El Barça sigue perdiendo apoyos en su nuevo proyecto. El conjunto azulgrana no levanta cabeza y en las últimas fechas ha registrado una nueva vacante dentro de su núcleo más interno. El último en salir había sido Ferrán Reverter, CEO del club y persona muy importante dentro de la búsqueda de nuevos patrocinadores que permitan sanear la débil situación económica de la entidad.
Su nombre se unía a otros como los de Jaume Giró, Jaume Llopis, Jordi Camps o Enric Llopart. Todos ellos personas cercanas al presidente Joan Laporta que, por una razón o por otra, han terminado separando sus caminos. Estos movimientos evidencian la inestabilidad que registra la entidad azulgrana, algo que también afecta a su capacidad para gestionar su recuperación económica.
El último de esa amplia lista en tener que abandonar la entidad azulgrana ha sido José Elías. En su caso, no se trata de un miembro de la junta directiva, sino que supone la pérdida de una persona muy importante dentro del proyecto del Espai Barça. Además, en su caso, se trata de uno de los avalistas que en su día Joan Laporta tuvo que buscar para sacar hacia delante su candidatura y la posibilidad de entrar a la presidencia del club una vez había ganado las elecciones.
La salida de Elías
José Elías es un empresario que hasta ahora había contado con mucho poder dentro del núcleo más cercano a la presidencia del Barça. Se trata del dueño de la conocida empresa Audax Renovables, quien había figurado como parte de los avales de Joan Laporta para poder sentarse en el trono de la entidad catalana una vez había superado a Victor Font y Toni Freixa en las elecciones.
Su labor, que había permanecido en la sombra durante la mayor parte del tiempo, estaba relacionada con la concepción del Espai Barça. Este es el gran proyecto que marcará la etapa de Laporta al frente del club. Una complicada empresa que persigue el abogado catalán junto a su equipo y que podría tener un coste total de 1.500 millones de euros.
Elías formaba parte de la comisión de supervisión y revisión del proyecto. Sin embargo, la falta de información que este y todo su equipo denunciaban han terminado colmando su paciencia. Además, se queja también de que en lugar de tener poder decisión en los asuntos relacionados con el Espai Barça, solo les hacían saber conceptos ya aprobados.
En el punto de mira de esta guerra iniciada por parte de José Elías se encuentran las dos personas situadas como las culpables de su salida, amparados eso sí por Joan Laporta. Son la vicepresidenta Elena Fort y el directivo Jordi Llauradó, las dos personas al frente de dicha comisión. Ellos eran los encargados de transmitir al propietario de Audax aspectos que ya estaban decididos y que no se prestaban ni a su valoración ni a su discusión, a pesar de que esa era su función antes de que se aprobaran las medidas.
Una guerra de lejos
La decisión de José Elías de abandonar esta comisión, y por ende el Barça, ha sido reciente. Sin embargo, sus problemas son de largo recorrido. De todos ellos ha estado informado tanto Laporta como su equipo de trabajo y su junta directiva. Sin embargo, lejos de poner remedio, lo que han hecho es empujarle a que tome la puerta para marcharse.
Tal y como se ha informado desde Barcelona, las fuertes discusiones entre Elías y Jordi Llauradó se vienen produciendo, como mínimo, desde el mes de diciembre. El avalista de Laporta no veía sentido a su presencia en una comisión en la que no se tenía en cuenta su voz y en la que su voto valía lo mismo que un cero a la izquierda ya que todas las medidas llegaban aprobadas cuando pasaban por sus manos.
Denunció durante semanas que no se valoraron sus conocimientos ni su experiencia dentro de la gestión de un Espai Barça que es la joya de la corona en estos momentos. Y también la única esperanza. Poco tiempo después de esta queja, el propio Llauradó le comunicó a Elías que lo mejor era que abandonara el club junto a una de sus mayores personas de confianza. Se trataba de Jordi Piera. Y todo porque consideraban que había incompatibilidades en el cumplimiento de los objetivos empresariales que Elías proponía respecto a los que quería Joan Laporta para la comisión que debía evaluar el asunto del Espai Barça.
Si nadie le iba a escuchar ni a tomar en serio y además el presidente estaba en su contra, a Elías no le ha quedado más remedio que tomar la puerta de salida. Eso sí, antes quiso dejar claro su descontento por la gestión que se ha realizado en los últimos meses y asegurando que los problemas vendrán cuando no se recorte la labor tanto de Llauradó como de Fort, dos personas de la máxima confianza de Laporta.
La gestión de Laporta
La situación económica del Barça parece haber mostrado una mejoría desde la entrada del nuevo equipo de trabajo. Al menos, en lo que a su repercusión deportiva se refiere. Se han conseguido cerrar renovaciones como las de Pedri, Ansu Fati o Piqué que han ayudado a blindar el futuro del club y también a sanear las paupérrimas cuentas de la entidad.
En paralelo, se ha conseguido también hacer grandes fichajes tal y como está la plantilla. Algunos han llegado en calidad de cedidos como Adama o Aubameyang, mientras que otros lo han hecho fichados con un gran desembolso económico como es el caso de Ferran Torres. Movimientos que no son galácticos, pero que mejoran lo que había.
Sin embargo, en líneas generales el Barça sigue estando cerca de la ruina y Laporta no para de engrosar su lista de descartes en su equipo de confianza. El último fue Ferrán Reverter, CEO del club y persona encargada de mover hilos como los del acuerdo de Spotify. Esa es una de sus grandes armas ahora mismo para intentar convencer a los socios de que la situación puede cambiar.
José Elías se une a esa lista en la que también figuran Jaume Giró, Jaume Llopis, Jordi Camps o Enric Llopart. Movimientos que debilitan un proyecto que ahora ha perdido a todo un avalista como suponía la fuerza que ejercía la empresa Audax Renovables. Habrá que ver si a la larga, esto no trae consecuencias graves para un Laporta que ha demostrado no ser una persona en la que poder confiar plenamente. La gestión de hombres como Mateu Alemany avanza, pero su proyecto se debilita y ahora tiene en el Espai Barça un punto de una posible crisis.
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