Las grandes competiciones evitan expulsar a los jugadores rusos y centran los castigos en los clubes

Las diferentes competiciones deportivas han seguido los mismos pasos que Europa y Estados Unidos apostando por duras sanciones contra Rusia y Bielorrusia. Una forma de castigo por la reciente invasión de Ucrania que también ha tenido lugar en dicho sector. Las organizaciones, por el momento, han apostado por expulsar a los clubes de ambos países pero dejando vía libre a los deportistas siempre que compitan bajo algunas condiciones.

Este es el gran debate que hay ahora en el deporte. Algunas entidades, especialmente cercanas a Ucrania, han pedido la expulsión tanto de clubes como de jugadores rusos y bielorrusos. Un castigo mucho mayor que apartaría a todo representante de ambos países de las competiciones deportivas internacionales. Sin embargo, mayoritariamente se está permientiendo que atletas rusos y bielorrusos compitan si renuncian a la bandera, himno y demás aspectos que permitan representar a su país.

Esta vía salva cualquier conflicto legal futuro. Así lo confirman expertos en derecho deportivo como José Domingo Monforte, responsable de Domingo Monforte Abogados Asociados. "Comparto las decisiones que se han tomado. Desde el punto de vista jurídico se ha hecho adecuadamente, hay valores superiores que son los que se han puesto", reconoce a EL ESPAÑOL.

Andrey Rublev celebrando su victoria en Dubái Reuters

El hecho de impedir a un deportista participar si ya ha renunciado a representar a un país concreto, y sin haber cometido ninguna irregularidad, sí que podría acarrear un conflicto futuro en el TAS. "Son decisiones en las que el deporte tien que estar presente y no ignorar lo que está viviendo el mundo. No se puede estar ajeno", explica dicho experto a este periódico.

Así, las competiciones han apostado por centrar sus sanciones en los clubes y dejar a los deportistas particulares seguir en los diferentes torneos. Los tenistas, por ejemplo, podrán seguir sin mayor problema en el circuito si no llevan ningún símbolo que represente a Rusia o Bielorrusia. Pero ninguna de las dos selecciones podrá competir de ninguna manera en torneos como la Copa Davis.

Esta misma estrategia se ha seguido en el baloncesto y el fútbol, donde los jugadores rusos continuarán con sus respectivas carreras siempre y cuando no estén a las órdenes de una entidad de dicho país. Los clubes no estarán ni en Euroliga ni en Champions, además de en el resto de competiciones continentales donde tenían presencia.

Incluso la Fórmula 1, donde está Mazepin, ha seguido con la misma mecánica. El piloto ruso seguirá en Haas, pero el coche y la escudería ya no tendrán ninguna imagen ni detalle vinculados con Rusia. Si un ruso o bielorruso quiere competir, la condición está clara. "Lo debería hacer bajo una bandera neutral, una formación neutral que no se asociara a un país", subraya Domingo Monforte.

Salvaguarda legal

Las medidas tomadas no tienen ningún 'pero' a nivel jurídico, que es la única vía que les queda a los deportistas rusos y bielorrusos que están protestando en las últimas horas. "Es una decisión coherente con los derechos humanos, pues quien más los tienen que representar son los estamentos deportivos".

"No quieren romper el equilibrio del deporte, pero sí los valores que representa el deporte de solidaridad e igualdad. Que un país no pueda participar por la situación que inflige a otro, tiene racionalidad y sentido. Estamos ante una situación excepcional en la que el hecho sobrepasa cualquier previsión normativa. Estamos ante esa situación excepcional que permite tomar esas medidas deportivas de expulsión por actitudes que fracturan los valores que representa el deporte", detalla.

En conclusión, las competiciones salvaguardan su norma expulsando a clubes y evitando sancionar a deportistas inviduales. "Se da una situación en la que los principios y valores morales y universales de respeto a los derechos humanos" está por encima de todo. 

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