Caos en Valencia: de la persecución a los coches de los jugadores a los gritos de "no vais a salir"

La situación del Valencia es una de las más difíciles del fútbol español. El equipo de Gennaro Gattuso da una de cal y otra de arena. Y así ha estado dando tumbos en las últimas semanas. En la Supercopa de España, tuvieron una gran actuación con el Real Madrid en las semifinales, pero cayeron en los penaltis. Y en la Copa del Rey ante el Athletic, consiguieron aguantar el tanto inicial del Muniain, pero terminaron cayendo. 

Los valencianistas terminaron cediendo por 1-3 después de los goles de Nico Williams y de la sentencia de Vesga desde el punto de penalti. Esto provocó la fiesta de los leones en las gradas de Mestalla para enfado de la hinchada local. El aficionados más activos de los che la emprendieron contra los jugadores, primero dentro del estadio y después fuera. 

Los gritos de desaprobación, los pitos y los insultos aparecieron en los minutos finales del partido y se extendieron a los exteriores del estadio cuando el colegiado decretó el final el choque. La afición del Valencia cargó duramente contra los jugadores, contra su entrenador y también contra la propiedad de la entidad, el blanco habitual de las críticas.

La derrota trajo consigo una de las broncas más fuertes que se han vivido en los últimos años en una plaza que si se ha caracterizado por algo es por la hostilidad. El equipo se derrumbó en otra noche mediocre y es que el Valencia ha perdido en apenas unos días la oportunidad de jugar las dos únicas finales que han tenido a su alcance. De ahí que el cabreo fuera monumental. 

Tensión total en Mestalla

Los pitos y la pañolada contra Peter Lim fueron intensos al igual que los cánticos que pedían la marcha del dueño del club. Sin embargo, los momentos de mayor tensión se produjeron cuando los hinchas más exaltados comenzaron a amenazar a los jugadores al grito de "¡no vais a salir!". En ese momento, la policía se vio obligada a intervenir para intentar calmar los ánimos y, sobre todo, para garantizar la salida de los jugadores de las instalaciones de Mestalla en sus propios vehículos. 

Muchos aficionados increparon a jugadores como Cömert o Yunus Musah. El carrilero reconvertido en mediocentro tuvo que salir derrapando por encima de la acera incluso con el riesgo de haber atropellado involuntariamente a algunos de los hinchas que permanecían hasta altas horas de la noche en los aledaños de Mestalla. 

Los jugadores aguantaron el chaparrón y pidieron perdón a la afición sobre el césped. Sin embargo, después no salieron a dar la cara en zona mixta, ya que ni siquiera el capitán, José Gayà, tuvo fuerzas para afrontar el trance. Otros como el propio Cömert tuvieron que pararse y bajar la ventanilla de su coche para hablar con los aficionados, ya que sino no le dejaban marcharse.