Hace tres años, el Atlético de Madrid hacía su inversión más fuerte de la historia para fichar a Joao Félix. Una llegada que desató la ilusión en la afición rojiblanca, ávida de un futbolista con talento suficiente que les permitiese competir con Real Madrid y Barcelona. Ahora, tres años después, el portugués sale por la puerta de atrás, con más pena que gloria y la sensación que se ha desperdiciado el talento que habita en sus botas.
Chelsea y Atlético de Madrid han hecho oficial la salida del joven futbolista, que aún cuenta con 21 años, a la Premier League. Una cesión hasta final de temporada, sin opción de compra, donde el conjunto inglés ha tenido que desembolsar 11 millones de euros por sus servicios.
Un adiós que se ha ido fraguando año tras año desde que llegó, pues Joao Félix nunca llegó a congeniar con las ideas futbolísticas del Cholo Simeone. Una brecha que el club no ha sido capaz de revertir y que se ha convertido en un socavón insalvable, que ha acabado con el jugador en la capital de Inglaterra.
Una oportunidad en Londres para uno de los futbolistas que mayor futuro se presupone, aunque no ha sido capaz de mostrarlo en sus tres temporadas en el Atlético. Esta vez tendrá seis meses a préstamo en el Chelsea, que estaba marcado por una fuerte crisis interna tras la salida de Román Abramóvich y que no es capaz de enderezar el rumbo este año.
Una operación beneficiosa para el Atlético de Madrid. El conjunto rojiblanco se quita de encima uno de los mayores sueldos, gana movilidad de mercado y, además, renueva al jugador por una temporada en caso de que se revalorice en su salida hasta el próximo 30 de junio. Ahora, los colchoneros buscan un refuerzo para sustituir al portugués los próximos seis meses.
Tormento Simeone
Una de las principales razones de la salida de Joao Félix es su nula relación con Diego Pablo Simeone. El tormento con el entrenador rojiblanco ha sido constante a lo largo de su estadía en el Atlético de Madrid, lo que ha provocado el hastío del propio futbolista y el argentino. Una ruptura que se dio por una confianza que nunca llegó.
Simeone nunca le llegó a otorgar ese rol de indiscutible del que parecía gozar cuando firmó su llegada al Atlético en el verano de 2019. Una apuesta que le ha salido rana a la entidad presidida por Enrique Cerezo, que ve cómo los 127 millones de euros invertidos en él se diluyen tras su salida al Chelsea.
La idea de juego del técnico argentino nunca complació a Joao Félix, cierto es que no debe tampoco, pero nunca se ajustó para ver la mejor versión del portugués. Un desencuentro continuo motivado por el esquema del Atlético de Madrid. Es decir, la salida desde atrás del conjunto colchonero chocaba directamente la posición de la estrella lusa, que siempre buscaba jugar lo más pegado a la portería rival.
Un frente insalvable para las dos partes, que han chocado un y otra vez. Joao Félix llegó para ocupar el lugar de Griezmann. El francés era uno de los mayores sobre el terreno de juego, casi una prolongación del técnico, puesto que era uno de los que mejor representaba su espíritu.
Sin embargo, Joao Félix nunca llegó a cumplir ese papel. En sus tres temporadas en el Atlético ha disputado 131 partidos y ha anotado 34 goles, sin embargo, hay un dato que refleja el paso del luso por el conjunto madrileño. Solo llegó a completar 22 encuentros en total, siendo un símbolo de cambio constante para el Cholo.
De historia a fracaso
La firma de Joao Félix el verano de 2019 le hizo ser el fichaje más importante de la historia del Atlético de Madrid, ya que desembolsó 127 millones de euros. Una cifra de récord que le colocó entre los cinco más caros que se habían realizado. Compartía lugar con Coutinho, Dembélé, Mbappé y Neymar.
Tras tres años, su papel se puede asemejar más al de Dembélé. El francés ha mostrado destellos en el Barça, pero nunca ha llegado a romperla. Con 19 años, Joao llegó a Madrid a comerse el mundo y, de momento, apenas se le ha dado un par de bocados sin llegar a hincar bien el diente.
Sus registros goleadores también distan de lo que se esperaba ampliamente de él, ya que más allá de ciertos destellos, la irregularidad ha estado presente en su juego. Solo 34 goles, poco más de 10 por temporada en unos números lejos de lo que pretendían que fuese cuando firmó.
Ahora, su salida se antoja como una rápida solución para evitar un embrollo mayor dentro del club. Sin embargo, poco rédito lograrán sacar de esta ecuación salvo que Joao Félix rompa con todos los esquemas, pues en apenas seis meses en casi imposible que el delantero se revalorice y el Atlético pueda recuperar gran parte de lo que invirtió en él.
Además, llega a un equipo deslavazado. El Chelsea vive una de sus épocas más turbulentas en los campos de juego, ya que de sus últimos diez partidos solo ha ganado dos y empatado otro. Es decir, siete derrotas que le colocan como un equipo a deriva y sin aparente recuperación a corto plazo.
También la competencia para Joao Félix se antoja como una gran prueba para él. En roles similares encuentra a futbolistas de la talla de Mason Mount, Kai Havertz o Christian Pulisic. Precisamente, el 'Capitán América' parece el más damnificado por el aterrizaje del portugués. Sin embargo, serán todos ellos rivales por un par de posiciones en el campo, lo que dificulta su brillo y más cuando tiene que pasar por un proceso de aclimatación a las islas británicas.
Por delante, casi seis meses para Joao Félix de volver a sonreír. "Me gusta tener el balón y jugar con felicidad", han sido sus primeras palabras con la camiseta del Chelsea, habrá que ver si se cumple. La primera piedra ya la ha puesto en Stamford Bridge y tendrá que demostrar mucho en su cesión.