Un nuevo episodio de racismo vuelve a sacudir al fútbol, en este caso al francés. Los hechos se produjeron en un partido de la Ligue 1, la máxima competición gala, en el encuentro en el que se enfrentaban el Clermont y el Brest y que terminó con victoria para el conjunto visitante por 1-3.
Islam Slimani, el futbolista argelino, sorprendió durante el transcurso del choque al acercarse de manera clara a uno de los asistentes arbitrales que se encontraban en la banda. En una actitud reivindicativa y con una clara cara de cabreo, el jugador se dirigió a este colegiado para denunciar unos insultos de índole racista recibidos por parte de un rival: "Me ha llamado árabe sucio", le espetó al árbitro.
Tal y como señalan algunos medios de comunicación presentes en el estadio, y según fuentes del vestuario del Brest, a quien Slimani señaló como autor de estos insultos fue a Johan Gastien, el futbolista del Clermont.
La reacción de Slimani
El futbolista del Brest no se ocultó y tras el partido, en la zona mixta, fue preguntado por los periodistas acerca de este desagradable hecho. El jugador argelino confirmó la veracidad de los hechos y se mostró apesumbrado de que este tipo de hechos se sigan produciendo en la sociedad.
"Que te llamen sucio árabe en estos días es serio, estoy orgulloso de ser nativo, de ser argelino. Ahí, en la Ligue 1, con todas las cámaras que tenemos, te insultan como un cabrón sucio. Es serio, es algo serio que todavía pase esto. Hay muchos jugadores africanos que juegan con él, pero tenemos que enfocarnos en la victoria, que es lo más importante", relató el futbolista afectado por estos insultos racistas.
El jugador señalado como autor de los hechos, negó que hubiera proferido estos insultos racistas, algo por lo que fue preguntado el propio Slimani: "Es normal que diga que no es verdad, pero como digo es algo grave", alegó el futbolista. Incidió el jugador del Brest en la gravedad de que, a estas alturas, se sigan produciendo situaciones de este calado.
Johan Gastien, el jugador del Clermont, también realizó declaraciones al término del encuentro para desmentir los hechos de los que le acusan: "Jamás en mi vida diría eso. El problema es que en esta historia soy yo el que pasa por idiota. Sé lo que dije, y los compañeros en el campo también escucharon lo que pasó", dijo ante los medios de comunicación.
El futbolista del Clermont llegó incluso a terminar su comparecencia ante la prensa con lágrimas en los ojos: "Defiendo las cosas que están en contra del racismo, eso me enfada. Viniendo de un tipo que desea hacerte daño en el campo y te dice que quiere romperte, esto me cabrea. No solo hay gente inteligente por ahí. Esto es desafortunado viniendo de un tipo que tiene 500 partidos como profesional", dijo cruzando acusaciones con Slimani.