Luis Rubiales ha sido acusado este martes de haber encargado un espionaje a David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). El máximo responsable de la Real Federación Española de Fútbol ha desmentido esta información, que sigue calificando como "campaña de acoso personal", pero el sindicato ha pedido al Consejo Superior de Deportes que abra una investigación para "determinar si se ha producido una conducta de las tipificadas en el art. 76 de la Ley del Deporte".
El espionaje se habría producido en agosto de 2019 durante cuatro días y coincidiendo con un momento en el que se creó una plataforma para impulsar una moción de censura contra Aganzo. Según la información, Rubiales ocultó su implicación con la contratación de los servicios de Cryptex Europa SL mediante una empresa inmobiliaria que figuraba en la factura de 11.764 euros que costaron los servicios de José Luis González.
La Federación ha desmentido "con total rotundidad que el presidente o la propia RFEF hayan encargado a ninguna agencia de detectives ningún tipo de servicio ni mucho menos haya desarrollado esas acciones de seguimiento ni, por supuesto, ha tenido conocimiento del informe al que alude la información". Además, recuerdan la colaboración de Rubiales para descubrir la verdad sobre el pago de Antonio Sáiz a un funcionario público para acusar de cohecho a Aganzo.
Por su parte, AFE atiende a las sanciones que quedan tipificadas en ese artículo 76 de la Ley del Deporte ante lo establecido en el 48 de la Ley de Seguridad Privada: "no hay ningún interés legítimo para contratar los servicios de una empresa de detectives con la intención de investigar a su presidente y sí un interés espurio para dañar su imagen, su reputación y la del sindicato al que representa". También recuerdan el precedente de la sanción de 200.000 euros por la filtración de audios.
AFE también anuncia que Aganzo va a "adoptar medidas legales, además de trasladar su preocupación y repulsa a UEFA, FIFA y FIFPRO". El presidente del sindicato entiende "que podría haber alguna responsabilidad penal o disciplinaria apelando a sus respectivos códigos de conducta". Cabe recordar que Rubiales es vicepresidente del ente europeo. En cualquier caso, la clave está en la intermediación del CSD como organismo gubernamental español.
Según la información que publica El Confidencial, durante cuatro días un detective vigiló y grabó todos los pasos del exdelantero de dirigente sindical español, que también preside la organización mundial de futbolistas FIFPRO. La agencia supuestamente remitió a Rubiales unos días más tarde su informe con las conclusiones de sus seguimientos que el presidente pudo usar para afinar una posible operación para echar a Aganzo de la AFE, como denunció el sindicato en ese momento.
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