Es la temporada de la supuesta reconstrucción del FC Barcelona. Es a lo que se apunta tras un verano de palancas y grandes fichajes. Pero en los primeros compases del trayecto se pone en medio otra vez esa maldita pesadilla, la misma de los últimos años, el Bayern Múnich. Y por si fuera poco, otro 'coco': el Inter de Milán.
El sorteo de la fase de grupos de la Champions League no tuvo la menor piedad con el Barça. Era el peligro de estar en el bombo 2. Como si de una broma mala se tratara, el Eintracht Frankfurt (en el 1 como campeón de la Europa League) caía en un grupo de medianías. Todo empezó en ese Camp Nou tomado por los alemanes el pasado abril.
La Champions, la gran competición de esa UEFA que ya amenaza con sancionar al Barça por su gestión, no dará un respiro a los culés. No tendrán margen ni los fichajes ni Xavi Hernández, al que seguiría una pesada sombra durante su carrera como entrenador si otra vez cae en la fase de grupos.
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"No hay excusas", decía el vicepresidente del Barça desde Estambul tras el sorteo. Ni excusas ni más alternativas, pensaría Rafa Yuste. Es cierto que el salto del equipo azulgrana esta temporada ha de ser notable. Para eso van ya gastados más de 150 millones de euros. Sin embargo, la caída ahora sería el doble de dolorosa y casi fatal.
Porque el Barça lo ha apostado todo al presente. Resultados desde ya para que la agonía no haga eterno el paso de las temporadas hasta volver a estar saneado. Un all-in en toda regla, mediante palancas, que puede acabar con el jugador marchándose de vacío de la mesa de póker. Un sorteo envenenado amenaza las cartas de Joan Laporta.
Palancas para el presente
El Barça ha activado este verano cuatro palancas por un valor de 737,5 millones de euros que con plusvalías serían en torno a 130 'kilos' más. A la directiva de Laporta no le ha quedado otra que vender activos del club para sanear las cuentas: un 25% de los derechos televisivos de los próximos 25 años y un 49% de Barça Studios.
Esos ingresos han estabilizado las cuentas, esencialmente para poder inscribir fichajes: Lewandowski por 45 millones, Jules Koundé por 50, Raphinha por 58... Contrataciones galácticas para un club con una deuda millonaria. No daba con lo que había y los nervios llevaron a buscar a la desesperada maneras para fichar.
Ahora los ingresos deben llegar por los resultados deportivos. El Real Madrid se embolsará casi 125 millones de euros como consecuencia de haber ganado la última Champions. Laporta quiere eso y no lo que ganó el Barça el curso pasado, que no llegaba ni a 25 'kilos' por su participación en la máxima competición continental.
Repetir desastre no entraba en la cabeza del barcelonismo, pero tras el sorteo de este jueves empiezan las dudas. Y ahora ya no vale que el entrenador diga eso de "es lo que hay", como rechistaba Ronald Koeman, o "esta es nuestra realidad", como asumía Xavi. Ambos lo dijeron tras ser derrotados 0-3 y 3-0, respectivamente, por el Bayern.
La revancha de Robert
El Barça se las vuelve a ver con el monstruo, aunque a este la haya quitado su mejor baza. Lewandowski está ahora del otro lado de la historia, como diría Courtois, aunque él se ha ido donde se acumulaban las derrotas. Aquel 2-8 de Lisboa sacó muchas sonrisas en Múnich, también a Robert que fue de los que 'mojó' esa noche.
Pero el Bayern dejó de verle con los ojos que él quería. Los que pone aquel que ve un fenómeno paranormal ante sí mismo. En Barcelona le prometieron que, pese a sus 34 años, ellos no lo permitirían y le dieron un contrato de cuatro años. El jugador de los 344 goles como bávaro se mudó y solo unos meses más tarde tendrá la oportunidad de tomarse su revancha particular.
El Bayern, por su parte, ha aprovechado este verano para renovarse. A Lewandowski le ha cambiado por otro delantero contrastado, además de finalista de la pasada Champions: Sadio Mané. Más barato que el polaco (32 millones). Tampoco le ha hecho falta palancas para pagar casi 70 millones por un central, el neerlandés Matthijs de Ligt.
La maquinaria bávara pondrá a prueba el acierto culé para fichar y la capacidad de Xavi como entrenador. Al de Terrassa le han traído todo lo que quería, aunque todavía no tiene inscrito a Koundé y para ello deberá haber alguna salida dolorosa (Aubameyang y/o Depay).
Lukaku despierta al Inter
Por si fuera poco, en ese grupo C maldito estará otro 'gallo'. El Inter de Milán, a priori, parte por detrás del Barça en la lista de favoritos. Pero la nueva plantilla culé debe probar su fuerza mientras el proyecto neroazzurro está más asentado. El regreso de Romelu Lukaku da esperanzas al Giusseppe Meazza tras un desilusionante curso en el que se cayó en el grupo de Champions y vio ganar la Serie A a su gran rival, el AC Milan.
El belga no es el único peligro del equipo que dirige Simone Inzaghi. Lautaro Martínez, Nicolò Barella, Hakan Çalhanoglu, Marcelo Brozovic... Todos estos nombres dotan de solidez al equipo interista, otro clásico de Europa con ganas de volver a hacer algo en la competición de las competiciones.
La 'cenicienta' será el Viktoria Pilsen. El equipo checo ha eliminado al HJK Helsinki, el Sheriff Tiraspol y el Qarabag para ganarse un hueco en el sorteo de este jueves. Le tocó el 'gordo' ya que se medirá a tras clubes importantes y luchará por rascarle algún punto a alguno de ellos. Un despiste se puede pagar muy caro.
La gloria no se regala y si Laporta pensaba que con las palancas le bastaría, equivocado estaba. La Champions se paga cara desde el principio y este grupo es un aviso para todo aquel que imaginaba escenarios idílicos sin que haya rodado el balón. La realidad del Barça sigue siendo la que es y durante los próximos dos meses se le avecinan curvas. La supervivencia del club está en juego.