El mundo del magnate Roman Abramovich (Sarátov, Rusia; 1966) se desmorona por momentos. Toda una vida moldeando una fortuna cifrada en 12.170 millones de euros y ahora se ve amenazado por la persecución en Reino Unido a los oligarcas rusos, como él, con vínculos con Vladimir Putin. Los ataques a Ucrania han provocado la respuesta en Europa con embestidas hacia la economía del gigante del este del continente.
La élite rusa ve como se congelan sus activos y, en Inglaterra, los laboristas presionan para que Abramovich pase a formar parte de la 'lista negra'. Eso deja en una posición delicada al Chelsea FC, propiedad desde 2003 del empresario y que no podría ser vendido ni recibir una inyección de dinero si su dueño es castigado.
El multimillonario ruso ha decidido vender el club y algunos de sus bienes inmobiliarios en Londres para mitigar los daños que sufriría en caso de sanción. The Times reveló que Abramovich busca comprador para su mansión de cinco dormitorios ubicada al oeste de la capital británica (Kensington Palace Gardens) y valorada en 180 millones de euros, además de para un ático que compró en 2018 por 26,4 'kilos' en el barrio de Chelsea.
El equipo inglés, vigente campeón de la Champions League y el Mundial de Clubes, será el siguiente activo del que se desprendería Abramovich. El magnate suizo de 86 años Hansjorg Wyss, residente en Estados Unidos y con un patrimonio de 4.360 millones de libras esterlinas, ha revelado que él y otros tres grandes empresarios han recibido una propuesta de compra del Chelsea. De cerrar un acuerdo con alguno de ellos, Abramovich pondría punto y final a su etapa al frente de los blues tras casi dos décadas.
La fortuna de Abramovich, que en 2003 valía 5.130 millones, tenía un valor en 2021 de más de 16.000
En julio de 2003, con solo 36 años de edad, Abramovich adquirió el 50,09% del Chelsea por 85 millones de euros y, además, asumió deudas por otros 114,7 'kilos'. De esta manera, el club cambió de propietario tras haber pertenecido desde 1982 al millonario Ken Bates. La compra de la entidad por parte del magnate ruso fue bien recibida por la bolsa, donde el valor de las acciones del Chelsea aumentó en un 46%.
La fortuna de Abramovich se llegó a triplicar, cuando en 2003 era de 5.130 millones y en 2021 superaba los 16.000. Pero su riqueza ahora cae en picado (perdiendo cerca de 4.000 millones en los últimos meses) y trata de salvar el imperio que construyó durante el régimen Borís Yeltsin. Su gran golpe llegó en 2005, cuando vendió el control de su petrolera (SibNet) a Gazprom por más de 10.000 millones en una operación en la que medió Putin. Se dice que el Kremlin también estuvo detrás de la compra del Chelsea por el magnate.
Deuda de 1.800 millones
Abramovich ha dado el paso para vender el Chelsea. A eso le precedió la cesión de sus responsabilidades de la Fundación del club, pero eso no significó que dejara de ser su propiedad. Lo es a través de Fordstam Limited, empresa matriz del club inglés y de la que es accionista único. Desde ella ha inyectado a lo largo de los años un total de 1.820 millones de euros, casi siempre en forma de préstamos.
Abramovich se ha estado prestando dinero a sí mismo para financiar el Chelsea. Eso ahora es su colchón para ganar tiempo en la venta del club: si sus bienes son congelados podría exigir cobrarse su propia deuda del Chelsea, dejando a la entidad en situación casi de quiebra.
Para el magnate ruso, eso sí, sería mucho más lucrativo vender ya el Chelsea que no llegar a ese punto (además de destruir lo que tantos años le ha llevado formar). El club está asentado en la élite del fútbol y en los últimos años ya ha despertado el interés de otros multimillonarios que han querido comprarselo a Abramovich. Lo intentó el empresario estadounidense Todd Boehly, pero el ruso pidió 3.600 millones de euros.
El precio del Chelsea
La cantidad ahora será inferior. A las prisas por vender de Abramovich hay que sumarle las pérdidas que presentó el club en la temporada 2020/2021 tasadas en 175 millones. La pandemia ha hecho mella en el valor del Chelsea, aunque lo que pediría ahora seguiría siendo un precio muy elevado: 3.120 millones (2.600 'kilos', en libras). Las estimaciones sobre el valor del club oscilan entre 1.900 millones (otorgado por la consultora KMPG) y 2.900 (según Forbes).
De momento, el precio que pide Abramovich parece elevado para los posibles compradores. Wyss decía este miércoles que el empresario ruso "está pidiendo demasiado dinero", aunque no daba una cifra concreta. Por cierto, el suizo ha puesto rumbo a Estados Unidos, donde reside, para reunirse con un grupo de 6-7 inversores y presentar en los próximos días una oferta final por la compra del Chelsea.
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