Xavi Hernández ha sido muy contundente con respecto a la situación de la renovación de Ousmane Dembélé. "No se contempla que vaya a la grada. O renueva o se intenta buscar una salida. Llega un punto que la situación no se entiende", ha amenazado en la rueda de prensa previa al partido de octavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic Club. La negociación parece haber entrado en un enclave insostenible.
Estaba previsto que este miércoles el FC Barcelona se reuniera con el agente de Dembélé para tomar una decisión firme y definitiva sobre el futuro del jugador. Su contrato expira en junio de 2022 y el club quiere saber si acepta la oferta de renovación que tiene encima de la mesa. Tras varios días sin respuesta del internacional con Francia, la dirección deportiva se impacienta. Moussa Sissoko, además, incendiaba la negociación con unas declaraciones desde el país galo.
Quieren 200 millones brutos en 5 años, más 40 millones en comisiones y prima de fichaje y el club no tiene límite salarial para afrontar una renovación así, tal y como lo ha dejado claro Xavi. "Estamos en una situación con problemas del margen salarial. El jugador debería pensar en el equipo. Él me dice que quiere renovar y continuar. Mañana decidiremos si viaja con nosotros", sentenciaba el técnico que ha dejado un ultimátum al futbolista.
Xavi se ha mostrado visiblemente molesto por la actitud del jugador. "No hay más soluciones. Estamos en una situación complicada. He sido muy claro con Ousmane. Él quiere renovar, pero no toma la decisión y como club tenemos que tomar una. Es una pena, porque futbolísticamente sabe el proyecto que hay. Ha jugado todos los minutos posibles y él tiene la sartén para el mango. Yo he sido muy honesto con él, no es agradable para nadie. O caja o faja. Hay que mirar los intereses del club y hay que decidir lo mejor de la entidad", destacó el técnico en rueda de prensa.
Dembélé juega
Joan Laporta ya dejó claro su deseo expreso de convertirle en un eje del futuro de la entidad diciendo de él que es "mejor que Kylian Mbappé". Mientras tanto, el presidente ha fichado a Ferran Torres, que juega en su misma posición. La entidad tiene el límite salarial en cuadro, como se demostró con la salida de Leo Messi el pasado verano, y depende de la renovación de Dembélé, así como de las salidas de otros desastres de gestión.
La entidad, a pesar de querer bajar su salario, ha demostrado su intención de convertirle en una estrella. Es difícil pensar en que le puedan subir un salario de 18 millones en el extranjero teniendo en cuenta su rendimiento en los últimos años, a pesar de que haya proyectos llenos de petrodólares que se lo piensen. La intención es que se quede en la misma escala salarial que los pesos pesados. No es una mala opción para Ousmane que apretará hasta el final rechazando la primera tentativa.
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