El exseleccionador femenino, Jorge Vilda, ha solicitado al juez del caso Rubiales que cite a declarar como testigo a Montse Tomé, su sucesora en dicho cargo, a fin de aclarar cuáles fueron las supuestas coacciones sufridas por la deportista Jenni Hermoso.
Así lo revelan fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL. El magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge investiga, por agresión sexual y coacciones, a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Por este segundo delito también está siendo investigado Vilda.
La defensa del exseleccionador pretende que Tomé aclare si las supuestas coacciones que Hermoso denunció acabaron siendo que la futbolista no fuera incluida en la siguiente convocatoria. Es un hecho que así sucedió. La sucesora de Vilda al frente de la Selección Femenina no incluyó a Jenni Hermoso en el listado de convocadas para el siguiente partido oficial. Según se excusó Montse Tomé, su intención era "protegerla" tras la apertura de este procedimiento judicial.
Vilda niega las presuntas coacciones a la jugadora. De ahí que pretenda que se cite a Tomé, para que ésta aclare si la decisión de no convocarla pretendió o no perjudicar a Hermoso, si fue el resultado de las supuestas coacciones.
El caso Rubiales se inició con la querella interpuesta por la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, después de que éste besara en la boca a la futbolista. Además de una supuesta agresión sexual, la fiscal Marta Durántez le atribuye un delito de coacciones, por las supuestas presiones que la jugadora dijo haber sufrido para que restara importancia al suceso.
El beso se produjo durante la entrega de medallas tras la final del Mundial femenino, en la que España venció a Inglaterra.
Declaración de Vilda
Cuando fue interrogado en la Audiencia Nacional, Vilda negó haber coaccionado a Jenni Hermoso. Pero sí admitió haber sugerido al hermano de la futbolista, Rafa Hermoso, después de que Luis Rubiales la besara, que ella contase su versión ante los medios y así "bajara el suflé".
Si durante la vuelta a España optó por hablar con Rafa Hermoso y no con Jenni Hermoso fue para "no agobiar" a la jugadora, manifestó el exseleccionador. Aquella conversación con Rafael Hermoso se habría producido en el avión de regreso desde Australia. El hermano de la futbolista estaba en ese vuelo, como acompañante de su hermana.
Ante el juez De Jorge, Vilda negó que esta conversación fuese una orden directa de Rubiales y manifestó que no llegó a presenciar el beso en la boca que Rubiales dio a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas. El entonces seleccionador femenino era el último de la fila para recoger el trofeo.
No obstante, admitió en la Audiencia Nacional que sí percibió un ambiente distinto en el estadio y luego, en el bus y el avión. En la aeronave de regreso a Madrid lo notó "enrarecido".
Tras la admisión a trámite de una querella presentada por la Fiscalía, el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional inició su investigación de los hechos. Fue este organismo el encargado al tratarse de un supuesto delito cometido contra una ciudadana española en territorio extranjero.
Luis Rubiales también declaró como investigado en esta causa —en su caso, por los delitos de agresión sexual y de coacciones que le atribuye la Fiscalía—. Y, como ya había manifestado públicamente, el expresidente de la RFEF sostuvo que el beso fue consentido y aceptado verbalmente por la jugadora.
Tal y como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, también acudieron a la Audiencia Nacional dos peritos —personas sordas expertas en lectura de labios— que ratificaron que Luis Rubiales preguntó: "¿Un besito?" a la jugadora antes de besarla en la boca.
No obstante, tanto Jennifer como Rafael Hermoso —este último, también como testigo— manifestaron que el beso "no fue consentido". Sin embargo, a las pocas horas de suceder, tanto la jugadora como su hermano lo consideraron, ante los medios de comunicación, como un gesto anecdótico, sin importancia.