España es campeona del mundo. El sueño se hizo realidad en Sídney. Sólo ocho años después de su primera participación en un Mundial, la Selección bordó su primera estrella en el pecho. Y lo hizo a lo grande ante Inglaterra, actual campeona de Europa y gran favorita, con un gol que marcó Olga Carmona, pero que llevó la firma de todas esas mujeres del pasado que también se ataron las botas de fútbol. [Narración y estadísticas: España 1-0 Inglaterra]
Es el triunfo de varias generaciones, pero sobre todo es la confirmación de que el fútbol femenino ha llegado para quedarse en España. La Selección culmina su triple corona: campeona del mundo sub17, sub20 y Absoluta. Hubo pasado, hay presente y hay mucho futuro.
El Mundial es también el de Jorge Vilda y Luis Rubiales. El seleccionador volvió a ser decisivo en la final. Acertó en todo, como el presidente de la Federación cuando aguantó todo tipo de presiones y demostró valentía y firmeza. Atrás queda el motín de Las 15 y las dudas, inmerecidas, sobre la profesionalidad del entrenador. El tiempo pone a cada uno en su sitio y el destino tenía guardado un lugar en la Historia para Vilda.
Ante Inglaterra, Cata Coll estuvo perfecta en la portería. Olga Carmona logró un sitio en el Olimpo de los dioses del fútbol español junto a Iniesta. Aitana Bonmatí confirmó que será el próximo Balón de Oro. Irene Paredes demostró ser la jefa de la defensa. Salma Paralluelo confirmó que es un prodigio de la naturaleza y que va a marcar una época. En definitiva, una noche perfecta e inolvidable en Australia.
La final comenzó con los dos equipos tanteándose, sin asumir riesgos y jugándose más en la zona ancha del campo que en las áreas. La intención de Inglaterra era encontrar espacios en las espaldas de la defensa de España, mientras que Vilda apostó por Salma Paralluelo en el once para encontrar, precisamente, esa electricidad que exigiría desde el principio a la zaga de las de Wiegman.
Olga Carmona celebra el gol decisivo de la final.
Con el paso de los minutos ambas selecciones se fueron destensando y las oportunidades llegaron. Primero avisó Inglaterra con un tiro de Hemp al larguero en el minuto 16. España reaccionó rápido y, en la jugada siguiente, Alba Redondo desaprovechó un balón de Salma Paralluelo que sólo tenía que empujar. La futbolista del Levante, con toda la portería vacía, estrelló la pelota en el cuerpo de la guardameta Mary Earps.
Olga Carmona y la Historia
España controló desde entonces el encuentro y logró aprovechar un error de Inglaterra en el minuto 29. Las de Vilda recuperan la pelota en el centro del campo. Tere Abelleira cruza el balón a la banda izquierda y Mariona deja para que Olga Carmona ponga el 1-0 con un disparo raso cruzado. Otra vez la capitana. Otra vez la jugadora del Real Madrid. Como contra Suecia en semifinales.
Carmona dedicó, como siempre, el tanto a su madre. En el gol más importante de su carrera, la lateral besó el tatuaje que porta en su muñeca: un símbolo del infinito junto a una madre y una hija abrazadas.
Además, también se lo brindó a la madre de una de sus mejores amigas y que falleció recientemente. Olga es el corazón de España y puso en pie a todo un país con su gol. El Mundial estaba más cerca.
Salma Paralluelo trata de robar un balón.
Las de Vilda presionaron más arriba para evitar que Inglaterra se acercara a la portería de Cata Coll. Sin embargo, Las Leonas estuvieron a punto de cazar el empate en una rápida jugada a la que no llegó Hemp a rematar en boca de gol por centímetros. El plan de España se cumplía y Salma Paralluelo estuvo a punto de marcar un tanto decisivo en la última acción de la primera parte, pero su tiro fue escupido por la base del palo.
Wiegman movió ficha tras el descanso y metió a Lauren James, gran estrella y ausente en cuartos y semifinales por sanción, y Kelly por Russo y Daly. Sin embargo, España siguió creando peligro y Mariona a punto estuvo de marcar nada más comenzar la segunda mitad.
Penalti y agonía
La Selección continuó siendo superior a Inglaterra y Aitana gozó de una buena ocasión, aunque la pelota se fue por encima del larguero. En el minuto 68, penalti por mano de Walsh. España tuvo la opción de matar el partido y bordar la estrella en el pecho, pero Jenni Hermoso falló la pena máxima. Earps adivinó la intención de la española y mantuvo con vida a Las Leonas.
La larga espera, primero por lo que tardó la árbitra Penso en señalarlo tras revisarlo en el VAR y después por las protestas de las inglesas, afectó a Hermoso que erró su segundo penalti en el Mundial tras el que desperdició también en el debut de España ante Costa Rica.
El Mundial de España
La parada de Earps animó a Inglaterra, mientras las chicas de Vilda, tocadas, comenzaron a sufrir como no lo habían hecho antes en la final. Las Leonas fueron con todo, pero España no concedía ocasiones y se acercaba a su primer Mundial según se cosumían los minutos.
Sin embargo, Penso concedió 13 minutos de tiempo añadido. Prácticamente el tiempo de una prórroga era lo que separaba a España de su gran sueño. Las de Vilda tuvieron más cerca el 2-0 que Inglaterra el empate, pero el marcador ya no se movió.
El banquillo de España pide el final del partido.
Fue la final de España. La del gol de Olga Carmona. Un 20 de agosto para la Historia. Un día que todos los españoles siempre recordarán cómo lo vivieron, al igual que el 11 de julio de 2010. Un triunfo que no es un final, sino un punto de partida para el fútbol femenino.
España 1 - 0 Inglaterra
España: Cata Coll; Ona Batlle, Irene Paredes, Laia Codina (m.73, Ivana Andrés), Olga Carmona; Teresa Abelleira, Aitana Bonmatí; Jenni Hermoso, Alba Redondo (m.60, Oihane Hernández), Mariona Caldentey (m.90, Alexia Putellas), Salma Paralluelo.
Inglaterra: Mary Earps; Jess Carter, Alex Greenwood, Millie Bright; Lucy Bronze, Rachel Daly (m.46, Chloe Kelly), Ella Toone (m.87, Beth England), Georgia Stanway, Keira Walsh; Alessia Russo (m.46, Lauren James), Lauren Hemp.
Goles: 1-0, m.29: Olga Carmona.
Árbitra: Tori Penso. Amonestó con tarjeta amarilla a Lauren Hemp y Salma Paralluelo.
Incidencias: Partido por la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, disputado entre España e Inglaterra en el Estadio Australia de Sídney ante 75.784 espectadores.