Se subió al avión pensando que iba a cerrar su pase a los octavos de final de la Champions League tres años después y se volvió a casa con un mazazo descomunal que viene a resucitar los peores fantasmas. Esa fue la pesadilla que vivió el Fútbol Club Barcelona tras caer contra el Shakhtar Donetsk dejando de nuevo una mala imagen, como sucedió en Anoeta. [Así vivimos la derrota del Barcelona ante el Shakhtar Donetsk]
Los de Xavi Hernández firmaron un pobre encuentro ante un rival que tuvo mucho mérito (condicionado por todas las cuestiones que tienen que ver con la guerra de Ucrania) y que con esta victoria se vuelven a meter en la pelea por superar la fase de grupos. Sin claridad, sin colmillo y sin gol, el Barça volvió a evidenciar grandes carencias que alimentan las dudas y que ponen en entredicho otra vez el modelo de su entrenador.
Rotó en el inicio Xavi dejando a jugadores como Balde o Joao Félix en el banquillo, pero en la Champions League cualquier pequeño descuido se paga muy caro y eso es lo que sucedió en Hamburgo, donde juega como local el Shakhtar por su exilio. El gol de Sikan en la primera mitad fue definitivo. Ni siquiera el arreón final, con el Barça viviendo en el área local sirvió para evitar la debacle y agrandar el mal fario de los culés con los octavos de final.
El primer tiempo, para olvidar
Quería espantar los fantasmas de Anoeta el Barça ante un Shakhtar que se presentaba como una víctima idónea para recuperar la confianza. El inicio pareció plácido porque los ucranianos arriesgaban demasiado en la salida de la pelota y cometían errores de bulto. De hecho, en un par de ocasiones estuvieron a punto los culés de aprovechar los regalos, pero la pólvora estaba mojada.
El Barcelona se hizo con el control del esférico, pero la posesión fue inútil porque la circulación del balón no fue la adecuada y Riznyk, el guardameta del Shakhtar, apenas sufrió durante la primera mitad. Tan sólo un lanzamiento peligroso de Gündogan desde la frontal del área que se marchó unos centímetros por encima del larguero le puso picante al ataque catalán.
El Shakhtar vio entonces que este Barça no era tan temible como pintaba en un inicio y comenzó a desmelenarse. Lo hizo por medio de Matviienko, que le ganó la espalda a Cancelo, se internó en el área y estrelló su disparo directamente contra el cuerpo de Ter Stegen.
Los ucranianos fueron ganando en confianza a medida que avanzaban los minutos, y sobre todo según comprobaban que eran capaces de llegar a la portería contraria y que la posesión del Barça no servía para nada. Tanto se creció el Shakhtar, que encontró recompensa justo antes de llegar al tiempo de descanso.
Una jugada por la banda derecha terminó con un cabezazo espectacular de Sikan que se coló en la escuadra de la portería defendida por Ter Stegen. Se estiró el guardameta, pero no pudo hacer nada ante un testarazo imparable. Premio para los ucranianos y depresión para los culés.
Busca la remontada
Las sensaciones que dejó el Barça en los primeros 45 minutos fueron nefastas. Si Xavi decía que había que mejorar el juego y la manera de conseguir victorias, desde luego que en el tiempo de descanso se debieron de escuchar varias voces en el vestuario culé.
Reaccionaron los blaugrana e la segunda mitad y se mostraron mucho más verticales que en los primeros 45 minutos, en los que no fueron capaces de tirar entre los tres palos. Ferran Torres lo intentó sin éxito y tampoco parecía el día de Lewandowski, aunque la confianza en el polaco es ciega.
Los minutos fueron pasando y Sikan tuvo el segundo gol del Shakhtar en sus botas en un magnífico ataque de los ucranianos, pero su disparo cruzado desde dentro del área esta vez sí que encontró una intervención milagrosa de Ter Stegen. Estaba contra las cuerdas el Barça, que antes del encuentro se veía ya casi en los octavos de final.
Xavi Hernández decidió coger el toro por los cuernos y metió cuatro cambios de golpe. Se marcharon Oriol Romeu, Raphinha, Ferran y Marcos Alonso, y entraron en su lugar Pedri, Joao Félix, Lamine Yamal y Balde. El equipo cambió la cara y cercó en el tramo final del encuentro el área del Shakhtar, pero el gol seguía sin llegar porque no había lanzamientos a puerta.
Los ucranianos tuvieron poco el balón en su poder durante los últimos minutos, pero lo más llamativo de todo fue ver cómo no se arrugaban cuando manejaban el esférico y el empeño que tenían en no dar un patadón salvo que fuera estrictamente necesario. Gran imagen la del equipo de Pusic.
El Barça terminó viviendo en las inmediaciones del área ucraniana, cada vez más cerca de la línea de gol, pero no encontró la manera de buscarle las cosquillas a su rival. Incluso a Newerton le anularon un golazo por fuera de juego. Ahora, con la inesperada derrota se metió en un lío cuando apuntaba a cerrar su pase a los octavos de final.
Shakhtar 1 - 0 FC Barcelona
Shakhtar Donetsk: Riznyk; Gocholeivshvili, Bondar, Rakitskiy, Matviyenko; Stepanenko (Nazaryna, min. 73), Kryskiv, Sudakov; Zubkov, Sikan (Kelsy, min. 62) y Newertton (min. 97).
Barcelona: Ter Stegen; Joao Cancelo, Araujo, Christensen, Marcos Alonso (Balde, min. 60); Romeu (Pedri, min. 60), Gündogan, Gavi (Fermín, min. 81); Raphinha (Lamine Yamal, min. 60), Lewandowski y Ferran (Joao Félix, min. 60).
Gol: 1-0, min. 40: Sikan.
Árbitro: Irfan Peljto (BOS). Mostró amarilla Araujo (min. 47+) y a Newertton (min. 97).
Incidencias: Asistieron unos 52.000 espectadores en partido del grupo H de la Liga de Campeones disputado en el Volksparkstadion de Hamburgo.