El tercer refuerzo del FC Barcelona en el mercado invernal es Adama Traoré (L'Hospitalet de Llobregat, 1996). El internacional español regresa al club al que llegó cuando solo tenía 8 años y que abandonó hace ya casi siete. Lo hace de forma temporal, vía cesión, a no ser que acabe convenciendo a Xavi Hernández y a final de temporada se ejerza la opción de compra pactada con el Wolverhampton.
En la cabeza de Adama cuando era crío siempre estuvo triunfar en el Barça. Así fue hasta que le 'obligaron' a olvidarse de ello. Al menos, él lo sintió así. Fue en 2015, cuando acababa de completar su segunda temporada en el Barça B y veía que en el primer equipo no confiaban en él como él y los técnicos de las inferiores lo hacían en él. Se fue sin entender cómo nunca le llegó esa oportunidad por la que tanto trabajó.
De Adama siempre se dijo que llegaría hasta los mayores. La presencia de la MSN y de Pedro, este como suplente en su banda, le cerraron las puertas. Entre 2013 y 2015, mientras en el filial destacaba, solo fue llamado a filas por Tata Martino (temporada 2013/2014) y Luis Enrique (2014/2015) cuatro veces, dos por cada uno. En el Barça B, en ese tiempo, metió ocho goles y dio 18 asistencias.
A Adama, al que solo separaban 2,5 kilómetros del Camp Nou desde las canchas en las que empezó a jugar, en el barrio de La Florida en L’Hospitalet, no le quedó otra que dejar su casa. Emigró a Inglaterra, donde el Aston Villa puso 10 millones sobre la mesa por un futbolista al que no le habían dejado lucirse al máximo nivel. En las islas desarrolló sus condiciones que le hicieron destacar.
Del Aston Villa, por donde tuvo un paso tímido, se fue al Middlesbrough. En su segundo año mejoró (cinco goles y doce asistencias) y le valió para ser fichado por los Wolves. En la Premier empezaron a alucinar con su físico, siendo su temporada la 2019/2020. Aquello le llevó a 'reconciliarse' con Luis Enrique, que le llevó a la Selección, y su nombre empezó a sonar para clubes importantes británicos y para volver a España.
¿Guiño al Real Madrid?
Entonces se le empezó a preguntar por el Barça. No cerraba la puerta a volver, pero en sus respuestas se atisbaba cierto recelo por la forma en la que tuvo que salir. Tanto fue así que, incluso, no negaba que si le llegara una oportunidad desde el Real Madrid la abrazaría de lleno.
"Si me tengo que ir al Madrid, me voy al Madrid", dijo. Se armó el lío. La pregunta exacta fue qué haría si no tuviese la opción de ir al Barça y el Madrid va a por su fichaje. Aquel guiño al blanco se le recordará en más de una ocasión en su regreso a Can Barça, pero es indudable que Adama cumple un sueño al volver y tener la oportunidad que no le dieron tiempo atrás. La 'burbuja Adama', eso sí, se ha desinflado desde entonces.
Bajón de rendimiento
Su físico y condiciones siguen siendo espectaculares, pero es su generación en el equipo lo que preocupa. La temporada pasada, en la que contó con mucha regularidad y minutos, apenas produjo tres goles y tres asistencias. En la 19/20 jugó más de 50 partidos y acumuló seis tantos y doce pases de gol, mientras que en la 18/19, con 20 encuentros menos, solo marcó un tanto y regaló tres asistencias.
Con la selección española, Adama ha participado en ocho partidos y no ha marcado ni asistido. Pese a asistir a la Eurocopa, donde tuvo un papel residual con trece minutos jugados ante Eslovaquia, Luis Enrique le ha dejado fuera de las dos últimas convocatorias.
Le ha querido en este mercado invernal el Tottenham Hotspur, que puso sobre la mesa 20 millones de libras para llevárselo, por los 25 que pedía el Wolves, pero a Adama no le convence la posibilidad de que le utilicen como carrilero en el esquema de Antonio Conte. La vuelta a casa, de la mano de Xavi Hernández, era una opción más suculenta para el español. Llega su momento.