Emmanuel Macron está desenvolviendo un papel fundamental en el deporte de Francia. Tras hacerse con la victoria en las últimas elecciones, el presidente de la República centra gran parte de su actividad delante de las cámaras y los micrófonos a temas relacionados con el fútbol y París 2024, sus Juegos Olímpicos. Su siguiente objetivo después de presionar para que Kylian Mbappé renovara con el Paris Saint-Germain, es que Zinedine Zidane recale en la Ligue-1.
El entrenador no se sienta en un banquillo desde que dejó el Real Madrid hace una temporada. No tiene intención de hacerlo hasta después del Mundial de Qatar 2022. Su gran sueño es dirigir a la selección y ese momento debería llegar tras la cita del próximo invierno. Marsellés y del Olympique, eterno rival del equipo parisino, Zidane ha recibido contactos y llamadas desde el PSG para convertirse en el técnico del equipo de la capital de Francia. De momento, el técnico no ha entablado ninguna negociación seria.
Todo puede cambiar con el papel del presidente de la República. Zidane ha admirado en más de una ocasión su figura como político. El jugador fue partícipe durante la campaña electoral rechazando a la extrema derecha. No ha declarado públicamente a quién vota, pero ha dejado evidencias de que el perfil del francoargelino pega con el de Macron. Las declaraciones de esta semana no mencionan intrínsecamente al PSG, pero está claro que Emmanuel quiere ver ya a Zinédine entrenar en su país.
Macron - Qatar
Francia y Qatar hicieron la pinza para evitar que Mbappé jugara en el Real Madrid. Los petrodólares y los intereses cruzados de ambos países provocaron el gran cambio en una historia que parecía tener el final escrito con el Real Madrid. Las llamadas de Macron, y también del expresidente Sarkozy, lograron ablandar al jugador, que será bandera de los JJOO. Mientras, el emir también quería que siguiera en el PSG para utilizarle como imagen para conseguir la cita olímpica para Doha en 2036.
Los dos países son grandes aliados económicos. No solo por el PSG, sino por los miles de millones que el emir invierte allí. Qatar compró el club con el objetivo de albergar un Mundial y finalmente lo hará a finales de este año 2022. Ahora se lanzan a por una candidatura olímpica en la que también quieren utilizar a Mbappé. Macron y el emir se reunieron justo antes de esa renovación de Kylian cerrando diferentes acuerdos, así como la importancia de que el PSG sea un club grande en Europa.
"Yo no intervengo en ningún traspaso. Soy como todo ciudadano en lo que se refiere al deporte. Tengo ganas de ver un buen partido y de apoyar a un equipo, en este caso al Olympique de Marsella. Tuve una conversación con Kylian Mbappé, simplemente para aconsejarle que se quede en Francia. Fue de manera informal y amistosa. El papel de un presidente es defender a su país", sentenció el presidente francés tras la renovación del jugador.
Macron salió a la palestra esta semana para presionar a Zidane como hizo con Kylian. "Espero, por la influencia del campeonato francés y por Francia, que vuelva y entrene a un gran club francés, sería genial. Mi papel es decir que Francia es una gran nación para el deporte y el fútbol, que hay grandes personas que aman este deporte. Es importante para nosotros que los mejores jugadores que hemos formado, que a veces han brillado a nivel internacional, puedan volver", sentenció.
Zidane en Francia
No es el primer guiño que Macron lanza a Zidane. "Espero que pueda desempeñar un papel importante para el país. alguien que inspira a nuestra juventud y que dentro de las decisiones que ha tomado, su actitud siempre ha estado comprometida con los jóvenes, intentando llevar a todo el mundo por el camino correcto. Es una gran figura del deporte francés y del fútbol, ha tenido una carrera de jugador y de entrenador excepcional", sentenciaba tras la salida del francés del Real Madrid en 2018.
La figura de Zidane en el país francés es, seguramente, la de su máxima estrella en toda la historia. En 1998, en el Mundial celebrado en Francia, la anfitriona se convertía en campeona. Lo hacía ante Brasil, siempre favorita, con un incontestable 3-0 en la final, con dos goles de Zinédine. Una persona con raíces argelinas hacía feliz a todo un país en su casa. El resto de su legado en este deporte, con Champions y otros premios, encumbra su figura a límites difíciles de alcanzar.
Para Macron el fútbol y su aportación a la sociedad son poco menos que una cuestión de Estado y cada vez que le preguntan por cualquier figura de renombre del país hablan de lo que aportan a Francia y su papel en la imagen de prestigio que da al exterior. Con estas palabras el presidente francés utiliza una especie de técnica similar a la que hizo con Mbappé, con el que sí habló y consiguió que se quedara en Francia. Con Zidane todavía no lo ha hecho.
Para el presidente galo es vital tener figuras francesas tan reconocidas a nivel internacional. La Ligue-1 quiere aspirar a dejar de ser eso que algunos denominan como "Liga de granjeros" para codearse con la élite a nivel de contratos, estrellas y rendimiento de sus equipos. Todo esto se ve influenciado por los intereses comerciales entre estados. Si Zidane termina siendo entrenador del PSG, el fútbol se tornará una batalla de egos políticos de la que en unos años nada podría quedar.
[Más información: Pinza de Francia y Qatar al Real Madrid con Mbappé: embajador de los JJOO de París 2024 y Doha 2036]