Los miles de millones que Pep Guardiola se ha gastado en fichar a jugadores de fútbol durante su estancia en el Manchester City le han permitido ganar la Premier League, la FA Cup, la Carabao Cup y una cantidad de partidos con los que ha batido todos los récords. El último fue Jack Grealish (Birmingham, Reino Unido, 1995), la gran ilusión de la selección de Inglaterra, y todavía tiene que confirmar el éxito de su operación que roza los 120 millones de euros. Pero el futbolista no deja de meterse en líos.
Este jugador ofensivo desde muy joven entró en uno de los dos grandes clubes de la ciudad en la que nació, el Aston Villa. Con seis años era un 'Villan' más y fue creciendo como la espuma. En una cesión en 2013 al Notts County terminó de explotar y le dieron las llaves de Vila Park. Con 19 años comenzó a ser un jugador interesante en un club que se movía entre el Championship, la segunda división inglesa, y la máxima categoría del fútbol inglés.
La leyenda se forjó durante 213 partidos, en los que marcó 32 goles y repartió 43 asistencias. Eso le permitió entrar por la puerta grande en la selección inglesa, donde se convirtió en pieza clave tanto para clasificarse para la Eurocopa como ya dentro del torneo. Junto a sus compañeros británicos llegó a la gran final, pero no pudo completar el relato del 'Football is Comming Home' al caer ante Italia. No pudo decir que fue un mal verano, porque se marchó al City.
Ahí se convirtió en el primer jugador inglés por el que se pagan más de 100 millones de euros, no británico porque ahí está Gareth Bale. Los citizens reclutaban a un hombre clave para buscar por fin la Champions League que tanto ansían desde que el conglomerado de Abu Dhabi entró en el club. Pero el jugador, en este tiempo, ha sido más noticia por sus escándalos amorosos o por estar presente en juergas donde después ocurrieron delitos que por su rendimiento sobre el campo.
Una ruptura
Lo último ha sucedido esta semana. La estrella de Inglaterra y fichaje multimillonario del City este último verano recibió un ultimátum de su novia de toda la vida, Sasha Attwood, por los rumores que han surgido en la prensa inglesa en los últimos días sobre sus citas secretas y conversaciones telefónicas con Emily Atack, una de las caras más visibles de la televisión del Reino Unido. El "solo somos amigos" del futbolista ha acabado con un "ella o yo" de su pareja.
La prensa inglesa explica que la modelo de 25 años se enteró de lo que había estado sucediendo poco después de la victoria de Inglaterra por 5-0 en la clasificación para el Mundial 2022 sobre Albania el viernes. Los rumores también dicen que Emily y Grealish se conocieron a través de una aplicación de citas para famosos muy conocida: Raya. Hasta que el futbolista no se pronuncie públicamente sobre lo sucedido, se desconoce la decisión final. Pero los medios apuntan a que en la noche del martes la pareja se reunió para decidir su futuro.
Los abusos de Mendy
El mes de octubre ha sido difícil para Grealish. El fichaje estrella del Manchester City este último mercado de fichajes de verano, puede ser citado como testigo en la investigación que se está desarrollando en torno a Benjamin Mendy. La noticia de la detención del francés ya supuso un terremoto en el Manchester City, que vio cómo uno de sus jugadores tenía que ser suspendido temporalmente, pero también podría afectar a su nuevo futbolista.
El joven jugador inglés, apunta dicho medio, estuvo horas antes con Benjamin Mendy y con Riyad Mahrez. Los tres jugadores del City salieron en su tiempo libre, aunque solo el francés, después de esa 'quedada' con sus amigos, cometería presuntamente los delitos de agresión sexual y violación. Además, las tres estrellas compartieron momentos en un club nocturno de la ciudad. Por ello, en caso de que finalmente sean citados alguno de los dos, sería solo en calidad de testigo y no por tener ninguna vinculación con los presuntos delitos.
La Covid-19
Jack Grealish dejó un gran recuerdo en el Aston Villa. Fue el capitán del equipo y siempre quedará como uno de los ídolos de la grada del Villa Park. En marzo de 2020 el coronavirus había puesto a todo el mundo contra las cuerdas, pero el futbolista se creyó por encima del bien y del mal. El jugador había pedido este fin de semana en las redes sociales del club de Birmingham que sus aficionados respetaran el confinamiento y no salieran de sus casas. Él no dio ejemplo.
El inglés, después de hacer ese vídeo, tuvo un accidente con el coche. Grealish estrelló su Range Rover de 78.000 euros contra varios coches que estaban estacionados en la calle. Según explicaron los medios ingleses, el jugador volvía de una fiesta privada en otra casa. No trascendió si hubo otros jugadores relacionados con este suceso. Pero lo curioso es que, según fotografió un aficionado, el jugador aparecía en pantuflas, en zapatillas de andar por casa.
Violencia
No fue la única en el Aston Villa. Corría marzo de 2019 cuando se estaba disputando el derbi de Birmimgham entre los Villans y los Blues. En el minuto 8 de la primera mitad, un espontáneo saltaba al terreno de juego para correr y pegar un puñetazo al capitán del equipo visitante en esa tarde. ¿Quién era? No podía ser otro que Jack Grealish. Eso sí, después metería el gol del triunfo para colocar a su equipo más cerca del ansiado ascenso que terminaron consiguiendo.
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