La llegada de Xavi Hernández al Fútbol Club Barcelona no solo ha ido acompañada de un cambio de estilo del equipo. El entrenador azulgrana también quiere provocar modificaciones históricas en el reglamento del fútbol. El deporte, en constante evolución para adaptarse a las nuevas generaciones y seguir ganando adeptos, ya ha adaptado numerosos cambios arbitrales y reglamentarios. Para Xavi, todavía faltan por instaurarse varios que pondrían mayor justicia en el fútbol.
El debate lo abrió el técnico tras empatar ante el Nápoles. Sin embargo, desde que recalara en la Ciudad Condal ya se le ha escuchado en alguna otra ocasión una protesta contra la pérdida de tiempo o las decisiones de los colegiados. Después del encuentro de la Europa League, el catalán fue un paso más protagonizando las tertulias posteriores. Su petición para modificar el fútbol actual ha despertado tanto críticas como adeptos.
La idea de Xavi no es una locura si se compara con otros deportes. El entrenador azulgrana pidió que se pitaran "todas -las manos- porque es como en el baloncesto, donde no se pueden usar los pies". De esta manera, Xavi acabaría con las dudas arbitrales, de jugadores y aficionados sobre qué mano es sancionable y cuál no. En la actualidad se dividen en manos voluntarias e involuntarias y cada tipo tiene varios supuestos. Sin embargo, como se viene comprobando, no hay un cuórum necesario que acabe con las quejas de los equipos afectados.
En el baloncesto, por el contrario, la norma es clara. "Un jugador no correrá con el balón, ni lo golpeará con el pie ni lo bloqueará con cualquier parte de la pierna intencionadamente, ni tampoco lo golpeará con el puño", indica el reglamento FIBA. Además, se especifica que "contactar o tocar el balón con cualquier parte de la pierna de manera accidental" no será una acción sancionable.
De esta manera, el fútbol que pide Xavi debería reorganizar el reglamento para saber qué castigo tendría tocar el balón con la mano en una parte del campo o en otra, o si supondría una tarjeta amarilla o simple pena máxima. El riesgo de que se cometieran constantes manos en el área, y por ende muchos penaltis, sería el principal temor.
Parecidos con el 'futsal'
El baloncesto no es el único deporte al que imitar, según la idea revolucionaria de Xavi. El técnico puso sobre la mesa la idea de "tiempo efectivo". Un término que en deportes como el fútbol sala conocen bien. Según Xavi, de esta manera se acabaría con "las simulaciones y pérdidas de tiempo", evitando que algunos equipos emplearan triquiñuelas para jugar menos tiempo de juego.
"No sé cuánto, yo lo debatiría, pero tiempo efectivo. Y se acabaría la trampa. No se puede perder tiempo atándote la bota o fingiendo una lesión. Yo creo que eso no es un ejemplo. Tiempo efectivo y nos iría mejor", subrayó tras el empate ante el Nápoles.
El fútbol sala, por ejemplo, habla de tiempo efectivo como aquel "en el que el balón está en juego". Cuando esto no suceda, "el cronómetro deberá ser detenido" al igual que como cuando "el juego sea interrumpido por cualquier otra razón". ¿Y cuándo no está el balón en juego? Pues el reglamento determina que cuando "haya atravesado la línea de meta o de banda, el juego haya sido detenido por el árbitro o el balón golpee en el techo".
La FIFA ya hizo cambios
Las peticiones de Xavi Hernández se producen en un contexto de constantes cambios. Hace unos años parecía impensable que la tecnología del videoarbitraje se implantara en las principales ligas y competiciones. Sin embargo, ahora es una de las claves de todo partido con sus intervenciones. De igual manera, también se ha apostado en los últimos tiempos por ampliar el límite de los cambios a realizar durante un partido.
Una de las propuestas más sorprendentes que se recibió el año pasado fue a cargo de la CONMEBOL. La federación pidió alargar el tiempo de descanso de 15 a 25 minutos. Un aumento que, más que con motivos deportivos, se propuso con el objetivo de desarrollar al máximo la capacidad de marketing de los partidos de fútbol.
La amenaza de nuevos sectores de entretenimiento y los estudios de las audiencias que tiene el fútbol pueden deparar cambios radicales en la disciplina. Los reclamados por Xavi ya han sido implantados en otros deportes, pero asentarlo en el fútbol supondría un duro trabajo de comunicación.
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