El fútbol español vive la época más convulsa que se recuerda en los últimos años por todo lo que rodea a la figura de Luis Rubiales desde que le dio el polémico beso a Jennifer Hermoso. Desde entonces, todo ha estallado por los aires y ha terminado con la FIFA suspendiendo de manera provisional durante 90 días al ya expresidente de la RFEF.
Existía cierto temor entre los diferentes clubes españoles de que todo este escabroso asunto les pudiera repercutir de alguna manera. Más aún cuando tal y como informó Onda Cero, Andreu Camps, el secretario general de la Federación envió un escrito a la UEFA para denunciar al Gobierno por intervencionismo después de las actuaciones del Consejo Superior de Deportes.
Sin embargo, Víctor Francos, el propio presidente del CSD, se encargó de tranquilizar a todo el fútbol español porque aseguró que no existe riesgo de exclusión alguno: "Quiero lanzar un mensaje muy claro a los aficionados al fútbol y a la ciudadanía en general. Creemos desde el CSD y desde el Gobierno, que no hay un riesgo, ni para los clubes españoles que están en competiciones europeas, ni para la participación de la Selección española de fútbol ni masculina, ni femenina, ni las categorías que están por debajo de la absoluta, que pongan en riesgo su participación en los torneos europeos".
Estas declaraciones del presidente del Consejo Superior de Deportes en La Sexta, sirvieron por lo tanto para aportar algo de serenidad a los clubes que podrían pensar que este asunto podría llegar a salpicarles.
La carta de la RFEF
La Federación envió, a finales de la pasada semana, un escrito a la UEFA para denunciar al Gobierno por injerencias en su gestión ante las denuncias del Consejo Superior de Deportes. El organismo presidido por Víctor Francos elevó una denuncia particular al TAD para solicitar medidas contra Luis Rubiales.
UEFA no puede actuar por esas injerencias gubernamentales, pero la FIFA, sin embargo, sí que puede hacerlo. Esta denuncia, si termina prosperando, podría acarrear la suspensión de la RFEF por parte de la UEFA y esto significaría la expulsión de los clubes y de las selecciones de todas las competiciones que organice el organismo europeo.