La Audiencia Nacional ha citado a cuatro trabajadores de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que acudan a declarar como testigos por el beso que dio Luis Rubiales a Jenni Hermoso.
El juez Francisco de Jorge, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, ha tomado esta decisión, solicitada por la abogada de Rubiales, tras admitir a trámite la querella presentada por la Fiscalía que atribuye al ya expresidente de la RFEF un posible delito de agresión sexual y coacciones al expresidente de la Federación.
Los trabajadores que declararán como testigos son: Rubén Rivera, director de Marketing; Patricia Pérez, jefa de prensa de la Selección femenina; Miguel García Caba, director de Integridad; y Albert Luque, director de la Selección masculina. Todos ellos han sido citados por la Audiencia Nacional para declarar en calidad de testigos.
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El pasado viernes, Luis Rubiales declaró como investigado en la Audiencia Nacional y aseguró que el beso en la boca que dio a Hermoso fue "consentido" por la futbolista. Por otro lado, también insistió frente al juez en que no coaccionó a la jugadora para que restara importancia a lo sucedido. En el interrogatorio, respondió a todas las partes, incluida a la Fiscalía y a la abogada de Jenni Hermoso.
Al terminar la declaración, el juez le prohibió a Luis Rubiales acercarse a Jenni Hermoso a menos de 200 metros. Tampoco podrá mantener comunicación con la jugadora de la Selección durante todo lo que dure la instrucción del caso.
El magistrado rechazó la petición del Ministerio Fiscal de que Luis Rubiales tuviese que comparecer quincenalmente en el Juzgado, al igual que la de embargar los bienes al querellado, que había solicitado la abogada de Jenni Hermoso.
La defensa de Luis Rubiales está encabezada por Olga Tubau, prestigiosa abogada que también fue la defensora del exmayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero, de quien consiguió la absolución en el juicio por la actuación de la policía catalana durante el referéndum ilegal del 1-O.
Querella de Fiscalía
En su querella contra Rubiales, la Fiscalía le atribuye dos delitos: uno, de agresión sexual y un segundo, de coacciones.
Actualmente, tras las modificaciones provocadas por la Ley del sólo sí es sí, el Código Penal castiga la agresión sexual —el primero de los dos delitos por los que, hipotéticamente, Rubiales podría sentarse en el banquillo de los acusados en un futuro— con penas de cárcel de 1 a 4 años. No obstante, también se contemplan sanciones económicas para los hechos "de menor entidad".
Por su parte, el delito de coacciones se castiga "con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados".