Si le hablan de Terry Eugene Bollea, es probable que como casi nadie, por no decir nadie, no sepa de quien se trata. Si lo hacen de Hulk Hogan (Georgia, Estados Unidos; 1958) y ha sido fan de la lucha libre, y no necesariamente, es imposible que no reconozca ese nombre. Terry y Hulk Hogan son la misma persona, aunque es con el apodo con el que se hizo conocido mundialmente durante los años 80.
Durante una década, entre 1983 y 1993, Hulk Hogan cambió el modo de entender el wrestling en todo el planeta. Sus peleas en la WWF (ahora WWE) son parte de la historia de este deporte, como el salto que dio a la WCW, empresa rival del imperio de los McMahon, en 1994. Una leyenda, la mayor, de una disciplina que aquí en España triunfó bajo el nombre de pressing catch.
En 1979 tuvo su primera pelea en WWF y la última vez que se subió a un ring para combatir fue el 21 de febrero de 2013 en IMPACT, otra empresa de wrestling norteamericana. Eso son 34 años de carrera en los cuadriláteros, retirándose a los 60. Hoy en día tiene 68 años y lo último que se desprende sobre el estado de la leyenda del wrestling no es nada bueno.
El encargado de dar parte de Hulk Hogan ha sido el que fuera su archienemigo dentro y fuera del ring durante años y ahora amigos en la última parte de la vida de ambos, Ric Flair (Tennessee, Estados Unidos; 1949). En unas recientes declaraciones, The Nature Boy habló del Hulkster: "Está teniendo algunos problemas de salud muy graves, pero me sigue el ritmo. Nos apoyamos unos a otros, en los buenos y malos momentos".
Sus palabras han hecho saltar las alarmas. Y añadió cómo su rival en otros tiempos le apoyó también a él en un momento difícil de su vida: "Cuando estaba en el hospital, voló ese día como todos los demás que vinieron a verme... Hulk fue amable, Jimmy Hart fue genial. No recuerdo haberlos visto porque estaba en coma, pero hicieron el esfuerzo de ir a verme".
Estas declaraciones han llegado poco después de unas imágenes que hicieron crecer la preocupación entre los aficionados del wrestling y en las que se veía a Hogan muy deteriorado, hasta el punto de tener dificultades para mantenerse en pie.
La que también habló hace poco de Hulk Hogan fue su hija Brooke. Ella reveló a finales de octubre el calvario físico que ha sufrido su padre tras tantos años ligado a la lucha libre: "Si contamos cuántas cirugías ha tenido en los últimos 10 años creo que estaríamos hablando de unas 25. Ha tenido en ambos hombros, en uno de sus bíceps, en la rodilla, en la parte lumbar… y tuvo uno de sus hombros inmovilizado todo el año pasado. Eso fue un desastre. Pasó varias resonancias magnéticas y fue algo de gran importancia, así que tuvimos que volver atrás y deshacer toneladas de terapia física. Le han reemplazado las dos rodillas varias veces, creo que dos veces en ambas, le han hecho las caderas, ha tenido problemas en los codos... Así que sí, ha tenido tantas cirugías… Una tonelada".
Brooke entonces lanzó un mensaje positivo tras someterse su padre a una nueva intervención: "La última que acaba de tener finalmente fue como la que le ha aliviado todos sus males. En este momento, se siente muy bien. Está entrenando dos horas en el gimnasio todos los días. Todavía está avanzando". Reina la incertidumbre y el propio Hogan ha querido mostrarse en sus redes con una foto en la que saca músculo.
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