La guerra del Cádiz con los árbitros escribió otro capítulo más este viernes, tras el partido contra el Getafe celebrado en el Nuevo Mirandilla y que acabó en empate a dos. La acción que lo dinamitó todo fue el penalti por mano cometido por el Pacha Espino cuando ya se había cumplido el tiempo añadido (10 minutos) y que anotó Enes Ünal sobre el 106' tras la revisión de Hernández Hernández en el VAR.
Dos puntos se esfumaron en ese momento para el Cádiz, que está a otros dos del descenso, y la furia se apoderó de jugadores, cuerpo técnico y aficionados. Sobre el campo hubo una tangana tras el golpe de Carcelén -que vio la roja- a Juan Iglesias durante la celebración del gol. Lo peor, aún así, estaba por pasar.
El acta de Hernández Hernández reveló los graves incidentes que se produjeron en el túnel de vestuarios, allí donde no podían entrar las cámaras de televisión. Hubo varios protagonistas: el portero Conan Ledesma, el defensa Juan Cala, el entrenador de porteros Bocardo Vidal y el segundo entrenador Diego Ribera. Así quedó redactado por el colegiado del partido:
"Otras incidencias: (Jugador: Jeremías Conan Ledesma ) Cuando nos encontrábamos en el túnel de vestuarios estando detenidos sin poder acceder al mismo, el jugador local Jeremías Conan Ledesma empujó a un compañero de equipo que se encontraba pegado a mi espalda con el objetivo de que éste impactase contra mí, consiguiéndolo
En el minuto 90 el técnico Bocardo Vidal, Manuel fue expulsado por el siguiente motivo: Una vez finalizado el encuentro y cuando todos los integrantes del partido nos encontrábamos sobre el terreno de juego corrió hacia mí gritando a viva voz en repetidas ocasiones: "Esto es una vergüenza". Una vez expulsado tuvo que ser sujetado por el delegado de equipo local ya que se dirigía hacia mi de forma agresiva. Tras esto unió sus muñecas haciendo el gesto de ser esposado.
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Otras incidencias: (Técnico: Diego Ribera Ramirez) Cuando abandonamos el terreno de juego y nos encontrábamos parados en las escaleras de acceso debido a la imposibilidad de llegar al vestuario arbitral por la cantidad de personas allí presentes, el técnico Diego Ribera Ramírez nos empujó tanto al árbitro asistente número 2 como a mí.
Otras incidencias: (Técnico: Manuel Bocardo Vidal) Estando en el túnel de vestuarios, el entrenador de porteros local Manuel Bocardo Vidal, que había sido previamente expulsado, se dirigió al equipo arbitral en los siguientes términos: "¡Hijos de puta!".
Otras incidencias: Cuando nos encontrábamos en el túnel de vestuarios, una persona identificada como Juan Torres Ruiz [Juan Cala] sujetó mi brazo fuertemente y de forma persistente, teniendo que realizar un movimiento brusco para poder liberarme. Una vez producidos todos los hechos descritos en los apartados anteriores, gracias a la ayuda del Presidente del equipo local D. Manuel Vizcaíno Fernández junto con el delegado de equipo Salvador Chirino Rivera, que consiguieron que el equipo y cuerpo técnico entrasen a su vestuario, pudiendo así nosotros acceder al nuestro".
Está por ver el tipo de castigos que empiezan a llegar para el Cádiz por estos actos, siendo el que peor puede salir parado Ledesma. Dependiendo de cómo lo interprete el Comité, podría exponerse hasta a una sanción de cuatro a doce partidos, según el artículo 145.3 del código disciplinario de la RFEF, por "amenazar, coaccionar o realizar actos vejatorios de palabra o de obra, insultar u ofender de forma grave o reiterada a cualquier miembro del equipo arbitral, organización federativa, integrantes de los equipos, o espectador/a".
Además, en el acta también remarcó Hernández Hernández el lanzamiento de un mechero desde la grada durante el partido: "En el minuto 73 de partido se produjo el lanzamiento de un mechero desde la grada sin llegar a impactar en nadie. Debido a este incidente se aplica el protocolo establecido para el lanzamiento de objetos, teniendo que esperar a que hicieran el correspondiente anuncio a través de la megafonía. Además, coincidiendo con el final del partido se produjeron lanzamientos de botellas de plástico desde la grada ubicada detrás de la portería donde se encontraban los jugadores del equipo visitante".
Enfado de Sergio
Sergio González, entrenador del Cádiz, dio voz al sentir del club por los arbitrajes recientes. Quiso mandar "un mensaje al estamento arbitral", al que recomendó que "se ponga las pilas". Dijo estar "bastante cabreado" por la acción que acabó en el 2-2: "nos jugamos la vida, los chicos se matan, se dejan la vida y luego alguna persona externa pues hace que realmente se vaya todo al traste".
"A nosotros, por reglamento parece que son diez minutos (de descuento) todos los partidos", añadió el técnico del Cádiz. "Es una sensación de frustración, no somos un equipo que hayamos perdido tiempo para que se hayan sumado diez minutos. Pero no me quiero calentar", concluyó Sergio