Las reacciones por la deicisión de Roman Abramovich de vender el Chelsea no se han hecho esperar. Nicolas Anelka, quien fuera delantero del cuadro londinense, ha reconocido la labor hecha por el oligarca ruso y ha despedido con honores al hasta ahora propietario de la entidad.
El exjugador ha asegurado que para él "Chelsea significa Rusia" por la implicación de Abramovich en la historia reciente de la entidad. "Se las arregló para hacer del club lo que es hoy. Cuando entró al vestuario, fue con clase. Hizo mucho por el fútbol inglés", ha destacado en una entrevista para RMC.
Anelka es el primero de los grandes nombres que sale en defensa de Roman Abramovich. El mandatario no ha tenido otra opción que la de confirmar los rumores tras unas últimas horas repletas de noticias que apuntaban a la venta del Chelsea. Una situación que había generado cierta incertidumbre entre los aficionados.
Finalmente, Abramovich ha confirmado su decisión. Y por ello, dado que se produce en un ambiente de crispación por sus vínculos con Rusia y Vladimir Putin, emblemas del fútbol como Nicolás Anelka han aprovechado para dar un paso al frente en favor del trabajo del magnate ruso.
Abramovich, cabe recordar, compró el club en 2003 e invirtió numerosos millones de euros para convertir al equipo de Londres en una referencia. La temporada pasada, sin ir más lejos, se proclamaron campeones de Europa con Thomas Tuchel en el banquillo. Una recompensa a la gestión de Abramovich que un año después se ve con la obligación de abandonar la entidad.
El Chelsea entra ahora en un proceso complicado en el que cambiar de propietarios. El baile de nombres sobre los inversores interesados ya han comenzado. Sin embargo, el control que hay por parte de la Premier League en estos temas y la complicación de Abramovich de realizar una transacción así en plena oleada de sanciones a Rusia lo traba todo.
Gesto con Ucrania
Roman Abramovich ha peleado desde que llegó al Chelsea con la imagen de oligarca cercano a Vladimir Putin. Sus ganas de separarse del presidente ruso fueron tales que incluso denunció un libro en el que se afirmaba que comprar el Chelsea fue decisión del Kremlin para tener un club en la Premier League.
Pese a los constantes intentos, Abramovich nunca ha podido desvincularse de Putin y el estallido de la crisis en Ucrania por la invasión rusa lo ha demostrado. El oligarca vende el club antes de que pueda ser sancionado por el gobierno de Boris Jonhson. Y, según ha confirmado, donará los beneficios de la transacción a una asociación del club que deberá destinar todos esos fondos a las víctimas de la guerra en Ucrania.
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