El pasado mes de marzo, Roman Abramovich puso a la venta el Chelsea después de la invasión de Rusia a Ucrania. Sus vínculos con Vladimir Putin acabaron por ponerle en el disparadero. De ahí a que tuviese que dar un paso a un lado. Desde entonces, varias han sido las candidaturas que se han postulado para hacerse con el club de Stamford Bridge.
Sin embargo, la venta no acaba de formalizarse. En Inglaterra, Daily Mail publica que se ha introducido una nueva etapa en el proceso de licitación. En los próximos días se espera que una de las tres partes interesadas en la compra del Chelsea quede fuera de la carrera. Además, se están cuadrando cuentas para asegurarse que el campo de los blues pueda renovarse y no tener así que hacer una mudanza que nadie quiere.
Los Ricketts fueron los últimos en retirarse de la pelea por hacerse con el Chelsea. La poderosa familia era una de las favoritas en la carrera, pero las diferentes polémicas, en especial por los mensajes racistas del patriarca, pusieron a la afición del equipo de Londres en su contra. Ahora son Steven Pagliuca, Todd Boehl y Martin Broughton los que siguen en la puja.
Stamford Bridge, clave
La oferta ganadora debe alcanzar los 2500 millones de libras esterlinas. Esto por el requisito indispensable para la candidatura que engloba a la renovación de Stamford Bridge. Según informa una fuente al tabloide británico anteriormente mencionado: "Sin mover el estadio, las cuentas no funcional". "Son tipos de capital privado y quieren obtener ganancias a largo plazo. No importa cuán glamurosos sean los trofeos, si las cuentas no cuadran sin mover el estadio si el acuerdo es por 2500 millones", destaca la fuente.
"Probablemente bajarán el precio. Todo el mundo está hablando de eso, es solo que nadie está hablando en el dominio público", agrega la misma fuente. Es decir, si el requisito de renovación de Stamford Bridge es indispensable, es muy probable que el valor de las ofertas que lleguen hasta el final en el proceso de compra disminuya. Precisamente, es el banco de Estados Unidos que administra la venta, Raine Group, el que exige el compromiso sobre el futuro del estadio del Chelsea.
Una candidatura menos
Con la venta del Chelsea en punto muerto por ese compromiso con la renovación de Stamford Bridge, el siguiente motivo que está retrasando la venta es la elección de la candidatura ganadora. Se presume que sea la opción de Steve Pagliuca la que quede fuera la próxima semana. Según los informes que se manejan, la oferta del propietario de los Boston Celtics "no ofrece nada nuevo".
Así las cosas, serían las propuestas de Sir Martin Broughton y del copropietario de Los Angeles Dodgers, Todd Boehly las que se quedarían como las dos últimas alternativas. En cuanto a esta última, han surgido algunos 'peros', mientras que la del grupo Broughton está fuertemente respaldada por los apoyos financieros de personalidades como Josh Harris, David Blitzer, Lewis Hamilton o Serena Williams.
Incluso con esto, todavía se podría producir un último giro de tuerca a la venta del Chelsea. ¿Por qué? Porque sería Roman Abramovich, quien es al fin y al cabo el dueño del club londinense, el que tiene la última palabra. El magnate ruso podría rechazar la candidatura ganadora para vender a un diferente licitador del Reino Unido o de Estados Unidos. Se esperaba que a mediados de abril estuviese todo resuelto, pero el proceso de venta continúa dominando la actualidad en Stamford Bridge.
[Más información - El Chelsea confirma que Antonio Rüdiger no renovará con el club londinense y saldrá en el mercado de fichajes de este 2022: el Real Madrid, atento]