La otra cara de Monchi en el Sevilla: 293 millones en fichajes y grandes fiascos como Rony Lopes

No es oro todo lo que reluce alrededor de Monchi y el Sevilla Fútbol Club. El que durante muchas temporadas ha sido considerado por la mayoría del mundo del fútbol como uno de los directores deportivos más destacados, lleva varias temporadas sin encontrar la tecla en el mercado de fichajes.

Una etapa en la que el Sevilla ha acumulado tres veranos consecutivos con balance negativo en los mercados veraniegos de traspasos, precisamente desde que el andaluz volviera de su breve etapa en la Roma.

En este tiempo, el Sevilla ha aumentado su competitividad en el campeonato liguero, recortando la distancia con Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, pero no ha demostrado el mismo empaque en Europa. En las últimas dos temporadas, el equipo hispalense cayó en octavos de final y en la fase de grupos de una Champions League en la que se esperaba un poco más.

Monchi, en Cara a Cara de Canal Sur

Una de las posibles explicaciones puede ser la falta de puntería en los últimos tiempos del 'León de San Fernando' desde los despachos. El fichaje más caro de la historia del Sevilla, Rony Lopes, firmó por el equipo del Sánchez-Pizjuán en el verano de 2019 procedente del Mónaco a cambio de 25 millones de euros.

Ahora, tres temporadas después y tras dos cesiones, el futbolista portugués intentará evitar que su paso por el Sevilla, donde solo ha jugado cinco partidos, no se convierta en un fiasco absoluto.

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Pero, además del luso, en estas tres últimas campañas desde su vuelta de la capital italiana, Monchi tampoco ha acertado con otras incorporaciones. El israelí Munas Dabbur llegó al equipo andaluz en la temporada 19/20 desde el Salzburgo por 17 millones de euros y, aunque el principal artífice de su llegada fue Joaquín Caparrós, Monchi dio luz verde posteriormente a la contratación.

Una cifra importante que, sin embargo, no tuvo reflejo en el campo. Dabbur tan solo disputó dos partidos con la zamarra blanca del Sevilla y se marchó al Hoffenheim en el verano de 2020 por 12 millones de euros. Es decir, una pérdida de cinco 'kilos'.

Koundé, una de las excepciones

Cierto es que en su vuelta también ha habido incorporaciones que han salido bien, como la de Jules Koundé. El francés llegó por 25 millones de euros desde el Girondins, se convirtió en uno de los mejores centrales de la Liga y se marcha ahora al Barcelona por 50 millones de euros más otros 10 en variables.

Una operación que sí recuerda a de la mejor época de Monchi, en la que fichaba jugadores desconocidos para el gran público y los convertía en estrellas que, o bien vendía por un precio muy superior, o bien se quedaban en la capital andaluza dando un rendimiento extraordinario. Algunos de esos nombres fueron los de Dani Alves, Frederic Kanouté, Luis Fabiano, Carlos Bacca, Kevin Gameiro o Ivan Rakitic.

Jules Koundé, en un partido del Sevilla de la temporada 2021/2022 AFP7 / Europa Press

También cabe decir que justo en el tramo en el que Monchi estuvo en Roma, el Sevilla hizo varias inversiones ruinosas en forma de fichajes. Desde las oficinas sevillistas se contrató a Quincy Promes, Ibrahim Amadou o Joris Gnagon. Futbolistas que costaron un total de 48,50 millones de euros y que apenas tuvieron impacto futbolístico y acabaron marchándose por la puerta de atrás y dejando tan solo, entre los tres, 15,70 millones en las arcas sevillistas.

De nuevo con Monchi, hay varios jugadores propiedad del Sevilla que fueron incorporados como apuestas importantes por el montante final que costaron al club en las últimas temporadas y que su rendimiento está en tela de juicio ahora mismo.

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Óscar Rodríguez fue uno de los elegidos por Monchi en el verano de 2020. El canterano madridista salió del Santiago Bernabéu dirección a Sevilla por 13,50 millones de euros, pero no ha acabado de cuajar. El talaverano ha estado cedido en el Getafe y ahora se ha ido al Celta de Vigo, de nuevo a préstamo. Una inversión que parece que será difícil de recuperar en las cuentas hispalenses.

Otro futbolista español por el que el Sevilla puso toda la carne en el asador fue Suso. El Sevilla compró al jugador gaditano en 2020 (aunque había llegado en 2019 como cedido) a cambio de 21 millones de euros al Milan. Su fichaje es actualmente el cuarto más caro de la historia del club y, hasta ahora, ha alternado luces y sombras en su periplo con Julen Lopetegui.

Jugadores bajo la lupa

Por si fuera poco, Suso sufrió esta temporada una grave lesión en el tobillo y espera poder recuperar su mejor tono en esta temporada 2022/2023 que está a punto de comenzar.

Gonzalo Montiel es otra de los fichajes de relumbrón del Sevilla en las últimas campañas. Monchi se hizo con los servicios del argentino a cambio de 11 millones de euros, pero el exjugador de River Plate no ha sido capaz de consolidarse como lateral derecho indiscutible del equipo, donde el veterano Jesús Navas sigue siendo un futbolista de la confianza del técnico y, por supuesto, tiene el cariño de la afición. Además, Montiel también ha tenido diversos problemas musculares desde que llegó a Sevilla.

Monchi, en el banquillo de la Roma

Un caso que recuerda al de Rony Lopes es el de Oussama Idrissi. El jugador neerlandés llegó procedente del AZ Alkmaar a cambio de 12 millones de euros. Pues bien, tras dos años desde su fichaje, solo ha jugado ocho partidos con los del Sánchez-Pizjuán y esta misma temporada comenzará su tercera cesión, esta vez al Feyenoord de Róterdam.

Una serie de inversiones que, además, dejan un saldo negativo importante desde que Monchi regresara en abril de 2019. En la temporada 2019/2020 el Sevilla gastó en fichajes 178,73 millones de euros e ingresó 131,45. Es decir, un balance negativo de 47,28 millones.

Necesidad de cambiar la tendencia

Una situación que se calcó en el verano siguiente. Antes del inicio de la temporada 2020/2021 el club hispalense invirtió 72,75 millones y tan solo ingresó 19,68 de euros. Otros 53,43 millones de balance negativo.

En el último verano con los datos cerrados, el de la 21/22, el Sevilla redujo el gasto en fichajes hasta los 41,50 millones, pero las ventas tampoco fueron boyantes: 28,50 millones. 13 'kilos' en negativo.

Tres veranos consecutivos con un gasto de 292,98 millones y que arrojan un balance total de 113,71 millones de euros en negativo. Una situación problemática que se juntó con la crisis del covid para un club que en los últimos años ha tenido problemas para sanear sus cuentas y que este verano tendrá que invertir las cifras y acertar más con las incorporaciones de futbolistas.