Niko Shera ha confirmado lo que ya adelantó en EL ESPAÑOL antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En Japón, su reto era pelear por el oro, algo que no pudo conseguir. Pero tenía más objetivos en mente y que iba a llevar a cabo en un plazo no muy largo de tiempo. Ahora, el judoka español de origen georgiano ya ha confirmado que se pasa a la categoría de -100 kilos.
Un cambio muy importante de cara a su futuro a corto y medio plazo, ya que pasará a competir en dicho peso a partir de este 2022. Todo con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde espera encontrar el éxito que no pudo rascar en la última cita olímpica disputada este verano.
A Tokio llegó como máximo favorito y como uno de los claros candidatos a sellar un oro para España. Sin embargo, la presión y los nervios hicieron mella en su rendimiento y no pudo cumplir las expectativas. Sin duda, aquel traspié le servirá en el futuro para llegar con una condición de madurez mayor que la que experimentó en Japón, donde quizás estaba algo ansioso por cumplir rápidamente con las altas expectativas generadas.
El salto de Niko
Era el 17 de julio de 2021 y Niko Shera se encontraba inmerso en su preparación para Tokio 2020. Sin embargo, el doble campeón del mundo de judo sacaba unos minutos de su ajetreada agenda para atender a este periódico y adelantarle una noticia: los Juegos iban a ser su gran despedida de la categoría de -90 kilos. Esa en la que había conseguido ser el rey hasta en dos ocasiones.
Ahora, con el 2022 ya arrancado, Niko ha confirmado ese paso adelante que va a dar en su trayectoria y que estrenará próximamente. Será en el Gran Premio de Portugal que se disputará este fin de semana, del 28 al 30 de enero. Niko ya cuenta las horas para comenzar su nueva andadura con buen pie. Con más ganas de tener buenas sensaciones que buenos resultados, Niko afronta un momento que será clave.
En unas declaraciones recogidas por la Federación Internacional, Niko ha confirmado que su decisión ha llegado a buen puerto y que todo va según lo esperado. De hecho, este era un plan que ya tenía en mente durante todo el 2021, pero los efectos de la pandemia, las dificultades para entrenar y competir y el retraso de la cita olímpica le hicieron cambiar de decisión y aplazar su salto.
El mejor judoka del mundo llegará a Portugal con la ambición de demostrarse a sí mismo que también pueden dominar en una categoría en la que necesitará más fuerza para aguantar las potentes acometidas de sus adversarios. Ellos serán ahora 10 kilos más pesados y eso implica que hace falta más fuerza para poder moverles.
Los motivos del cambio
Nikoloz Sherazadishvili, que así es como se llama el doble campeón mundial de judo, ha explicado también cómo ha ido gestionando este cambio que le ha obligado a hacer un gran esfuerzo físico. No obstante, era algo que necesitaba, ya que debido a su enorme tamaño, para estar en -90 kilos tenía incluso que experimentar la hambruna.
"No estoy más gordo, pero he engordado. Siempre he tenido problemas con el peso y con -90 kilos me moría literalmente de hambre". Esto afirmaba un Niko que, paradójicamente, se ha quitado un peso de encima. "Lo bueno de haber cambiado, al menos lo más agradable, es que ahora ya no tengo hambre. Pero tengo que comer bien, de forma saludable. La clave es ganar masa muscular, no grasa".
Niko explica que la alimentación seguirá siendo una parte fundamental de su preparación ya que no debe engordar, sino que tiene que subir kilos en cuanto a músculo se refiere. El georgiano afincado en Brunete desde hace muchos años ha explicado que una de las ventajas que tenía en la categoría de -90 kilos era ser uno de los más grandes de todos sus rivales.
Sin embargo, ahora que estará un peldaño por encima, seguirá siendo uno de los judokas de mayor tamaño, pero debe optimizar su fuerza para seguir cumpliendo con las expectativas. Al menos, las labores previas de scouting le han permitido tomar con confianza esta decisión al verse todavía como uno de los más altos.
"En -90 kilos era uno de los más altos y en general eso es una ventaja. Pero he visto que también seré uno de los más altos en -100 kilos. La diferencia está en la potencia. Aquí hay más fuerza". Esto afirma un luchador que supera el 1,90 metros de altura y que tiene un físico y una musculatura imponentes.
Las altas expectativas
El judoka español afirma que este paso era lógico en su carrera deportiva porque se trata de una evolución necesaria para seguir creciendo. "Estamos trabajando en ello, tengo dos o tres cosas nuevas, pero prefiero hablar en el tatami". De momento, será Portugal quien vea la primera versión de este nuevo Niko que no lo tendrá nada fácil.
La estrella georgiana afincada en España tendrá que verse las caras a las primeras de cambio con el campeón mundial y bronce olímpico, Jorge Fonseca. "Conozco muy bien a Jorge, es un amigo y hemos coincidido en muchas competiciones de clubes. Conozco su estilo y él conoce el mío".
"Hay gente muy buena, Jorge Fonseca por supuesto, pero también el coreano Cho Gu-ham, plata olímpica, o el ruso Arman Adamian y sobre todo el japonés actual campeón olímpico Aaron Wolf. Para mí es el mejor porque su repertorio técnico es más amplio y además siempre busca el ippon". Una particularidad de su nueva vida será el poco conocimiento en el cuerpo a cuerpo que tendrá con la mayoría de sus rivales, los cuales serán nuevos para él.
La pesadilla de Tokio
Niko terminó un ciclo olímpico para ahora arrancar otro con el objetivo de consumar su cambio. Con él espera llegar hasta París para obtener un mejor resultado que en la cita nipona donde ni siquiera pudo pelear por las medallas. Con su ganancia de musculatura y su técnica, el georgiano intentará comenzar cuanto antes a dar alegrías a la afición nacional y a su equipo.
"Cuando compito lo doy todo, no guardo ninguna energía. Sería ridículo por mi parte decir que espero ganar dos o tres torneos, ¡quiero ganarlos todos! Otra cosa es que sea posible, pero no diseño la temporada basándome en un puñado de victorias". De momento, la victoria que sin duda más feliz le haría sería la de su primer título mundial en su nuevo peso. Eso llegará en el mes de octubre, en Tashkent, Uzbekistán.
Quizás con ese triunfo Niko pueda empezar a superar el tremendo palo que se llevó este verano en Tokio donde estaba convencido de poder pelear por el oro. Sin embargo, se quedó lejos de la lucha por los metales por culpa de la presión y por una mala gestión de las emociones. Además, su último duelo se saldó con un resultado muy polémico en su contra. Por todo eso, Shera sigue teniendo esa espina muy clavada: "No estoy preparado para hablar de Tokio, todavía no".
[Más información: Niko Shera, desolado: las lágrimas del judoca tras caer en la lucha por el bronce en Tokio 2020]
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