La guerra civil en la selección española de fútbol femenina continúa. Quince de sus jugadoras han decidido renunciar a su condición de seleccionables para el equipo nacional en un claro órdago lanzado a la Real Federación Española de Fútbol y a su presidente, Luis Rubiales.
El motivo no es otro que mostrar su rechazo ante la decisión de este de no cesar al entrenador del equipo, Jorge Vilda, tal y como le habían pedido después de los últimos cismas que se habían abierto en el vestuario. La relación entre buena parte del combinado español y el seleccionador se ha roto por completo. Y ahora la bomba ha estallado.
La respuesta de la RFEF no se ha hecho esperar y ha llegado a través de un duro comunicado después de haber recibido hasta 15 correos electrónicos de 15 jugadoras diferentes tomando la misma decisión: romper con España. El enfrentamiento en estos momentos es total después de la enorme ruptura que se ha abierto en el vestidor del equipo nacional con el seleccionador.
[Cánticos de dimisión para Jorge Vilda y las jugadoras buscan la normalidad: "Hay un avance"]
El motivo que alegan estas jugadoras para rechazar la llamada de España es que no se encuentran en la mejor situación emocional para acudir a la llamada de un seleccionador con el que no quieren estar. El lío salió a la luz durante la última convocatoria de la Selección. Varias de las jugadoras más importantes del equipo alzaron la voz y pidieron la destitución del técnico.
La RFEF intervino en el conflicto y la petición de cesar al técnico llegó hasta el despacho de Luis Rubiales. Finalmente, y después de producirse varias reuniones, las capitanas y el seleccionador llegaron a una especie de acuerdo. No era más que emplazar la batalla a futuro. Se juntaron y dieron una rueda de prensa donde transmitieron la decisión de que iban a disputar los dos partidos que cerraron el grupo clasificatorio para el Mundial de 2023. Y después ya se vería lo que sucedería.
[España ya mira al Mundial: el empujón definitivo para el fútbol femenino y un torneo para soñar]
Diferencias en el vestuario
Las consecuencias de no haber llegado a más puntos de entendimiento tras aquel conato de motín se han producido ahora. Sin embargo, también se produce una situación crisis total en el vestuario y es que entre las firmantes de estos correos electrónicos de renuncia no se encuentran, por ejemplo, ni la mejor jugadora del mundo Alexia Putellas ni las pertenecientes a la plantilla del Real Madrid.
Lo que demuestra esta revuelta es que la guerra sigue abierta en el equipo femenino y que la decisión de 15 de estas futbolistas de no continuar bajo las órdenes de Vilda es irrevocable. Una situación que no es compartida por la Real Federación Española de Fútbol. El máximo organismo del balompié español siempre ha respaldado a Vilda, quien tiene contrato hasta el año 2024.
El comunicado de la RFEF
Por si fuera poco, ha emitido un duro comunicado donde critica la postura de estas 15 jugadoras de manera flagrante: "La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias. La Federación no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo. Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas.
De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación. La RFEF, al contrario de la forma de actuar de estas jugadoras, quiere dejar claro que no las llevará a este extremo ni las presionará.
[España, campeona del mundo sub-20 por primera vez en la historia]
Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España. La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas aunque tenga que jugar con juveniles. Este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad. La selección es innegociable. Es una situación sin precedentes en la historia del fútbol, tanto masculino como femenino, en el ámbito español y mundial.
El presente y el futuro de España está en el potencial de las categorías inferiores y de jugadoras que este mismo verano se han proclamado campeonas del mundo sub-20 y campeonas de Europa sub-19, además de obtener el subcampeonato de Europa sub-17 juvenil. La selección necesita jugadoras comprometidas con el proyecto, con la defensa de nuestros colores y orgullosas de vestir la camiseta de España. Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón".