El Elche prosigue su andadura por La Liga desde su último ascenso con la intención principal de seguir un año más en la élite del fútbol español. Al frente de este equipo hay un hombre cuya historia comienza lejos de las frías oficinas y cerca del verde césped. Christian Bragarnik entró en el mundo del fútbol argentino de la mano de capitales mexicanos que le hicieron crear una red de jugadores y entrenadores que le permitió entrar también en Europa después de no triunfar como jugador.

Fue un futbolista amateur sin demasiada calidad, Bragarnik era un desconocido para la mayor parte de los argentinos, pero en pocos años ha levantado un imperio que le permite controlar a más de 100 jugadores, 20 entrenadores y haber sido el último representante de Diego Armando Maradona. En Argentina ya no pasa desapercibido y más de una vez fue mirado de reojo, como si fuese el hombre que mueve muchos de los hilos invisibles de la AFA, una especie de titiritero del poder.

Como consecuencia del amateurismo que reina en la última categoría del fútbol argentino, administraba un videoclub en el barrio porteño de Flores. Entre su trabajo y sus estudios en la carrera de abogacía, encontraba tiempo para editar videos relacionados al fútbol y más precisamente a futbolistas, hasta que un día en 2001, le llegó una oportunidad única. El padre del jugador Mariano Monroy le dijo que fuera a verle para hacerle un vídeo, pero es que se puso a los mandos de la negociación de su futuro.

Christian Bragarnik, en el palco del Martínez Valero. Elche CF

Desde ese día, comenzó a forjarse esa identidad por la que le califican como el empresario más influyente del fútbol argentino. Fue el inicio de un ascenso meteórico que le ha llevado a encontrarse con los presidentes de los grandes clubs europeos gracias a controlar al equipo ilicitano, que encadena la segunda temporada consecutiva en Primera con él en el palco, a pesar de haberse hartado de cambiar técnicos. Este sábado, ante el FC Barcelona (18:30 horas), tiene una nueva prueba en el Camp Nou.

Creció como la espuma

Su carrera en los despachos se disparó en el fútbol mexicano, el punto intermedio para su asombroso salto entre los campos de tierra de su país hasta la liga en que la que su nuevo club enfrenta a Real Madrid, Barça y Atlético de Madrid. Bragarnik tuvo éxito deportivo pero, como ya había entendido que las leyes del fútbol favorecen a los empresarios y no a los clubes, decidió enfocarse como representante y no como dirigente.

Sí que asesoraba a algunos clubes. Tuvo influencia en el Xolos de Tijuana, propiedad de Jorge Hank Rhon, exalcalde de la ciudad detenido en 2011 en su residencia con 88 armas de fuego y 9.000 cartuchos. Estas amistades le han seguido durante toda su carrera ya que siempre ha vivido bajo la sombra de las dudas de la procedencia de sus ingresos con los que ha ido creando una gran fortuna.

Benedetto celebra un gol del Elche ante el Espanyol EFE

Bragarnik tendió un triunfal puente entre México y Argentina. En su país los clubes de fútbol son sociedades civiles sin fines de lucro y no están permitidos los accionistas, pero por una zona gris del reglamento presentó en 2009 un proyecto para Defensa y Justicia, un humilde club de la zona sur del Gran Buenos Aires al que en pocos años le cambió la vida: bajo su orientación, y con mayoría de sus jugadores y entrenadores, Defensa pasó del ascenso a las competiciones sudamericanas.

Maradona en su vida

Fortalecido al norte y al sur de América, en México y Argentina, el resto de los clubes de su país, incluso dos de los más grandes como Boca y Racing, también recurrieron a sus contactos. Entabló amistad con el presidente del primer equipo entre 2011 y 2019, Daniel Angelici, y se ganó la confianza del actual titular de la AFA, Claudio Tapia, quien le abrió las puertas de la selección argentina. Cuando Maradona lo llamó para que lo representara, Bragarnik desempolvó sus viejos contactos en México para llevarlo al Dorados de Sinaloa.

Sin embargo, Bragarnik quería cruzar el Atlántico: de su amplia cartera de futbolistas, que incluye otros 23 en la segunda categoría del fútbol argentino, sólo dos juegan en las principales ligas de Europa: Darío Benedetto en el Olympique de Marsella y Lisandro Martínez en el Ajax. En 2019 se interesó por el Elche. Primero llevó a la selección argentina a jugar al Martínez Valero y, ya en diciembre, su empresa Score Club 2019 compró el 58% del club.

En mayo de 2020 sumó más acciones para hacerse prácticamente con todo el club. Desde entonces ha movido jugadores sudamericanos hacia Europa a través de su Elche y ha sido criticado por la gestión con sus entrenadores, los cuales cuando han salido, han bufado contra Christian Bragarnik. Su imperio sigue creciendo y la sensación en la ciudad alicantina es que está de paso para dar un salto mayor con algún grande. De momento, trata que ese club importante sea el ilicitano.

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