Final del partido en el que el Rayo Vallecano se metía en las semifinales de la Copa del Rey por segunda vez en su historia. Los jugadores celebran sobre el césped de Vallecas. Andoni Iraola está completando una temporada tremenda con el equipo de la franja por su rendimiento en La Liga y por la gesta que acababa de completar. Pero el éxtasis pronto vira hacia el fondo sur del estadio. Allí está el grupo de ultras Bukaneros. Como al final de cada partido como local, toda la plantilla va a rendir pleitesía.
Los aficionados de extrema izquierda del equipo del sur de la capital de España fueron protagonistas en el partido de cuartos de final del 'torneo del KO'. No es una novedad, lo llevan siendo prácticamente desde que se organizaron en la grada del Estadio de Vallecas en la temporada 1991/1992, como refleja su página web. Desde entonces tratan de condicionar cada decisión que toma el club. Lo hicieron en la etapa de los Ruiz Mateos y Teresa Rivero y tratan de hacerlo ahora con Raúl Martín Presa.
El actual presidente del Rayo Vallecano lleva desde que llegó a la entidad de la franja roja tratando de apartarles y minimizar su relación con el equipo. El resto de los aficionados mantienen afinidad con los ultras y están de acuerdo en que sigan teniendo presencia en el fondo sur. Mientras los clubes de España tratan de sacar a sus aficionados radicales de los estadios y los dos principales, Real Madrid y FC Barcelona, ya lo han hecho, el equipo de Vallecas vive bajo la presión de Bukaneros.
Y el último episodio es el del 'Caso Santiso'. El entrenador del equipo femenino se ha convertido en el foco de la actualidad del país tras sus polémicas declaraciones: "Este staff es increíble, pero nos faltan cosas... Nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris y cargárnosla todos juntos. Eso es lo que une a un cuerpo técnico y a un equipo. Mira los de la Arandina, que iban directos al ascenso". Esto les ha dado una oportunidad más para demostrar su poder de presión.
Grupo de presión
Presa trató de evitar que sus ultras estuvieran presentes el día en el que su Rayo podía hacer historia. El presidente prohibió la entrada a todos aquellos que portasen cualquier cosa identificada con los Bukaneros. Daba igual que fuesen banderas, bufandas... o incluso camisetas. Finalmente, uno a uno fueron pasando los aficionados radicales 'semidesnudos'. De esta manera, los cánticos contra el máximo responsable de la entidad resonaron durante todo el choque.
Bukaneros utilizó sus redes sociales para denunciar lo sucedido: "En el Fondo se están hoy aplicando prohibiciones que no se han aplicado nunca. Pretenden que este partido se juegue sin Bukaneros. El Rayo Vallecano quiere unos cuartos de Copa con el FONDO VACÍO". La guerra sin tregua ha comenzado. De un lado Bukaneros. Del otro la directiva del Rayo. Y un canto que resuena en el campo: "Presa, vete ya".
El presidente ya está acostumbrado a esta presión y no cede. La última vez fue con el 'caso Zozulya'. Durante un partido contra el Albacete de Segunda División en 2019, el futbolista ucraniano regresaba al estadio de donde le echaron por su ideología. Bukaneros se pasó todo el inicio del encuentro lanzando insultos contra el jugador y exhibición de una pancarta con el lema "Evitar que un nazi vista la franja". El choque se suspendió al descanso y se reanudó a puerta cerrada.
Politizados
Su tendencia abiertamente clara de extrema izquierda supuso este conflicto, como también se ha extrapolado lejos del deporte. El año pasado fueron noticia por su presencia en el famoso mitin de Vox en Vallecas. Allí, Alejandro, un joven de 21 años, fue grabado agrediendo a un subinspector caído de la Unidad de Intervención Policial (UIP) durante los disturbios. Por otras agresiones a cuerpos de seguridad del estado también detuvieron a uno de 'Los Pirrikas'.
La realidad es que estos encuentros por diferencias políticas llevan siendo habituales prácticamente desde su fundación. En 2016, seis ultras del Rayo eran detenidos por dar una paliza a un menor. En un desplazamiento a Palma de Mallorca, otros seis también pasaron por las dependencias policiales tras una multitudinaria pelea en un bar de la isla en 2017. Pero es que los problemas con Zozulya provocaron hasta un intento de agresión al vicepresidente José María Sardá en 2019.
Desde 2013, Bukaneros es considerado una banda criminal tras la denuncia de la directiva del club y la detención de 13 miembros del grupo ultra. Aún así, no han podido en ningún momento sacarse de encima a esta agrupación que se aprovecha del deporte para emitir sus proclamas políticas. Como dicen representar el sentir de todo el barrio de Vallecas, su influencia sobre el resto de aficionados ha convertido el estadio un lugar hostil contra el actual gestor.
Presa sigue buscando poner fin a la presencia ultra en Vallecas y lleva tiempo trabajando para acabar con cualquier poder de estos en el equipo. Estos no tienen relación alguna con el club y hasta mantienen una guerra con el presidente que este pasado miércoles volvieron a ganar. Fueron protagonistas en una de las noches más especiales de los últimos tiempos para la entidad. La gran temporada del equipo de la franja vuelve a estar empañada por Bukaneros.
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