El Manchester City remontó un 0-2 al Aston Villa en cinco minutos y se llevó su cuarto título liguero en los últimos cinco años. Los de Pep Guardiola coquetearon con el desastre durante 75 minutos, perdiendo por los goles de Matt Cash y Philippe Coutinho. Mientras tanto, al Liverpool le costó cumplir con su parte ya que tuvo que remontar al Wolverhampton un tempranero gol. El esfuerzo de los de Jürgen Klopp antes de la final de la Champions ante el Real Madrid fue en vano.
Los de Guardiola se aferraron a lo mismo que vivió frente al Real Madrid en las semifinales de la Champions League: el espíritu de las grandes remontadas. En una tarde para la historia del club, el equipo de Mánchester consiguió proclamarse campeón de la Premier League tras darle la vuelta a un partido que parecía totalmente perdido. Con Ilkay Gundogan como el héroe de los tantos que abrían y cerraban la herioca hazaña, el City se convirtió en campeón.
Por su parte, el Liverpool vivió una tarde aciaga. Vencieron su encuentro en Anfield ante el Wolverhampton por 3-1 gracias a que Sadio Mané, Mohamed Salah y Andrew Robertson consiguieron remontar el tempranero tanto de Pedro Neto. En cambio, tuvieron que desgastarse para lograr la hazaña. Con Virgil van Dijk y el egipcio partiendo desde el banquillo para no correr riesgos de cara a la final de Champions, el equipo inglés perdió a Thiago Alcántara por lesión al descanso.
Miles de personas ensombrecieron el Etihad Stadium en una invasión incontenible en cuanto el árbitro pitó el final del partido, dando rienda suelta a 90 minutos de angustia y sufrimiento. Guardiola levanta su cuarta Premier, que le convierte en el técnico no británico que tiene más títulos de la historia del fútbol inglés. En seis años ha adelantado a Arsène Wenger y José Mourinho. Desde que cambió la denominación de la liga, solo tiene por delante a Sir Alex Ferguson.
Steven Gerrard, leyenda del Liverpool estaba al frente del Aston Vila que estuvo a punto de quitarle la gloria con un gol de otro exjugador red: Philippe Coutinho. Pero llegó entonces una briosa reacción; sobre todo, acertada reacción. Porque solo le faltaba el remate atinado al City. Abrió el vendaval Gundogan, que apenas llevaba ocho minutos en el campo. Casi inmediatamente se asomó al borde del área Rodri con un disparo raso que empataba el choque. Kevin de Bruyne, la estrella, puso la asistencia definitiva al turco.
Desgaste del Liverpool
Klopp optó por un once bastante titular a excepción de los jugadores tocados Trent Alexander-Arnold, Konaté, Robertson, Keita, Henderson, Mané y Luis Díaz bien pueden estar sobre el césped del Stade de France el próximo sábado de inicio. No tiene pinta de que lo vaya a estar Thiago, aquejado muscularmente. Salah y Van Dijk deberían de volver al once una vez se den por completados sus períodos de recuperación.