Pase lo que pase, lo que suceda el próximo domingo 20 de agosto en el Accor Stadium de Sidney pasará a la historia del fútbol español. La Selección tiene ante sí la increíble oportunidad de proclamarse campeona del mundo por primera vez y demostrar que el crecimiento de este deporte en nuestro país ya es absolutamente imparable.
El camino hasta la final no ha sido sencillo, como no puede ser de otra manera en un Mundial, pero es cierto que España ha podido ir evitando a varios grandes 'cocos' en cada cruce. La suerte parecía del lado de las de Jorge Vilda, el director de orquesta que está obrando un auténtico milagro, pero el último obstáculo que se presenta ahora, el de la gran final, supone un reto mayúsculo.
Inglaterra se vuelve a asomar al balcón de España y se interpone en su camino apenas un año después del último enfrentamiento entre ambas selecciones. Las 'leonas' son un equipo de infausto recuerdo para las españolas, ya que en la pasada Eurocopa apearon al combinado nacional de la competición en los cuartos de final después de una disputada prórroga.
Se le presenta por lo tanto ahora a las de Jorge Vilda una gran opción para la revancha. Aquel 20 de julio de 2022 quedaron cuentas pendientes, y ni siquiera consuela el hecho de pensar que se terminó perdiendo ante quien finalmente se terminó proclamando campeona de Europa. Si a España le hubiera dado a elegir hace un año la manera de resarcirse de aquello, seguro que habría elegido la final de un Mundial.
No ha pasado mucho tiempo, pero todo lo que rodea a este nuevo enfrentamiento entre Inglaterra y España sí que ha cambiado considerablemente. Lo vivido en la selección española durante los últimos meses ha arrojado una convocatoria muy diferente a la de aquella Eurocopa, y en el bando inglés ahora las jugadoras son mucho más experimentadas y tienen más confianza después de haber sido campeonas continentales.
Mucho potencial ofensivo
Inglaterra ha sido una de las selecciones más atractivas de ver en este Mundial. El modelo de juego que sigue su entrenadora Sarina Wiegman es atrevido y divertido de observar para el espectador, especialmente porque no negocia la necesidad del juego ofensivo. El conjunto inglés practica un fútbol alegre que le ha dado un gran rendimiento, así que no hay motivo para modificarlo ahora.
Hasta 13 goles ha conseguido marcar Inglaterra hasta su llegada a la final en esta Copa del Mundo, lo que habla muy bien del potencial ofensivo que tiene. Tan sólo en el encuentro de octavos de final se quedaron sin ver puerta, y en ello tuvo mucho que ver la inferioridad numérica que experimentaron sobre el terreno de juego durante varios minutos.
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Seguramente si hay una jugadora a destacar esa sea Lauren James. Esta joven futbolista de apenas 21 años está siendo la revelación del torneo y su aportación se ha convertido en algo fundamental para su selección. La delantera del Chelsea es una de las máximas goleadoras de su equipo y suma tres goles, todos ellos conseguidos en la fase de grupos.
No obstante, su juventud le ha llevado a cometer graves errores en el campeonato. En el choque de octavos de final, su desesperación le llevó a pisar a una jugadora de Nigeria que estaba en el suelo a pocos minutos del final, una acción por la que fue expulsada tras la revisión del VAR. Y no sólo eso, sino que además sufrió una sanción de dos partidos que le hizo perderse los cuartos de final y la semifinal. Ahora, lamentablemente para España, vuelve a estar disponible para la final con más ganas que nunca.
El abanico ofensivo de Inglaterra va más allá de ella, aunque sigue pasando por jugadoras muy jóvenes. Alessia Russo, la delantera del Arsenal, ha sido una pieza fundamental precisamente en los momentos de ausencia de Lauren James con dos goles en los cuartos de final y en la semifinal.
El tercer pilar fundamental del ataque inglés lo completa la figura de Lauren Hemp. La futbolista del Manchester City también ha sido capital en los últimos cruces de cuartos de final y semifinal y ha guiado a su equipo hacia la gran final. Su lucha, brega y fe fueron decisivas en el choque ante Australia para anotar el tanto que rompía el empate a falta de 20 minutos para el final.
Diversos registros
Inglaterra no sólo sabe ganar atacando y dominando los partidos. A lo largo de este Mundial ha demostrado que domina varios registros y que, si las circunstancias así lo exigen, es capaz de adaptarse al contexto que sea necesario.
El equipo dirigido por Sarina Wiegman fue capaz de apabullar en la fase de grupos a China atacando, goleando y sintiéndose como pez en el agua. No obstante, también supo sudar para vencer por la mínima en sus primeros encuentros a las selecciones de Haití y Dinamarca.
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Nigeria puso a prueba a Inglaterra en los octavos de final, y las 'leonas' estuvieron a punto de quedarse en el camino. El choque se marchó a la prórroga, y la desesperación provocó además la expulsión de James por un pisotón a una rival, así que las inglesas jugaron el tiempo extra en inferioridad. El choque se fue a la tanda de penaltis, donde ahí también saben desenvolverse las de Wiegman.
En los cuartos de final fue Colombia quien exigió a Inglaterra tanto que, de hecho, obligó al combinado de los tres leones a la remontada. Las sudamericanas se adelantaron, pero la magia de las inglesas hizo el resto para darle la vuelta al marcador.
Por si fuera poco, Inglaterra también sabe luchar contra el factor ambiental, algo que quedó claro al derrotar en la semifinal a Australia, la anfitriona. Cerca de 80.000 personas suspiraban por ver a su selección en la final, pero eso no le pesó a las inglesas, que terminaron logrando el pase.
Ahora, se les abre en el horizonte el último hueso para roer antes de celebrar el título, pero España habrá tomado buena nota de todo lo sucedido anteriormente. En el aire, además, ese ambiente de venganza por parte de las de Vilda que puede decantar la balanza.