Cerco a José María Enríquez Negreira. Mientras la Fiscalía sigue investigando y surgen más detalles oscuros de los pagos que recibía del FC Barcelona durante años, una grave denuncia de un colegiado ya retirado se une a la escena. Al habla Sergi Albert Giménez, árbitro de Primera División a finales de los años 90.
Enríquez Negreira, de 77 años, y Albert Giménez, de 74, desarrollaron sus carreras arbitrales en periodos similares. El que fuera vicepresidente del Comité de Árbitros fue profesional entre 1975 y 1992, para luego convertirse en número dos de los colegiados españoles. Sergi lo fue entre 1979 y también 1992.
Albert Giménez tomó la palabra este martes en el programa 'Goles' de Radio MARCA. No llegó a estar bajo el yugo de Enríquez Negreira, pero sí le vio maneras que luego se confirmaron cuando subió al poder en 1994. "A mí me sorprende que Enríquez Negreira tenga Alzheimer así de repente", dijo sobre la información de EL ESPAÑOL de la enfermedad que el excolegiado alegó para esquivar la responsabilidad penal por los pagos del Barça.
En su denuncia, Albert Giménez revela que Negreira trató de presionarle cuando ambos estaban en activo: "A mí me presionó Negreira. Me reunió con otros árbitros y me dijo: 'Oye pollo, ten cuidado con lo que dices en televisión. Tú ya me entiendes. Ándate con cuidado", explicó.
Además, hizo hincapié en una sencilla fórmula de amaños que existe: "Hay una fórmula para amañar partidos. Es una trampa de tontos: soy amigo de fulano de tal que te va a apoyar, me das tanto y te lo soluciono. Si el resultado es negativo se le devuelve el dinero. Si gana, queda marcado de por vida. Si pierde y devuelve el dinero, tiene otra oportunidad", añadió.
La sombra de Negreira
Albert Giménez narró cómo Enríquez Negreira movía los hilos: "Él ha presumido siempre de tráfico de influencias. Él ha vendido que era un líder y lideraba el Comité de Árbitros. Y al Barcelona se lo vendió así. Negreira se ha autodenominado un líder de referencia. Yo nunca lo he creído. Siempre he guardado mis distancias con él".
"Me ha sorprendido la gravedad. Me podía esperar cualquier cosa de él, pero me ha sorprendido", dijo sobre el caso de los pagos del Barça. Aún así, recuerda lo que pasó con el Anderlecht en la UEFA de 1984 durante la vuelta de semis contra el Nottingham Forest: "Soy consciente de que compraron a un árbitro, Emilio Guruzeta. Enríquez Negreira era linier".
Según el excolegiado, los sueldos actuales de los árbitros habrían ayudado a ir acabando con los amaños: "Yo diría que desde que los árbitros cobran estos salarios, estas prácticas están acabando casi en su totalidad, diría que han desaparecido. Yo ahora pongo la mano en el fuego por los árbitros de Primera y de Segunda".
El momento del arbitraje español, sin embargo, es alarmante: "Es de los peores. La credibilidad de los árbitros está bajo cero", señaló. "Es un señor prepotente y le gusta intimidar", terminó hablando sobre Enríquez Negreira. La sombra del exvicepresidente de los árbitros se vuelve cada vez más oscura.