La política obliga a la MLS a contar con "negros" o personas LGBTQ+ en cada equipo: diversidad por ley

Este domingo la MLS daba un gran espectáculo con la final de su Copa entre el New York City y los Portland Timbers. El partido se decidiría en la tanda de penaltis donde Sean Johnson, portero del equipo neoyorquino, fue protagonista. Él mismo sería el hombre que levantaría el título. Un negro. Esta competición lleva varios años trabajando para conseguir que la principal competición de fútbol de Estados Unidos sea inclusiva y todas las razas y sectores de la población se vean representados.

A comienzos de la semana la competición hacía un anuncio histórico. Impulsaría una nueva política de diversidad. Don Garber, comisionado de la MLS, ha trabajado durante el último año con su Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión y los propios clubes miembros de la institución para llevar más allá un protocolo de actuación que ya existía y ahora irá más lejos. Los 28 clubes estarán obligados a que, entre sus candidatos a ocupar el banquillo o cualquier puesto directivo.

Todo esto llega tras una temporada en la que se vivió el episodio de Diego Chará. El futbolista de los Timbers recibió presuntamente un insulto racista del argentino Franco Fragapane. La Major League Soccer anunció que se encontraron resultados "no concluyentes". El protagonista se sorprendió mucho sobre el desenlace después de que el compromiso contra el racismo de esta entidad se pueda ver en acciones como el Black Player for Change que combate contra las injusticias sociales.

Ahora, la MLS requerirá que los clubes incluyan al menos dos candidatos finalistas que pertenezcan a una minoría para formar parte del cuerpo técnico u otros puestos de las entidades y también especificó sanciones para las organizaciones que violen esa política. Esta medida llega a una Liga en la que de 28 equipos, solo tres entrenadores principales son negros, pero también tiene ocho latinos. El objetivo es que también se visibilice el colectivo LGTBIQ+.

Negros y latinos

"Estamos muy concentrados en asegurarnos de tener la representación adecuada y dar las oportunidades adecuadas. Esa es la responsabilidad y obligación de todas las empresas, ya sea aquí o en todo el mundo. Todos tenemos que tener un despertar de lo que sucedió durante el último año y asegurarnos de que estamos haciendo nuestra parte. Es nuestro intento de marcar la diferencia", explicó Garber al presentar este cambio en la política de diversidad de la MLS.

Desde 2007 se implantaron unas medidas dentro de este programa donde los clubes solo debían entrevistar al menos a un candidato que no fuera blanco. Ahora la competición pondrá multas que irán desde los 50.000 dólares en primera instancia a los 100.000 en segunda cada vez que no cumplan con el cometido. Dentro de las minorías se tendrán en cuenta a negros, mujeres, latinos, nativos americanos, asiáticos, hawaianos, indígenas canadienses y miembros de la comunidad LGTBIQ+.

Gonzalo Higuaín, con el Inter Miami Inter Miami

Cabe destacar, en clave España, la diferencia entre latinos e hispanos que se establece. En Estados Unidos, el latino se reconoce a las personas provenientes de América Latina, incluido Brasil, pero se excluye a España. Sí que se incluye cuando se habla de hispanos, que se identifican como de origen hispanohablante y trazan su origen o ascendencia de México, Puerto Rico, Cuba, América Central y del Sur, y otros países de habla hispana. Es decir: un español no cuenta dentro de lo que pide la MLS.

El impulso por una mayor representación en la comunidad negra del fútbol se arraigó durante las protestas públicas más amplias el año pasado, como el movimiento Black Lives Matter. "Parte de nuestro objetivo era dar a los jugadores negros una voz en nuestra liga y promover las desigualdades de derechos humanos a través de programas y políticas que abordan el racismo sistémico", explicó el portero negro del New England Revolution, Earl Edwards.

El género

En noviembre, el Instituto para la Diversidad y la Ética en el Deporte (TIDES) otorgó a la MLS una calificación A por sus prácticas de contratación racial. Pero también hubo una calificación B general, al tomar en cuenta la calificación C por sus prácticas de contratación de género. Es por lo que ahora se impulsa dentro de los grupos minoritarios a los miembros de la comunidad LGTBIQ+. 

Las pautas se evaluarán anualmente "en base a los datos de entrevistas y contrataciones, y se realizarán cambios si se determina que la política no está logrando los resultados previstos", explicó el comisionado de la MLS. Mientras siguen proyectando que haya más equipos en esta liga, se busca a la vez que sea lo más integradora posible.

Aún así, se ha abierto una agria polémica en los sectores más conservadores del país en torno a estas decisiones de la liga de soccer; una competición en crecimiento, pero que no termina de establecerse en la cultura de Norteamérica.

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