El estallido contra el Mundial de Qatar a menos de diez días del inicio: cada vez más voces críticas

Hay que echar la vista mucho tiempo atrás para recordar el momento en el que Qatar fue designado como sede del Mundial de fútbol que está a punto de empezar. La decisión se produjo en el año 2010 y estuvo envuelta, desde el primer instante, por un mar de dudas en torno a la limpieza del proceso y a la ética de llevar este evento a un país donde no se respetan los Derechos Humanos.

Ya desde el inicio se percibió que no iba a ser un Mundial al uso. Las temperaturas en Qatar son extremadamente altas en verano, la fecha históricamente reservada para la disputa de esta competición, por lo que enseguida se puso sobre la mesa un cambio sin precedentes en el calendario. El mundo, y el del fútbol en particular, terminó pasando por el aro y paga las consecuencias ahora de una temporada completamente alterada. 

Pero todo iba más allá. No había estadios, no existían infraestructuras para desarrollar los partidos así que el emirato prometió una ingente inversión de recursos para que todo llegara a tiempo. Sin embargo, ha resultado que esos recursos también han sido humanos y que la construcción de los complejos se ha llevado por delante muchas vidas durante todo este tiempo.

Anuncio del Mundial de Qatar 2022 en Doha, capital del país Reuters

El otro aspecto que ponía la duda sobre Qatar era fundamental, el de los Derechos Humanos. Enseguida se cuestionó cómo una organización como la FIFA, que alardea de valores como la igualdad, la libertad y la lucha contra el racismo, podía caer en la trampa de llevar a un país así su mayor tesoro. Un lugar donde la homosexualidad está penada y donde las libertades de las mujeres son inexistentes. 

Pero poco a poco aquella indignación inicial se fue calmando... hasta llegar al presente. Ahora que apenas restan unos días para que se inicie el Mundial de Qatar 2022, es cuando han surgido las voces más críticas. Se han visto reivindicaciones públicas en los estadios, peticiones de algunos colectivos de no viajar al país y declaraciones de personajes importantes del fútbol reconociendo el error. El último de ellos, el expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, que asumió que aquella designación no debía haberse producido.

Todo por dinero

La ola de reacciones contraria ya está en marcha y parece que no va a frenarse, al menos, hasta el inicio del Mundial. El caso más llamativo es el de Joseph Blatter. Él fue el presidente de la FIFA en aquel 2010 en el que se le concedió a Qatar el beneficio de organizar una cita de este calibre, y públicamente ha reconocido 12 años más tarde que todo aquello no estuvo bien. 

[Joseph Blatter se confiesa y dispara a Platini por el Mundial: "La elección de Qatar fue un error"]

"La elección de Qatar fue un error. Asumo mi responsabilidad, yo era el presidente de la FIFA en aquel momento", dijo Blatter. En su relato, apuntó además a una cuestión económica y a los lazos de Michel Platini, por entonces también envuelto en la decisión, con el gobierno francés y con los dirigentes de Qatar. "Los votos de Platini fueron decisivos para la adjudicación de Qatar, es la verdad. Y por supuesto que había una cuestión de dinero de por medio", dijo.

Sin embargo, el expresidente de la FIFA no hizo mención alguna a los Derechos Humanos, y apuntó a las limitaciones de un país tan pequeño como el asiático para organizar un evento tan grande. Precisamente el plano social es uno de los que más polvareda ha levantado, y de hecho lo sigue haciendo.

Las cuestiones relacionadas con la homosexualidad, las muestras de afecto en público o los derechos de las mujeres siguen estando en entredicho. Pese a que desde Qatar se han ocupado de lanzar mensajes conciliadores, el último de ellos ha sacado a relucir la que muchos piensan que es su cara real. Khalid Salman, embajador del Mundial, dijo que las relaciones entre personas del mismo sexo están prohibidas "porque dañan la mente".

[El aperturismo de Qatar no convence a 50 días del Mundial al colectivo LGTBI: "No les creemos"]

Este ha sido el último incendio y la puntilla que necesitaban algunas organizaciones LGTBI para pedir en diferentes países que no se viaje hasta Qatar. De hecho, algunas de ellas, como la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más con la que habló EL ESPAÑOL hace unas semanas, no se creen su discurso de apertura al mundo.

Klopp, el más enérgico

El entrenador del Liverpool, asiduo a lanzar mensajes interesantes en sus comparecencias, reflexionó recientemente sobre la celebración del Mundial en Qatar. "Construir estadios en verano a 50 grados o lo que sea no es bueno para una persona. Nadie ha pensado en esos trabajadores", dijo sobre la muerte de más de 6.500 trabajadores en la construcción de los estadios.

Además, el alemán prosiguió: "Ha habido muchas oportunidades de denunciarlo desde la concesión del Mundial. Dos o tres años para decir: 'El proceso no está bien'. Pero mucha gente ha ganado dinero por razones equivocadas", dijo Jürgen Klopp, claramente en contra de celebrar un Mundial bajo estas circunstancias. 

Otro entrenador que reaccionó de forma enérgica fue Jorge Sampaoli, que apuntó al dinero como la principal razón para elegir a Qatar: "La FIFA determinó que se jugase en un lugar en el que no se debería haber jugado y en una fecha en la que no se debería haber jugado. Todo por plata, todo por negocio", apuntó el técnico del Sevilla. 

El público reacciona

La afición alemana suele ser una de las más reivindicativas en causas sociales y en este caso no han sido menos. Desde hace unas semanas, en varios de los estadios de la Bundesliga se han visto diferentes mensajes que se posicionan claramente en contra de la celebración del Mundial en Qatar.

Los últimos en hacerlo fueron hace un par de semanas los hinchas del Borussia Dortmund, del Hertha de Berlín y del Bayern de Múnich. En el Signal Iduna Park, la grada de animación principal del Dortmund, una de las más famosas del mundo, lució varios lemas reivindicativos, uno especialmente claro que rezaba 'Boicot a Qatar 2022'. Los aficionados invitaron a apagar la televisión y a no seguir este evento que se ha llevado por delante tantas vidas humanas. 

El Signal Iduna Park del Borussia Dortmund. REUTERS

En la misma línea, en el estadio del Hertha de Berlín se pudieron ver pancartas similares en diferentes zonas de la grada. En aquel encuentro se enfrentaba el conjunto de la capital con el Bayern de Múnich, y los aficionados bávaros desplazados también se unieron a estas protestas sociales. 

Varias selecciones participantes lucirán un brazalete arco iris en defensa de los derechos del colectivo LGTBI, mientras que algunos combinados como el de Dinamarca llevarán tanto el escudo de su Federación como el de la marca que les viste notablemente difuminados en señal de protesta.

Ahora restan nueve días para que el Mundial arranque en Qatar, pero las protestas se siguen sucediendo por diferentes motivos. El país asiático sigue estando en el punto de mira, pero este evento que ha alterado la temporada de arriba a abajo sigue adelante irremediablemente.