Los dos principales clubes del fútbol portugués actual se han visto involucrados en investigaciones por corrupción en los últimos meses. Benfica y FC Porto, tercero y primero de la liga lusa y con opciones de meterse en octavos de final de la Champions League, han visto cómo la policía portuguesa ha entrado en sus oficinas en el marco de la 'operación Tarjeta Roja'. Una investigación que involucra a representantes de jugadores y que ha manchado el fútbol luso en el último año.
El Oporto, horas antes de la jornada de Champions League, ha sido quien ha recibido la visita de las autoridades policiales en sus oficinas. Tal y como confirmaron medios lusos, la policía entró para recabar información sobre un posible "fraude fiscal, estafa, abuso de confianza y blanqueo de capitales relacionados con traspasos de futbolistas y circuitos financieros" que involucran "a intermediarios en estos negocios". Estos registros han afectado a, entre otros, el hijo del presidente del club Jorge Nuno Pinto da Costa y se cifran las comisiones en más de 20 millones de euros.
Los datos que se buscan y que sugieren un posible delito de fraude fiscal corresponden al año 2017 y se extienden hasta la actualidad. Esta operación Tarjeta Roja, de hecho, ya obligó a intervenir las oficinas del Oporto y el Portimonense el pasado mes de mayo. Entonces, se investigaron los negocios enre los clubes, así como posibles delitos de fraude y blanqueamiento, y fue investigado el mismo presidente Da Costa.
Uno de los casos que se están estudiando es el de Eder Militao, ahora en el Real Madrid. El central fue traspasado al Real Madrid por 50 millones de euros y el 100% de los derechos. Sin embargo, según se investiga, el Oporto destino parte del dinero percibido a varios intermediarios. El club blanco no está señalado, sino que las irregularidades forman parte de este entramado de los clubes portugueses con agentes y empresarios.
El Benfica, primer señalado
La intervención en las oficinas del Oporto no es repentina, sino que hace unos meses ya se produjeron registros similares e incluso con detenciones en las instalaciones del Benfica. Los movimientos policiales se remontan al pasado mes de julio, después de esas intervenciones de mayo en las oficinas del Oporto y el Portimonense. Luis Filipe Vieria, ahora expresidente del Benfica, era detenido por presuntos delitos fiscales y blanqueamiento de capitales.
Al igual que en el caso reciente del Oporto, la intervención se incluyó dentro de la 'operación Tarjeta Roja' y acabó con la detención del hijo del presidente. Entonces, la Fiscalía sospechaba de que Filipe Vieria utilizó una cuenta en Suiza para ocultar determinados fondos. Además, el montante total de los negocios relacionados con el dirigente se movía en torno a los 100 millones de euros. El escándalo fue tal que el presidente tuvo que dimitir. Meses después, ha sido el Oporto el afectado.
Así las cosas, los dos clubes portugueses con más proyección europea por su participación en la Champions League se han visto salpicados por la presunta corrupción de sus cúpulas directivas. La 'operación Tarjeta Roja' continúa avanzando con el fraude fiscal y blanqueamiento de capitales como principal delito.
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