Xavi Hernández llegó al FC Barcelona como el salvador, la pieza clave del nuevo proyecto de Joan Laporta, un golpe de efecto para una plantilla decaída en medio de la tranisicón; pero no está consiguiendo los resultados esperados. Tampoco está haciendo mejorar el pobre fútbol que venía mostrando el equipo con Ronald Koeman. Los números de uno y otro prácticamente se repiten después de pasar un tiempo similar al mando de un Barça que este domingo fue rescatado por Frenkie De Jong.
Precisamente el neerlandés fue muy certero a la hora de analizar la situación del club. "Me da pena decir que estamos orgullosos cuando perdemos, siempre tienes que estar decepcionado", exponía haciendo alusión al discurso de Joan Laporta tras caer ante el Real Madrid en la Supercopa de España y las palabras de Xavi Hernández después del mismo encuentro. Desde la dirección y el cuerpo técnico de la entidad tratan de vender un mensaje de mejora que no termina de calar, ni de demostrarse.
El 0-1 de los culés ante el Deportivo Alavés no difirió en exceso de cualquier encuentro de Koeman al comienzo de la temporada. El único recurso de los de Xavi volvió a ser el juego aéreo, algo que se estaba vendiendo entonces como cargarse el estilo asociado al Barça. La llegada de Ferran Torres tampoco ha sido una panacea para el ataque culé, mientras una nueva lesión de Ansu Fati pone en riesgo la progresión de un jugador que iba a ser capital.
Mientras tanto, el balance de resultados demuestra que la mejora tampoco está siendo una evidencia tan clara. En 14 partidos, Xavi ha obtenido un triunfo más que Koeman en 13. Seis victorias, cuatro empates y cuatro derrotas es el balance del técnico de Terrassa hasta la fecha, mientras que el neerlandés sumó cinco triunfos, tres resultados en tablas y otras cinco veces que acabó el encuentro por debajo en el marcador. La mejora es insuficiente.
Sin golpe de efecto
La tabla de La Liga refleja una situación mejor para el FC Barcelona con esos cuatro puntos más que ha sumado Xavi. Koeman dejó a la entidad azulgrana con 16 puntos en 11 jornadas y ocupando la novena posición. Actualmente el equipo culé es quinto, a un punto del Atlético de Madrid que ocupa la última plaza que da acceso a la Champions League para la próxima campaña. Este es el objetivo que se ha marcado como prioridad la Junta Directiva después de empezar tan mal.
Pero Xavi no pudo remendar la situación en la Champions de este año. Cogió al equipo con dos finales por disputar ante Benfica en el Camp Nou y Bayern en Alemania y no pudo ganar ninguna de las dos. Eso sí, venía de que Koeman recibiera tres goles en Barcelona del equipo germano, los mismos que recibió allí el técnico catalán, y de que el Benfica le endosara otros tres en Lisboa. El reto era difícil, pero no imposible. No lo cumplió y le espera el Nápoles en la Europa League.
Koeman no llegó a comenzar la Copa del Rey, una competición en la que Xavi ha sufrido de forma notoria. Le costó ganar al Linares en la tercera ronda y no pudo con el Athletic Club en octavos de final. Una situación similar vivió en la Supercopa, donde tampoco cabe la comparación. Tendrá complicado acceder a este torneo de nuevo si no dan caza al Sevilla, el único equipo que parece competirle al Real Madrid el título de La Liga.
Se puede decir que hay paralelismo en sus resultados ante los equipos grandes. La única diferencia notoria es el partido que le costó el puesto a Koeman: la derrota ante el Rayo Vallecano. El neerlandés cayó ante Bayern, Benfica, Atlético y Real Madrid; Xavi repite resultado ante los bávaros y los merengues, así como suma derrotas ante Athletic y Real Betis. El catalán no consiguió ganar al Granada, como tampoco hizo su antecesor, Sevilla u Osasuna. Ronald tampoco pudo con Marcelino ni el Cádiz.
Los jugadores
Cabe destacar que tanto Koeman y Xavi han tenido que lidiar con grandes problemas en forma de lesiones y bajas que han marcado la temporada. Ninguno de los dos ha podido contar con Pedri prácticamente, los problemas de Ansu Fati, la situación de Ousmane Dembélé... Todo ello ha propiciado que muchos canteranos hayan tenido que salir a la palestra. Al neerlandés se le puede atribuir que contase con Gavi y Nico de forma habitual.
Ronald empujó al primero de los dos hasta la selección española, algo que puede pasar ahora con Ez Abde. También impulsó la llegada de Luuk De Jong, un jugador que fue llevado al ostracismo por parte de algunos aficionados culés y que ha sacado las castañas del fuego en más de un partido a Xavi. El catalán también está pudiendo contar con Dani Alves, algo que el neerlandés no tuvo en su mano. En cualquier caso, tampoco ha supuesto un gran cambio para la entidad.
El equipo culé necesita crear un grupo con futuro y que mantenga a la entidad durante esta crisis económica que está pasando. Mientras la dirección sanea las cuentas, la labor de Xavi es hacer progresar a estos jóvenes y cumplir con los objetivos deportivos que se marca la entidad. Esto es lo que más está costando. El llamado 'efecto' que el catalán había provocado con su llegada ha tenido una mecha muy corta.
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