Cuando Diego Pablo Simeone firmó a finales del año 2011 como nuevo entrenador del Atlético de Madrid, cambió la Historia del club colchonero para siempre. Nadie se atreve a cuestionar los éxitos logrados desde la llegada del técnico argentino, los números son indiscutibles y el palmarés imborrable. Pero el Cholo no llegó solo por entonces al Vicente Calderón, lo hizo acompañado de una mano derecha con la que formaba un tándem casi perfecto.
Su otra mitad era Germán 'Mono' Burgos. El exguardameta fue una pata de apoyo indispensable y su importancia en el cuerpo técnico fue grandiosa desde el primer momento. En el banquillo, era una parte muy activa y a menudo se le podía ver a él mismo dando órdenes a los jugadores en lugar del Cholo. Otro hombre con garra, con carácter, que todo lo que demostró en un campo en su etapa como jugador también lo supo transmitir a sus futbolistas como técnico.
Juntos, Simeone y el Mono Burgos llevaron al Atlético de Madrid a lo más alto, a cotas impensables cuando cogieron un equipo que acababa de perder en la Copa del Rey ante el Albacete. Llegaron a dos finales de la Champions League, consiguieron levantar la Liga, la Europa League, la Supercopa de Europa y la de España... Y no solo en una única ocasión, sino que repitieron algunos de estos títulos.
Sin embargo, esta pareja se rompió hace algo más de un par de años. Al terminar la campaña 2019/2020, Burgos pensó que estaba preparado para dar todavía un salto más en su carrera deportiva e iniciar su trayectoria en solitario. Dejó el cuerpo técnico de Simeone y desde entonces, quitando el título de La Liga de la temporada 2020/2021, el Atlético ha ido cuesta abajo.
La separación
Entre rumores de que la relación entre ambos no era la mejor después de una convivencia tan intensa durante casi una década, Germán Burgos decidió dar un paso al lado y abandonar el Atlético de Madrid. Era una decisión arriesgada, la de dejar un lugar en el que estaba teniendo tanto éxito, pero también valiente, al iniciar una nueva etapa de su carrera como entrenador.
El Atlético de Madrid anunció aquel cambio para verano del año 2020. Ahí se abrió un periodo de incertidumbre para el 'Mono' porque no firmó de manera inmediata por otro club, sino que tuvo que esperar varios meses para encontrar trabajo. Fue Newell's Old Boys quien, en Argentina, confió en él y se hizo con sus servicios. Una experiencia poco grata porque apenas unos meses después rescindió el contrato.
Más tarde, el destino le llevó de vuelta a Europa, más concretamente a Grecia. El Aris Salónica lo fichó en el mes de febrero de este año, sumido en una crisis que le tenía lejos de sus objetivos. El argentino levantó al equipo y firmó buenos resultados, pero el club decidió llevárselo por delante y terminó por despedirlo a principios de esta campaña.
El peor Atlético
Un cambio en el cuerpo técnico siempre afecta de alguna manera a un equipo, y en este caso el balance desde la salida del 'Mono' resulta negativo. Con el tándem Simeone-Burgos, el Atlético de Madrid se sumió en una ola de éxito que le llevó a conseguir títulos con cierta frecuencia. Una etapa plagada de victorias importantes y de pegarse codo a codo con los mejores, recuperando la grandeza perdida en épocas anteriores.
No obstante, es cierto que justo en la temporada siguiente a su marcha, el Atlético de Madrid consiguió el que hasta ahora es su último título de La Liga. Lo consiguió en un sprint final ante el Real Madrid en el que los colchoneros salieron vencedores después de haber mandado con claridad durante gran parte del curso.
Sin embargo, desde aquel éxito, las cosas se han torcido mucho por el Metropolitano. El pasado curso finalizó sin ningún título que llevarse a la boca y en este, pese a que todavía queda la mitad de la temporada por delante, la mayoría de las opciones se han esfumado y la Copa del Rey parece la única vía de escape para evitar un derrumbe.
Las dudas han ido ganando terreno en los últimos meses y han dejado a Simeone en el peor momento desde que es el entrenador del Atlético de Madrid. La pasada campaña muchos apuntaban a los rojiblancos como los grandes favoritos para revalidar el título liguero por tener la plantilla más profunda y con más alternativas, pero se estrellaron a lo grande. Terminaron a 15 puntos del campeón, terceros por detrás del peor Barcelona de los últimos años.
En Copa del Rey, el Atleti ni siquiera pudo pasar de los octavos de final. De nuevo, otro traspié en una competición que lleva demasiados años seguidos jugándole malas pasadas. En la Champions League, los de Simeone se quedaron en los cuartos de final, donde el Manchester City les mandó para casa antes de tiempo.
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Demasiados problemas
Los resultados deportivos esta temporada no están siendo mejores. El arranque en La Liga está siendo calamitoso, lejos de cumplir cualquier gran expectativa, y el Atlético de Madrid marcha quinto clasificado, incluso fuera de los puestos de la Champions League, ya con 4 derrotas en 14 partidos disputados. La pelea por la zona europea estaba siendo muy dura antes del parón por el Mundial, y cualquier tropiezo puntual puede hacer caer al Atleti incluso fuera de Europa. La diferencia con el líder es ya de 13 puntos, una diferencia que parece insalvable.
Lo sucedido en la Champions League supone un gran descalabro por el que han temblado muchos de los cimientos del proyecto de Simeone. Los rojiblancos no han conseguido superar la fase de grupos pese a tener rivales sobre el papel inferiores, y ni siquiera les ha quedado el consuelo de caer a la Europa League porque fueron últimos en la clasificación.
Así, parece que tan solo les queda la opción de la Copa del Rey, aunque saben que no será fácil. En esta competición han sufrido varios varapalos inesperados y en el último encuentro ante el Arenteiro de Segunda RFEF tuvieron que pelear hasta el final.
Pero todo va más allá de los resultados. Parece que una tremenda crisis de identidad se ha adueñado del Atlético de Madrid, como si Simeone no supiera muy bien qué rumbo seguir desde que el 'Mono' Burgos le dijera adiós. Desde su marcha, por momentos los rojiblancos han jugado más alegres, en otros instantes han vuelto a su versión más defensiva pero con peor resultado, sin la seguridad habitual atrás.
Esas señas de identidad que eran la garra, la pelea innegociable y una defensa férrea parecen haber pasado a mejor vida. Al Atlético de Madrid se le hace gol con relativa facilidad y eso lo está pagando mucho. Por si fuera poco, todo esto se ha traducido en un clima de dudas y críticas en la grada por primera vez desde la 'era Simeone'.
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Y hay más. En los últimos tiempos están surgiendo una serie de polémicas y desencuentros con jugadores que con el 'Mono' Burgos no se daban, quizás porque Germán sabía llevar mejor a los futbolistas o por ser un punto de apoyo para descargar responsabilidades. La situación con Joao Félix parece ser irreversible, y ha habido encontronazos públicos con gestos y declaraciones. El último ha sido Matheus Cunha, que dejó un mensaje con lo que parecía un recado para Simeone.
Diferentes granitos de arena que se van sumando y que comienzan a hacer una montaña. Casualidad o no, los problemas han ido creciendo desde que el 'Mono' Burgos no forma parte ya del organigrama del Atlético de Madrid. En el Metropolitano lo echan de menos, a él y a la perfección de su tándem con Simeone.