La figura de Vladímir Putin va mucho más allá del conflicto bélico que ha provocado en Ucrania. El líder ruso, debido a sus relaciones políticas y económicas ha conseguido crear a su alrededor una influencia que se extiende por lo largo y ancho del planeta. Y ahora, cualquier cosa que tiene que ver con él o con sus políticas, tiene los días contados.
En el mundo del fútbol, el mayor ejemplo es el de Roman Abramovich, quien está pagando con creces su relación con el presidente soviético. El todavía propietario del Chelsea está siendo víctima de un bloqueo a gran escala que le ha obligado a poner en venta un club que ahora mismo tiene congeladas sus cuentas y sus movimientos. Y quien ya corre el mismo riesgo es Peter Lim, propietario del Valencia.
El empresario de Singapur se encuentra bajo sospecha debido a las supuestas relaciones que ha tenido con varios oligarcas del fútbol ruso. Todos ellos, personas muy cercanas a Putin y que ahora se están viendo atenazadas con el bloqueo general que están sufriendo los grandes empresarios soviéticos. La lista negra de millonarios de Rusia cercanos a Putin parece tocar de lleno a un Lim que añadiría así otro capítulo negro a su historial, algo que podría suponer la puntilla a su situación en el club español.
Peter Lim levanta sospechas
Es de sobra sabido en todo el territorio nacional que pocos defensores quedan de Peter Lim en Valencia. Sin embargo, mientras siga siendo dueño de la entidad che, poco les queda por hacer. Y si el equipo recupera el rumbo deportivo, este año podría ganar la Copa del Rey y meterse en Europa con Bordalás, su posición quedará más reforzada. Sin embargo, hay un importante sector que perseguirá su marcha de manera incesante.
Ese frente está liderado especialmente por Marea Valencianista, una plataforma que quiere ver a Peter Lim hacer las maletas. Ahora, dicha agrupación denuncia los supuestos tratos que el magnate singapurense habría llevado a cabo con diferentes oligarcas del fútbol ruso muy cercanos a Vladímir Putin. Una situación que de ser cierta pondría en muy mal lugar al propietario del club del Turia.
Esta plataforma está liderada por Miguel Zorío, quien se ha establecido como la principal alternativa a la propiedad actual del Valencia y a su junta directiva. Quien fuera vicepresente de la entidad entre 2008 y 2009 abandera la proclama de Marea, que pide una investigación para estudiar los vínculos de Peter Lim con la corte cercana a Putin.
De hecho, aseguran que tiene evidentes relaciones comerciales llevadas a cabo como dueño del Valencia con importantes empresarios soviéticos. Estos oligarcas serían además propietarios de grandes clubes europeos a los cuales les están embargando sus bienes y que han sido incluidos en la lista de señalados por sus pactos financieros con el líder ruso. Algunos de estos nombres serían Usmanov o el propio Abramovich.
Por ello, desde Marea Valencianista piden una investigación abierta para conocer el origen de algunos negocios millonarios del empresario asiático. A su vez, piden al actual dueño del club que la entidad che haga un pronunciamiento público, ya no contrario a la guerra, si no contrario a Putin, y que lleve el sello inconfundible del propio Lim para creer en su inocencia y para demostrar que su relación con el presidente de Rusia es inexistente.
Preocupación por negocios opacos
A su vez, desde Marea Valencianista creen que estos negocios con oligarcas rusos no solo han reportado en una enorme fortuna para Lim, si no que además han sido de una naturaleza un tanto extraña y oscura. Zorío denuncia que a partir del año 1991, el patrimonio de Lim creció drásticamente después de acuerdos con Rusia de un carácter de lo más sospecho. El ejemplo más sangrante sería el de Wilmar International.
Esta compañía, originaria del país de Lim, creció exponencialmente tras una curiosa inversión realizada por el propietario del Valencia. Se cree que detrás de este estallido estaba la comercialización de sus productos en países como Rusia. Lo más grave de todo es que el producto estrella era aceite de palma, algo que estuvo a punto de ser prohibido por la Unión Europea por sus contraindicaciones sobre la salud de las personas. Y temen que este tipo de operaciones se sigan produciendo mientras es la cara visible del Valencia Club de Fútbol.
Lim comenzó invirtiendo unos 10 millones de euros en esta empresa y terminó obteniendo unos beneficios de más de 600 'kilos'. Un pelotazo que ahora podría volvérsele en su contra en caso de que lo denunciado por Marea Valencianista termine siendo investigado y demostrado.
Además, en su queja, esta plataforma denuncia que la empresa Wilmar International ha sido señalada por Amnistía Internacional por el uso y abuso del trabajo de niños y mujeres, por contaminación y por el destrozo medioambiental de buena parte de la fauna y la flora de Indonesia, incluyendo territorios únicos y protegidos.
Ahora, con motivo de la invasión rusa en Ucrania y aprovechando el cerco que se le está haciendo a todos los oligarcas rusos que se han dedicado al deporte tras unir sus lazos con Putin, en Valencia quieren que Peter Lim aclare su situación. Y en caso de que este no pueda hacerlo, encontrar una manera de que sea obligado a vender el club y salir de una vez por todas. Algo que sin ir más lejos ya le ha sucedido a Roman Abramovich en el Chelsea, quien por el contrario no tenía a una gran masa social en su contra.
[Más información: Abramovich se 'muda' a Turquía: hacerse con otro club de fútbol tras huir de Reino Unido y el Chelsea]