La selección española se ha proclamado campeona del mundo por primera vez en su historia. El conjunto de Jorge Vilda ha realizado un torneo prácticamente impecable y lo ha sellado con una final propia de un equipo campeón.
Se impuso a Inglaterra, vigente campeona de Europa, en un encuentro con mucha intensidad y en la que las españolas no regalaron nada. Olga Carmona fue la artífice de la victoria, al igual que en las semifinales, con un gran zurdazo a la media hora de juego.
Todas las finales se deciden por detalles y ante Inglaterra no fue una excepción. El partido se decidió por centímetros, dos disparos a la madera que pudieron cambiar el guion. El primero llegó en el minuto 16 con un disparo de Lauren Hemp que hizo temblar el travesaño de la portería defendida por Cata Coll.
Por unos centímetros España salvó un 'match ball' ya que empezar perdiendo frente a las británicas hubiera puesto la final cuesta arriba. Sin embargo, no solo le sonrió la suerte a la selección española. El combinado inglés pudo verse con dos goles de desventaja al descanso después de que Salma Paralluelo enviara un balón a la madera en el minuto 45.
Finalmente, el desenlace fue feliz para España. Las futbolistas celebraron su hazaña sobre el césped del Australia Stadium. Un festejo al que se sumó la Reina Letizia quien botó junto a las jugadoras al término del partido.
Ese tanto fue uno de los momentos claves del torneo, pero la primera estrella de España comenzó a tejerse en la elástica roja desde un mes antes. La gran fase de grupos, las actuaciones individuales o saber sufrir en los peores momentos forman parte de un camino histórico que ha finalizado con España como reina del mundo.
[España, campeona del mundo: vence a Inglaterra y logra su estrella en el fútbol femenino]
El primero de los momentos claves se remonta al pasado 21 de julio, día del debut ante Costa Rica. España presentó su candidatura al título ante el mundo con una exhibición durante la primera parte.
A la media hora el conjunto de Jorge Vilda ya ganaba 3-0 y cerca estuvo de hacer el cuarto tras un penalti fallado por Jenni Hermoso. Las buenas sensaciones en el debut fueron una inyección de moral para España que rápidamente cogió el papel de candidata a llevarse el título mundial.
Un torneo como el Mundial no deja espacio para los errores. Tras el gran debut ante Costa Rica tocaba redondear la faena con una buena actuación ante Zambia que sellase el pase a los octavos de final. Y se hizo. La Selección goleó sin piedad a las africanas por 5-0.
Aquel partido sirvió para confirmar el gran momento de Jenni Hermoso. La futbolista madrileña llegaba con la incógnita de saber si estaba preparada para el máximo nivel tras iniciar su aventura en el fútbol mexicano. Dos goles y una asistencia lo dejaron claro.
Los dos primeros compromisos hicieron que se disparara la ilusión dentro de la afición española. Quizá, un tanto desmedida ya que los rivales no habían sido los más competitivos. Sin embargo, Japón dio de pronto a España un golpe de realidad.
Las niponas pasaron por encima de España llevándose el partido que definía la primera plaza de grupo por 4-0. Un ‘batacazo’ que vino bien a la Selección para darse cuenta de la dificultad que tiene ganar un Mundial y que el trayecto hacia el éxito no iba a ser un camino de rosas.
Alexia Putellas no estaba desarrollando su mejor campeonato. Todavía le faltaba ritmo de competición después de la grave lesión y España necesitaba de una nueva figura que desatascase los partidos. Fue Aitana Bonmatí quien recogió su testigo.
La futbolista azulgrana se echó el equipo a su espalda en los octavos de final ante Suiza y cerró un encuentro histórico con dos goles y dos asistencias. Comenzó su exhibición a los 5 minutos de juego. Recibió un balón en la frontal, se zafó de su defensora con un toque de tacón y disparó con la zurda engañando a la guardameta suiza.
A los 17 minutos dio la asistencia a Alba Redondo del que fue el 1-2 y un cuarto de hora después amplió la ventaja de España con uno de los mejores tantos del Campeonato del Mundo. Recibió un balón de espaldas y con un recorté tumbo a la portera rival y se deshizo de dos defensoras. Volvió a definir con la zurda y dejó encaminado el pase a cuartos.
Tuvo tiempo para regalarle un nuevo tanto a Jenni Hermoso y su gran actuación culminó con un hecho histórico para la selección española. Pue por primera vez la Selección superaba los octavos de una Copa del Mundo.
España ya había hecho historia, pero quería seguir soñando. En cuartos se medía a unos Países Bajos que llegaba de quedar por delante de Estados Unidos en la fase de grupos. Esto no aminaló a las chicas de Jorge Vilda que salieron a llevarse el partido.
La selección española no paró de intentarlo, pero una y otra vez se topaba con la zaga neerlandesa. Sin embargo, la entrada de Salma Paralluelo en el minuto 71 cambió por completo el panorama.
La zaragozana fue víctima de una entrada rival que acabó en pena máxima. Mariona Caldentey, con toda la presión sobre sus hombros, no falló y adelantó a España desde el punto de penalti a falta de 10 minutos.
El trabajo estaba hecho, solo quedaba aguantar un arreón final de los Países Bajos. Todo se vino abajo cuando, en el minuto 91, van der Gragt igualaba el choque. No hubo tiempo para la reacción española y el choque se fue a la prórroga.
En vez de contemporizar durante el tiempo extra, la selección española quiso cerrar la eliminatoria cuanto antes. Dispuso de varias ocasiones y en el minuto 111 acabó llegando el tanto del triunfo. La protagonista fue Salma Paralluelo. Con una cabalgada marca de la casa se adentró en el área, dribló a su par y cruzó el esférico pegado al palo haciendo inútil la estirada de Daphne.
La Selección se plantó en semifinales ante Suecia, un conjunto que había ganado todos sus partidos y que eliminó a Estados Unidos en octavos. Nadie se atrevía a pronosticar un favorito.
Pasaron pocas cosas durante la mayor parte del partido, pero los diez últimos minutos fueron de infarto. Se adelantó España en el minuto 81, pero las suecas igualaron el choque a falta de dos para el final.
Apenas sin tiempo para celebrar Olga Carmona conectó un zurdazo a la salida de un córner que pegó en el travesaño y acabó entrando en la portería. La locura se apoderó de las jugadoras españolas que lograban clasificarse a la final de un Mundial.
La historia le tenía guardada una nueva sorpresa a la lateral de la Selección. En la final frente a Inglaterra sacó de nuevo su pierna izquierda a relucir y levantó del sillón a 46 millones de españoles. Fue en el minuto 30. Subió la banda doblando a Caldentey, recibió el esférico y disparó cruzado pegado a la cepa del póster de la portería defendida por Earps.
Ese tanto fue suficiente para dar el título a España. Un torneo en el que la Selección impuso su fútbol a los rivales de principio a fin y que desde el primer día dejó claro que estaba preparada para ganar.
El duro correctivo ante Japón sirvió para que las chicas de Jorge Vilda fortalecieran su grupo y comenzaran a escribir el camino del que ha acabado siendo un campeonato histórico.