Viñeta de Rodríguez Negreira junto al escudo del Fútbol Club Barcelona.

Viñeta de Rodríguez Negreira junto al escudo del Fútbol Club Barcelona. TOMÁS SERRANO

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Enríquez Negreira, el "déspota" antimadridista que "maltrataba árbitros" e "hizo del fútbol negocio"

El exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros no tenía buena fama entre varios de los colegiados con los que coincidió durante su mandato.

18 febrero, 2023 02:15

A medida que pasan las horas, la figura de José María Enríquez Negreira se va viendo cada vez un poco más dañada. El escándalo que relaciona al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros con el Fútbol Club Barcelona por la realización de unos supuestos informes arbitrales ha sacado de debajo de las alfombras la peor cara del deporte, y la Fiscalía de Barcelona trabaja para descifrar todas las claves del caso. 

Mientras eso sucede, siguen saliendo a la luz algunas de las artes que empleó Enríquez Negreira durante su etapa como directivo del CTA. Unas mañas que se conocen gracias a los testimonios de algunos de los árbitros que coincidieron con él y que estuvieron bajo su batuta a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Los relatos no dejan nada bien parado al excolegiado, al que catalogan fundamentalmente como un "déspota" o una persona "de mal carácter", pero lo peor llega cuando entran a valorar sus tareas como profesional.

El exdirigente del Comité Técnico de Árbitros trató de emplear su posición de poder dentro del organismo para beneficio propio. En más de una ocasión llegó a presumir de tener decisión a la hora de manejar los ascensos y los descensos de los árbitros, y terminó sacando también un rédito económico para su empresa de todo aquello. Quienes más quejas tienen del trato recibido por parte de Enríquez Negreira son aquellos trencillas que se toparon con él en una etapa temprana de sus carreras, ya que se sintieron ofendidos y ninguneados por su jefe.

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Su hijo, Javier Enríquez Romero, siguió sus pasos y también por medio de la empresa DASNIL 95 SL sacó un provecho monetario de su vinculación con el mundo arbitral. Él impartió clases de coaching para los colegiados de Primera División y también sacó rédito de su vínculo con Luis Aragonés mientras que El Sabio de Hortaleza estuvo al frente de la Selección española. 

Su mala praxis

La relación económica de Enríquez Negreira con el Fútbol Club Barcelona mientras que era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros parece haber puesto a todo el mundo del fútbol de acuerdo en que no era una práctica en absoluto ética. Uno de los jefes de los árbitros, los jueces de las competiciones nacionales, estaba a sueldo de uno de los equipos implicados en esos torneos, así que el conflicto de intereses de este vínculo parece claro y por eso la Fiscalía está investigando.

Pero no solo recibió cerca de 7 millones de euros por parte del Barça durante años, sino que su condición de dirigente del CTA le sirvió para dar rienda suelta a su personalidad. El excolegiado trató de aprovecharse al máximo de su puesto, y llegó a traficar con su influencia en asuntos tan serios como el ascenso y el descenso de los árbitros de la época.

José María Enriquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros

José María Enriquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros

EL ESPAÑOL ha podido hablar con algunos de aquellos que coincidieron bajo el mandato de Enríquez Negreira, y no han dudado en calificar al exvicepresidente del CTA como un "déspota". Trataba de imponer su criterio a toda costa y utilizaba las armas que hiciera falta para salirse con la suya. Ahondando todavía un poco más en su personalidad, estos mismos colegiados coinciden en calificarle como alguien "agrio y de mal carácter", dejando claro que no era sencillo tratar con él sin pasar un mal rato.

Más allá de su personalidad, estas malas artes se extendían hasta el punto de tratar de una manera desmesurada a algunos compañeros de profesión. "Maltrataba a los árbitros, sobre todo a los jóvenes", comentan desde el gremio arbitral, muy descontentos con lo que sucedió en aquella época. El ninguneo a los colegiados de menos edad y con menos bagaje a sus espaldas fue una tónica habitual durante sus años como vicepresidente del CTA.

Otro de sus graves comportamientos se extiende, de nuevo, a la manera en la que presumía de tener poder sobre los ascensos y los descensos de los árbitros.  "En las Federaciones ofrecía los servicios de su empresa y dejaba caer que influía en los ascensos y descensos de los árbitros", atestiguan. Pero también hablaba del índice corrector, un baremo del que muchos se quejaron por su subjetividad al margen de los informes arbitrales, y amedrentaba con él: "Utilizaba el índice corrector de los árbitros para su beneficio", comentan.

Su antimadridismo

En los mentideros también salió a relucir en más de una ocasión la poca simpatía que el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros profesaba por el Real Madrid. De hecho, los datos de su época como colegiado no le dejan en un buen lugar porque tomó un gran número de decisiones en contra de los intereses de los blancos.

En sus 36 partidos dirigidos al equipo del Santiago Bernabéu, el balance fue de 19 victorias para el Real Madrid, 4 empates y hasta 11 derrotas. Al elevado número de encuentros perdidos se le suma también la gran cantidad de cartulinas amarillas que recibieron los jugadores blancos, un total de 61, y también las expulsiones, que ascendieron a 5, algunas de ellas en los primeros minutos del partido.

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Posteriormente se convirtió en un asistente habitual al palco del Camp Nou, algo que cobra ahora más relevancia al conocer el vínculo de su empresa, DASNIL 95 SL, con la entidad culé. "Yo ahora soy de los tres equipos catalanes (haciendo referencia al Barcelona, el Espanyol y el Girona) porque como catalán quiero que ganen los míos", llegó a comentar en su última entrevista ofrecida en su día a Radio Marca.

Lo cierto es que, sobre todo una vez que colgó el silbato, Enríquez Negreira encontró la manera fácil de hacer dinero en el fútbol. "Hizo del fútbol negocio", comentan sobre todos los trabajos que llevó a cabo con diferentes Federaciones como la catalana, o con algunos clubes como el Girona y especialmente el Fútbol Club Barcelona. Hasta 7 millones de euros llegó a recibir por parte de la entidad culé, a la que amenazó con destapar algunas irregularidades cuando desde el Camp Nou quisieron romper el contrato.

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Enríquez Negreira fue destituido de forma fulminante por Luis Rubiales cuando éste entró a la Real Federación de Fútbol en el año 2018, y desde entonces perdió cualquier vinculación con el Comité Técnico de Árbitros. En aquel mismo año, el Barcelona rescindió el contrato y ahí terminó el gran negocio de su empresa.