Las alarmas han saltado en la Premier League. Si en España continúan produciéndose los robos en las casas de los futbolistas, aunque de manera puntual, en Inglaterra se está cruzando un límite. Los clubes comienzan a hacer frente común. Mientras que los propios jugadores toman cartas en el asunto al contratar a exsoldados del SAS para proteger sus domicilios y familias cuando están fuera.
El caso de Victor Lindelof ha marcado un punto de inflexión. Mientras el futbolista disputaba el partido entre el Bentford y el Manchester United, varios intrusos entraron en su casa. En el domicilio familiar se encontraban su mujer y sus dos hijos pequeños.
Maja Nilsson Lindelof y los niños se encerraron en una habitación ante el ataque de lo que se considera es una banda organizada. Este nuevo ataque ha provocado que los clubes del noroeste de Inglaterra se unan para evitar que estos asaltos continúen produciéndose, tal y como revela Daily Mail.
El área que está señalado en rojo en el mapa es el de Hale, al sur de Mánchester. En Inglaterra entienden que allí se dan los detonantes perfectos para atraer a las bandas organizadas. La cercanía de la M56 hace que los atacantes vean una vía rápida tanto para entrar como para salir en un tiempo reducido.
El tema preocupa mucho a clubes y también a jugadores. Por este motivo, los futbolistas han comenzado a contratar a algunos exmiembros de las fuerzas especiales del ejército británico. Conocidos como SAS, son soldados, ya fuera de servicio, que formaron parte del cuerpo de élite que nació durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos exsoldados se encargan de proteger a las familias de los futbolistas en sus casas cuando están jugando. Esta es la medida que han llevado a cabo los profesionales de la Premier League. Pero los clubes también han tomado cartas en el asunto para frenar este tipo de situaciones.
Alianza inédita
Como indica el tabloide británico, los clubes del noroeste de Inglaterra se han unido. Comparten información de todas las investigaciones para proteger tanto a sus jugadores como a sus respectivas familias. El temor es que este tipo de bandas organizadas aumenten el ritmo de sus ataques.
Un funcionario señala que este problema no es "nuevo", pero que "es algo que se ha intensificado recientemente". "Muchos de los jugadores están trayendo perros entrenados, pero en algunos casos quieren una presencia humana física en la casa, por lo que están recurriendo a muchas empresas que usan tipos que son exfuerzas especiales", asegura la fuente de Daily Mail.
Además de los exsoldados del SAS, también los clubes han contratado a empresas externas y personal de seguridad para que patrullen fuera de las casas de los jugadores. Desde el Manchester United al Manchester City, pasando por Everton, Liverpool o Burnley. Todos hacen frente común e intercambian 'inteligencia'.
Las entidades futbolísticas han dejado de compartir, por otro lado, la información de cuándo se encuentran fuera de sus ciudades a los medios de comunicación. Un bloqueo de información que consideran necesario para que las bandas organizadas no tengan a su disposición estos detalles.
Esta información cuenta, por ejemplo, con aquellos días en los que los equipos del noroeste se trasladan al sur del país. En ocasiones, se quedan algunos días más entre partidos en esa zona si tienen que jugar más partidos por allí. Ahora, la agenda de los clubes se cierra. Así no se conocerá si se quedan en el sur de Inglaterra o si regresan a sus ciudades.
Las instituciones se toman este tema muy en serio. Reviste una importante gravedad y por eso incluso han enviado a su propio personal de seguridad a los domicilios de los jugadores cuando están disputando un partido. También se informa a los nuevos fichajes de la situación.
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