Otro nuevo y triste episodio ha vuelto a salpicar al fútbol, concretamente al base. Todo ocurrió el pasado sábado durante la disputa del partido entre el Lakua y el Indautxu, club de Bilbao, en Vitoria. Allí, un centenar de personas, entre futbolistas y público, acabaron a golpes tras la finalización del encuentro.
La batalla campal se produjo nada más pitar el final del encuentro, que acabó con victoria del cuadro visitante, y que hizo que muchos de los allí presentes se viesen involucrados en un terrible suceso. Todo ello, lo recogió el colegiado del partido en el acta del partido.
En ella, el árbitro reconoce que el duelo se vivió con mucha tensión por parte de las dos aficiones, lo que provocó más tarde se originase esa multitudinaria pelea. "En general la actitud del público de ambos equipos fue mala durante todo el partido, pero sobre todo la de los aficionados que reconozco como del Indautxu por sus cánticos y protestas", reseñó en el acta del encuentro.
Según el juez del partido, todo saltó por los aires nada más escucharse el pitido final. Los jugadores, con el ambiente muy caldeado, adquirieron el papel de protagonistas sobre el césped, comenzando la trifulca.
"Nada más finalizar el encuentro, jugadores de ambos equipos proceden a empujarse y encararse los unos con los otros", incidió el colegiado. Además, reconoció que "escasos segundos después, cinco aficionados saltaron al terreno de juego y empezaron a encararse" con el guardameta del equipo vizcaíno.
En el acta, el colegiado también señaló que uno de los aficionados que saltó al terreno de juego golpeó en el ojo al portero y eso fue el detonante para que la pelea se convirtiese en multitudinaria. Una batalla campan en la que participaron "unas 100 personas, en la que participan tanto jugadores como aficionados".
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Denuncia insultos
El árbitro del partido recogió en el acta la actitud de uno de los aficionados. En el minuto 94, un aficionado del conjunto visitante, que más tarde se descubriría que es el padre de uno de los jugadores del Indautxu, comenzó a proferirle insultos desde la grada en numerosas ocasiones.
Aseguró que lo hizo "gravemente y en repetidas ocasiones a tan solo un metro de distancia del terreno de juego". Además, el trencilla del duelo resaltó que esta persona le dedicó insultos de la talla de "'hijo de la gran puta, me cago en tus muertos, eres un casero de mierda' o 'te voy a esperar a la salida'".
Esto hizo que trasladase la decisión al delegado de campo de expulsar a dicho seguidor del conjunto visitante de las instalaciones. Por otro lado, también reconoce que tuvo que ser escoltado por la seguridad del estadio ante el peligro de sufrir algún incidente tras la pelea.
"Poco después, algunos trabajadores del Lakua de Vitoria me acompañan a los vestuarios porque mi integridad física no estaba segura en aquellos instantes", señaló en el acta el colegiado, que agregó que "más tarde, unas seis patrullas de la Ertzaintza y otras dos de la Policía Local" llegaron al lugar de los hechos y les escoltaron a los vestuarios "para evitar males mayores".