El PSG se 'carga' a Leo Messi. El delantero rosarino se pasará las dos próximas semanas apartado por indisciplina y el club le ha retirado la oferta de renovación. Esto quiere decir que el siete veces Balón de Oro no seguirá en París tras el final de temporada y volverá a cambiar de aires dos años después de su salida del FC Barcelona.
El viaje de Messi a Arabia Saudí a comienzos de semana lo ha detonado todo. Leo voló a Riad el lunes para cumplir con unos compromisos publicitarios que ya había aplazado hasta en dos ocasiones. El PSG iba a tener hasta el martes libre, pero la derrota contra Lorient hizo que Christophe Galtier, el entrenador del equipo galo, programara una sesión de trabajo para el primer día de la semana. A Leo le pilló ya volando.
La ausencia de Messi en el entrenamiento sentó mal en el PSG y horas después, según se ha conocido a través de los medios franceses, se ha decidido castigar a su estrella. Leo no podrá ni jugar ni entrenarse con su equipo durante 15 días. Una sanción insólita que le hará perderse dos encuentros y le privará de unos 1,7 millones de euros de su sueldo.
[¿Qué necesita hacer el FC Barcelona para poder fichar a Leo Messi?]
La ruptura es total. El diario L'Équipe anuncia en su edición de este miércoles que el PSG ha descartado la renovación de Messi, de 35 años. Su viaje a Riad ha sido la gota que ha colmado el vaso tras semanas y meses en los que la tensión ha ido aumentando. Los contactos que había desde finales de 2022 entre el clan del argentino y Nasser Al-Khelaïfi, presidente del club, se van por la borda.
Ya se había desprendido anteriormente que el PSG dudaba de la renovación de Messi. El equipo volvió a fracasar en la Champions League, siendo eliminado en octavos de final por el Bayern Múnich, y la afición señaló al ex del Barça como uno de los responsables. Los abucheos que Leo recibió en el Parque de los Príncipes tuvieron calado, tanto en la parte del jugador, desencantado, como en la del club.
Messi, en su primer viaje a Arabia Saudí
Todo ha ido evolucionando hacia lo que es ya una brecha insalvable. La situación era radicalmente diferente durante el Mundial de Qatar, torneo que Messi acabaría ganando como capitán de Argentina. El entorno del rosarino dio por hecho un preacuerdo verbal con el PSG.
Cuatro meses después, los resultados deportivos, la actitud de los hinchas y este viaje a Riad han desembocado en lo que desde el 1 de julio será una realidad: la salida de Messi del PSG.
¿Y ahora qué?
El delantero argentino todavía no se ha pronunciado. Ya sabe que no podrá jugar contra el Troyes (7 de mayo) y el Ajaccio (13 de mayo), como mínimo. Tampoco cobrará la totalidad de su sueldo mensual, estimado en unos 3,37 millones de euros. Todo este escándalo le ha pillado a Messi en Riad, a unos 6.000 kilómetros de París.
Messi volverá a ser libre en unos meses y se abre el debate sobre dónde jugará el próximo año. En Arabia Saudí le ofrecen un contrato histórico, tal y como ya hicieron con Cristiano Ronaldo. Mientras tanto, el Barça hace cuentas para ver si puede recuperar a su ídolo y en Estados Unidos (el Inter de Miami) tampoco se olvidan de él.