defensa de Dalvin es que Gracelyn mutó a una persona emocionalmente abusiva y físicamente agresiva. De esta forma, quieren darle la vuelta al caso, siendo ellos, no solo quienes nieguen los hechos, sino quienes acusen y señalen a la propia Gracelyn.
Dalvin Cook celebra una buena acción en un partido
El equipo que defiende al jugador de los Vikings va más lejos y señala que, estando ya separados, Trimble irrumpió en casa de Cook en una ocasión armada y amenazándole, por lo que no le quedó más remedio que actuar con fuerza para reducir a su amenazante. La batalla entre las dos partes, acusaciones mediante, continúa y parece ir para largo.
El último de los pasos dados en el caso ha sido la acusación por parte de la defensa de Cook de un intento de extorsión hacia el entorno de su expareja. Además, están convencidos de que podrán desmontar estas acusaciones de supuesto maltrato y de que finalmente la verdad saldrá a la luz y les sonreirá.
Otro caso más en la NFL
La tendencia que han llevado las investigaciones apuntan a que Dalvin Cook tendría muy complicado salir indemne del caso. Esto supondría un nuevo escándalo que mancharía a la NFL, una competición que en los últimos años se está habituando a ser protagonista en el mundo entero porque cada vez más casos oscuros y relacionados con la violencia trascienden.
De momento, en el caso de Cook, todo sigue parado y el jugador sigue gozando de su presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, por lo que no se le ha prohibido disputar los próximos partidos con su equipo. Será la resolución del caso la que marque la disponibilidad del jugador en las próximas fechas, aunque muchos piden desesperadamente que la NFL se ponga manos a la obra para intentar reducir la cuota de escándalos relacionados con la violencia, ya sea callejera o doméstica, que han protagonizado algunos de sus jugadores.
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