Gerard Moreno (Santa Perpètua de Mogoda; 1992) terminaba la temporada pasada como el máximo goleador español y con su segundo Trofeo Zarra consecutivo. Tuvo su momento en la Eurocopa, hizo el trabajo que Luis Enrique le pidió y marcó en la tanda de penaltis ante Italia que envió a España para casa en semifinales. Y cuando parecía que el síndrome del delantero nacional de un día aparecía en el jugador del Villarreal C. F., tras un inicio de campaña marcado por las lesiones, el catalán se empeña en demostrar que es el mejor.
En abril llegará a la treintena y lo hará con su madurez en el punto más alto. No son sólo sus goles, es todo lo que genera en el fútbol ofensivo de su equipo y los recursos que aporta incluso jugando lejos del área. Unai Emery parece haberle encontrado su sitio ideal en esa posición de falso extremo derecho desde la que parte para moverse por todo el flanco de ataque del Villarreal por detrás del punta. Ahí hace mejor al otro delantero.
Se ha metido a todo Villarreal en el bolsillo. Es historia del club amarillo como máximo goleador en Primera División. Nada nuevo en un jugador que no ha dejado de marcar desde que se pusiera unas botas, aunque sorprendente si se tiene en cuenta que no lo tuvo fácil hasta llegar a la élite y que ha explotado del todo en su madurez.
Una vez asentado en La Cerámica, sus números son estratosféricos y el foco apunta a dos objetivos: hacer grande al equipo castellonense en Champions League otra vez (se enfrenta en octavo de final a la Juventus) y llegar al Mundial como el delantero de España sin dudas.
Andando se hace el camino y este domingo amenaza al Atlético de Madrid (21:00 horas). Después de la decepción copera del día de Reyes, los de Emery se centran en seguir escalando en La Liga como venían haciendo desde el final del año pasado. El delantero que firmó este verano hasta 2027 siendo la gran apuesta de la familia Roig para dar el paso adelante y asentarse en la élite tiene ese gran objetivo entre sus pies para este 2022 antes de pensar en su candidatura con la Selección.
Un duro ascenso
Todavía en edad de benjamines, el Espanyol lo fichó porque ya destacaba en su idilio con el gol, entonces en la Damm. Moreno debió ganarse las habichuelas porque al entrar en edad juvenil, el equipo catalán le echó al entender que no tenía cuerpo para triunfar.
Por lo que se fue al Badalona y en el segundo curso reventó los registros de la categoría de Liga Nacional con 42 tantos. Éxito que el Real Madrid quiso comprar para La Fábrica. Se le adelantó el Villarreal, club con el que marcó 35 dianas en su primera temporada para luego convertirse, sucesivamente, en el máximo goleador de Tercera y Segunda B.
Ese paso por Badalona le marcó de por vida. Gerard ahora quiere hacerse con el club, que pasa por un momento delicado. El pasado octubre inició un proceso de reconversión hacia una Sociedad Anónima Deportiva y el delantero busca socios para relanzar la entidad. Había una reunión prevista antes de Navidad, pero quedó aplazada. Seguramente en las próximas semanas haya noticias sobre esta cuestión.
Volviendo a Villarreal, en su mejor temporada se encontró el problema del descenso de Primera División que arrastraba también al filial a Segunda B y al C a Tercera. El equipo B se le quedaba pequeño y parecía que el club Groguet no iba a apostar por el delantero para la categoría de plata. Los movimientos que hacia no se entendían primero porque fue cedido al Mallorca para jugar en Segunda, donde cogió impulso porque marcó 12 dianas para salvar al equipo del descenso.
Tras eso, Moreno regresó a La Cerámica, se atornilló en el primer equipo y en el banquillo, reserva de Baptistao y Bakambu, hasta que decidieron venderlo al Espanyol por 1,5 millones, aunque con la condición de quedarse con la mitad de su ficha federativa.
Suficiente para poder recomprarlo años más tarde 20 millones mediante. Ya era ídolo de muchos periquitos como para él lo fue Tamudo. De hecho, ha reconocido que le gustaría retirarse en el conjunto de la ciudad condal. Es difícil que se mueva ahora de Villarreal con la cláusula de 100 millones que le acompaña.
La competencia
Si se habla de gol en España no se puede pensar en otra persona que no sea Gerard Moreno. Esta temporada veía portería en la Liga de Campeones, la única competición que le quedaba para ser el único jugador de la historia en el Villarreal que ha marcado en todos las competiciones y en las dos finales disputas por el club amarillo. Fue protagonista en la Europa League que levantaron los castellonenses y en la Supercopa de Europa que tocaron con sus yemas ante el Chelsea.
Luis Enrique ha optado por varias opciones para el ataque en las últimas llamadas, en las que Moreno ha sufrido precisamente problemas físicos. La temporada de Raúl de Tomás le ha catapultado como una posibilidad real, con la presencia de Álvaro Morata como la constante que aparece en las convocatorias. Ferran Torres, nuevo jugador del FC Barcelona, también ha sido utilizado como falso nueve. Todas las variables son compatibles con la presencia de Gerard sobre el campo.
Mientras tanto, él sigue marcando más que nadie. Es el hombre clave en este Villarreal de ensueño que ha armado Emery. No se espera menos de este equipo que su presencia en Europa la temporada que viene, a pesar de las bajas que tendrá ahora durante la Copa de África.
Con Gerard Moreno como estrella principal, un Atlético que viene en tendencia positiva tras acabar mal el año 2021 tiene una gran montaña que escalar. La principal baza de Simeone que es la presencia de Jan Oblak en portería no está teniendo su mejor año precisamente.
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