Cada vez más clubes europeos, especialmente en Inglaterra, Italia y Francia, son adquiridos por capitales extranjeros, muchos de los cuales son estadounidenses, y a menudo por empresarios sin aparente conexión con el mundo del fútbol. No es el caso de Dragan Šolak, el nuevo propietario del Southampton, que se trata de un magnate serbio a cargo de una compañía televisiva que gestiona los derechos de la propia Premier League en el Este de Europa.
Y no es el que el equipo del sur de Inglaterra estuviera en manos británicas. El empresario chino Jisheng Gao ha estado buscando vender la participación del 80 por ciento que compró de los Saints en 2017 desde hace varios años. El otro 20 por ciento lo gestiona la empresaria suiza Katharina Liebherr, la misma persona que tenía toda la propiedad del club antes de que vendiera esa parte al fondo Lander Sports Investment por 230 millones de euros.
El club es uno de los pocos de la Premier que ha logrado alcanzar la rentabilidad sostenida en las últimas temporadas, después de estar al borde de la suspensión de pagos en 2009. Desde entonces, y tras la compra del club por el padre de Liebherr, el club enderezó el rumbo y ha acumulado un beneficio neto de más de 50 millones de libras entre 2012 y 2016. De hecho, consiguió dejar de ser un club ascensor entre el Championship y la Premier League. Se han asentado en la máxima categoría desde 2012.
El club del que salieron jugadores como Alan Shearer, Matt Le Tissier, Gareth Bale o Theo Walcott tiene un nuevo propietario. La compañía de inversión en la industria del deporte y del entretenimiento Sport Republic se ha hecho con el control del Southampton por 119,1 millones de euros. El objetivo es dar un paso adelante como han dado otras entidades como el West Ham United y la Premier League sigue la tendencia de grandes magnates que vivió su máximo ejemplo con la compra del Newcastle United por el capital de Arabia Saudí.
Un magnate serbio
Es de Serbia, pero trabaja desde Inglaterra. Con sede en Londres, Sport Republic es una empresa de inversión que centra su capital en la industria del deporte y el entretenimiento. Fundada por Henrik Kraft y Rasmus Ankersen y respaldada por el magnate serbio de las comunicaciones e inversor principal Dragan Šolak, la compañía aplica análisis de datos con el objetivo "de ayudar a las empresas deportivas y las empresas de tecnología deportiva a alcanzar su máximo potencial", según explican en su página web.
El patrimonio neto del empresario está valorado en mil millones de libras, alrededor de 1.200 millones de euros. El multimillonario serbio fundó United Group en la década de 2000 y vio a su empresa convertirse en multinacional, con más de 40 sedes en ocho países diferentes. Según la prensa serbia, en los últimos años Solak "ha escapado del centro de atención" mientras acumulaba más y más riqueza. Hasta 2008, Solak se desempeñó como CEO y a partir de ese momento se convirtió en el presidente de la compañía. Hoy en día, es responsable de la orientación estratégica.
Se estima que United Group genera más de 2.000 millones de euros al año. Bajo la dirección de Šolak, la compañía pasó de ser un pequeño operador de cable serbio a convertirse en un líder regional en el suministro de banda ancha y telefonía móvil, entre otros servicios. Sus canales de TV han comprado los derechos de la Premier League en Grecia, Bulgaria y Serbia, por lo que desde la organización de la liga han puesto aún menos objeciones al movimiento.
Además, Solak también fundó otras empresas a lo largo de su carrera. Uno de ellos es la productora de cine VANS, fundada en 1990 junto con otros entusiastas amigos del séptimo arte. Es un gran apasionado del golf siendo una figura crucial para el crecimiento de este deporte en los Balcanes y en todo el mundo como miembro de Eligo Golf, una empresa de campos de lujo.
Sobre su familia, no hay tanta información, ya que Solak siempre ha sido bastante discreto, a pesar de ser uno de los empresarios más importantes de Serbia. Todo lo que se sabe es que está casado con Yldz Avasolu Solak.
El proyecto del Southampton
"Seremos un propietario activo y comprometido, pero no iniciaremos ninguna revolución; nos atrajo el Southampton porque ya es un club bien gestionado que sigue una estrategia claramente definida", señalaba Henrik Kraft, presidente de Sport Republic. El club inglés cerró el ejercicio 2019/2020 unas pérdidas de 85,3 millones de euros y los ingresos de la entidad cayeron hasta los 141,2 millones de euros. Así que tienen trabajo por delante.
Lo cierto es que la pandemia ha bajado los ingresos del fútbol y, por extensión, también ha bajado el precio de los clubes. Son un gran negocio ya que, después de pagar 120 millones para hacerse con la mayor parte del club, resulta paradójico que la entidad, solo en derechos televisivos, recibió 125 millones de euros.
Lo cierto es que el fútbol es un deporte global y que cada vez es más grande, incluso en mercados donde nunca fue fuerte, como Estados Unidos. Aston Villa, Burnley, Crystal Palace y West Ham tienen detrás este tipo de inversión, además de otros grandes como Liverpool, Manchester United o Arsenal. Ahora llega el dinero desde Serbia, una incógnita en cuanto a otras experiencias previas. Lo más cercano es la presencia del magnate ruso Román Abramóvich en el Chelsea.
[Más información: Un millonario de 23 años compra un club histórico de la Premier]