"Qué bonito es ser del Betis", decía un emocionado Joaquín Sánchez (El Puerto de Santa María, 1981) tras lograr este jueves el pase a la final de la Copa del Rey. Horas antes, en el vestuario, arengaba a sus compañeros hablando "como bético", no como capitán, compañero o amigo. Es un emblema de la institución, la cual no volvería una final sin el '17' por su genialidad que acabó provocando el gol decisivo en el descuento.
Tendrá 40 años, pero Joaquín hace mucho tiempo que dejó de mirar su edad en el terreno de juego. Cuando parecía que la eliminatoria contra el Rayo se iba a la prórroga, Joaquín controló el balón, se quitó de encima a Bebé y dio un preciso pase al hueco para que Canales solo tuviera que servir en bandeja el gol a Borja Iglesias. En la celebración todos buscaban tanto al capitán como lo hacían con el goleador.
Joaquín jugará su tercera final de la Copa del Rey. Las otras dos las ganó: una con el Betis (2004/2005) y la otra con el Valencia (2007/2008), precisamente el rival al que se medirá en la final de La Cartuja del 23 de abril. El número que lleva el extremo portuense es el mismo que corresponde a los años que han pasado desde aquella Copa levantada por el Betis, la última de su historia.
Es el escenario perfecto para Joaquín: como capitán de su Betis, ante su exequipo, en la ciudad de Sevilla y, quizás, en su último respiro como futbolista profesional. Este jueves, tras la victoria del equipo verdiblanco, la misma pregunta rondaba la cabeza de todos los béticos: ¿seguirá Joaquín con la idea de retirarse al final de temporada?
La ilusión de seguir viendo a Joaquín en el Betis más allá de este curso fue impulsada por el propio Manuel Pellegrini, entrenador del equipo andaluz: "La retirada de Joaquín no tiene fecha. Su capacidad física y su calidad son de un gran nivel. La actividad lo retira a uno y cuando uno se ve en condiciones de seguir jugando hay que alargarlo lo máximo posible. Hay que seguir disfrutando de Joaquín y ya se verá al final de temporada".
La relación entre Pellegrini y Joaquín es muy buena, tanto que el capitán es el enlace del vestuario con un entrenador que siempre prefiere guardar las distancias con sus jugadores. Con el capitán no es así y si el chileno dice eso es que las cosas todavía pueden cambiar para exinternacional.
Fue en noviembre de 2021 cuando Joaquín dio el paso que nunca antes estuvo cerca de dar. Fue durante un programa de El Hormiguero al que fue como invitado. "Con 40 años no es que vea el momento, es que ya no juego, aquí ya sobro, Pablo", decía con sinceridad al presentador del espacio televisivo. Su futuro, fuera del fútbol, estará delante de las cámaras, pero quien sabe si podrá aplazarlo un año más.
Por aquellas fechas, tras tres meses de temporada, Joaquín tenía razón al decir que jugaba ya muy poco. Apenas había disputado 335 minutos entre las diferentes competiciones que juega el Betis. Algo más de tres meses después de aquello, no es que el capitán haya pasado a jugar mucho, pero sí que lo ha hecho más: 446 minutos. En total, en lo que va de temporada, suma 781'.
A Joaquín le ilusiona todo lo que le está sucediendo al Betis esta temporada: en la final de la Copa del Rey, en puestos de Champions League en La Liga y todavía con vida en la presente edición de la Europa League. Y la temporada que viene, el equipo bético ya tiene un reto en el calendario: la Supercopa de España. Al capitán le brillaban los ojos cuando le preguntaban por la posibilidad de jugar dicha competición.
"Ojalá, qué bonito", respondía. No quiso decir más, puesto que un sí rotundo aclararía un futuro que es probable que ni él mismo tenga claro. El gusanillo de seguir hasta 2023 está más vivo que nunca y el beticismo lo pide a gritos: la retirada puede esperar.
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